1Corintios 4, 1-5
“Vean pues, en nosotros a servidores de Cristo y a administradores de las obras misteriosas de Dios. “
Esta mañana le daba gracias al Señor por el cargo de confianza que me ha otorgado sin merecerlo, por haberme llamado a servirle, a administrar la Palabra de Dios.
Frente a este encargo tan grande, “Administrador”, le pedía ayuda al Espíritu Santo para entender ¿que significa administrar?, porque si no lo entiendo, si no se lo que implica ser administrador, no voy a poder vivirlo.
El Señor me hacia entender que ad- ministrar es servir a los demás, es un titulo para repartir para distribuir, para entregar los tesoros, el alimento que corresponde, donde haga falta, y me hacia acordar a José, que fue vendido por sus hermanos y trabajó para el Faraón como ministro, y en tiempo de escasez y de abundancia, él, inspirado por Dios sabia como administrar el trigo, para que el pueblo no se muera de hambre.
Algo así entiendo que tiene que ser mi vida, aplicar la Palabra de Dios donde y como se necesite, de manera que todas las personas puedan cubrir sus necesidades vitales, porque la Palabra de Dios es una necesidad vital, es el alimento, es el Tesoro que todos los seres humanos necesitamos para poder ser vivir felices.
Ante unas experiencias especiales, difíciles que se me presentaban, ahora, le decía Señor ¿Cómo van a ver en mi una administradora, si siento que esto me supera? y en tu Palabra me hablas de “administrar las obras misteriosas”…., y…. ¿que son obras misteriosas?, ¿Cómo aplicar lo que he orado, tu Palabra a esto que vivo?
Descubría que esas obras misteriosas están en mi, en primer lugar, al elegirme Dios ha puesto en mi su Fuerza y su Poder, y las personas las van a ver cuando tenga: “actitud de pureza de vida, espíritu abierto y bondad, con la actuación del Espíritu Santo y el amor sincero con palabras de verdad y con la fuerza de Dios, con las armas de justicia, tanto para atacar como para defender” 2Cor 6-7,
“Vean pues, en nosotros a servidores de Cristo y a administradores de las obras misteriosas de Dios. “
Esta mañana le daba gracias al Señor por el cargo de confianza que me ha otorgado sin merecerlo, por haberme llamado a servirle, a administrar la Palabra de Dios.
Frente a este encargo tan grande, “Administrador”, le pedía ayuda al Espíritu Santo para entender ¿que significa administrar?, porque si no lo entiendo, si no se lo que implica ser administrador, no voy a poder vivirlo.
El Señor me hacia entender que ad- ministrar es servir a los demás, es un titulo para repartir para distribuir, para entregar los tesoros, el alimento que corresponde, donde haga falta, y me hacia acordar a José, que fue vendido por sus hermanos y trabajó para el Faraón como ministro, y en tiempo de escasez y de abundancia, él, inspirado por Dios sabia como administrar el trigo, para que el pueblo no se muera de hambre.
Algo así entiendo que tiene que ser mi vida, aplicar la Palabra de Dios donde y como se necesite, de manera que todas las personas puedan cubrir sus necesidades vitales, porque la Palabra de Dios es una necesidad vital, es el alimento, es el Tesoro que todos los seres humanos necesitamos para poder ser vivir felices.
Ante unas experiencias especiales, difíciles que se me presentaban, ahora, le decía Señor ¿Cómo van a ver en mi una administradora, si siento que esto me supera? y en tu Palabra me hablas de “administrar las obras misteriosas”…., y…. ¿que son obras misteriosas?, ¿Cómo aplicar lo que he orado, tu Palabra a esto que vivo?
Descubría que esas obras misteriosas están en mi, en primer lugar, al elegirme Dios ha puesto en mi su Fuerza y su Poder, y las personas las van a ver cuando tenga: “actitud de pureza de vida, espíritu abierto y bondad, con la actuación del Espíritu Santo y el amor sincero con palabras de verdad y con la fuerza de Dios, con las armas de justicia, tanto para atacar como para defender” 2Cor 6-7,
Dios quiere revelarse en mi vida, seguir haciendo sus obras en los demás desde mi vida….
“Si somos administradores, entiendo que se nos exigirá cumplir.”
Que los demás noten el poder de Dios en mi vida, el dominio de mi misma, la inteligencia, para trabajar las emociones, los momentos de ira, de contrariedad frente a cosas que no se pueden evitar, tener serenidad para aceptar ciertos hechos y asimilarlos.
Ser administrador entiendo ahora que es un trabajo, ser servidor de Cristo no es para regocijarme con el cargo y dormirme, es para estar siempre despierta y de pie, como administrador bueno y fiel, que encuentre el verdadero gozo en el servicio a Cristo, San Pablo así lo entendió y así lo vivió…. como un cargo por el que tengo que responder.
Es el Ministerio mas importante del mundo: Administrar la Vida Eterna, dar la Palabra que alimenta y alegra, que da bienestar físico y espiritual, que da la Plenitud de vida a mis hermanos.
Que Maria nuestra Madre del cielo nos ayude a servir a Dios, tal como ella lo hizo, desde que dijo: “He aquí la servidora del Señor”
“Si somos administradores, entiendo que se nos exigirá cumplir.”
Que los demás noten el poder de Dios en mi vida, el dominio de mi misma, la inteligencia, para trabajar las emociones, los momentos de ira, de contrariedad frente a cosas que no se pueden evitar, tener serenidad para aceptar ciertos hechos y asimilarlos.
Ser administrador entiendo ahora que es un trabajo, ser servidor de Cristo no es para regocijarme con el cargo y dormirme, es para estar siempre despierta y de pie, como administrador bueno y fiel, que encuentre el verdadero gozo en el servicio a Cristo, San Pablo así lo entendió y así lo vivió…. como un cargo por el que tengo que responder.
Es el Ministerio mas importante del mundo: Administrar la Vida Eterna, dar la Palabra que alimenta y alegra, que da bienestar físico y espiritual, que da la Plenitud de vida a mis hermanos.
Que Maria nuestra Madre del cielo nos ayude a servir a Dios, tal como ella lo hizo, desde que dijo: “He aquí la servidora del Señor”
nila
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