El Amor se quiebra por no escuchar a Dios

Salmo 81, 7-13

¡Ojalá me escucharas Israel! No tengas en tu casa un Dios extraño, ni te prosternes ante un Dios de afuera:
Yo soy Yave, tu Dios, que te hice subir de la tierra de Egipto.
Abre tu boca y te llenaré.

Pero mi pueblo no quiso oir, e Israel no me obedeció.
Ah! si mi pueblo me escuchara si Israel fuera por mis caminos...! Salmo 81, 9-13

Si no escuchamos a Dios, ¿a quien estamos escuchando?, generalmente me escucho a mi misma, y me contesto, tengo dialogos intensos, conmigo misma, porque me pongo en el centro, y entonces vivo desconectada de Dios, porque le desplazo de su lugar, el Señor no esta llamando ahora a oirle, a no olvidarle..¿Quién fue que me liberó de enemigos tan fuertes que me tenian esclavizada?, ¿Quién me recogió cuando estaba tirada, golpeada por la vida, quién recogió mis lágrimas, me abrazó, y me cuidó como a la niña de sus ojos?.

"Yo soy Dios el Señor tu Dios que te saqué de la tierra de Egipto... "

cuando nos vemos ya bien, nos olvidamos de esos tiempos, a veces tiene que pasar una enfermedad grave, un accidente, un terremoto en nuestra vida personal, para volver a oírle....

La autosuficiencia y la soberbia me hacen pretender vivir sin su ayuda, olvidandome que sin El no puedo hacer nada.

A veces tambien me quedo escuchando las voces de extraños, que son como mis dioses porque tienen fama, honores o riquezas, su palabra para mi es mi ley, y determina como me visto, que palabras digo, que modales tengo y trato a los demas como he visto hacerlos a ellos, muchas veces maltratando al hermano humilde de la calle, que lustra zapatos, que pide limosna, que sube al micro avender caramelos, al mozo de un restaurante, etc.
Ojala me escucharas Israel...entonces amarias como yo te amo, ..

Quiebro el amor cuando no cumplo los mandamientos...lo quiebro cuando decido seguir mis criterios, cuando pierdo la paciencia, ...

Es tan frágil, mi amor Señor, que se resiente, se quiebra por cualquier cosa, llena mi corazón de tu Amor, para poder entregarme, que te escuche, que saque de mi casa, de mi corazón a esos dioses extraños, que me esclavizan nuevamente, que te oiga Señor, afina mi oído, sánalo Señor, porque se esta acostumbrando a vivir en la mediocridad y la tibieza, yo sola no puedo vivir, ¡Necesito tu poder! ¡Háblame mas fuerte Señor!, porque el pecado me ha taponeado los óídos, y a veces me cuesta reconocer tu voz.

Madre ayúdanos a cuidar y a respetar el Amor, a escuchar La Voz de Dio, su Voz que nos llama a amar por sobre todas las cosas Su voz que es sabiduria, que es suficiente para nuestra vida.

nila