PAUTAS DE ORACIÓN

El objetivo de este Blog es ofrecer a las personas que deseen aprender a orar con la Palabra: Pautas de oración.
Desde nuestro encuentro personal con la Trinidad y con María, deseamos que se contagien y deseen tambien hacer una oración contemplativo - Apostólica, que les lleve a anunciar la Buena Nueva.
Es propio de nuestro Carisma escuchar la Palabra, Asimilarla, Vivirla y Anunciarla.

martes, 11 de septiembre de 2007

El Amor de Dios nos devuelve la vida

Lucas 15,20

“Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y sintió compasión de él. Corrio a su encuentro y lo recibió con abrazos y besos”

Que grande es descubrir que aunque nos sintamos lejos del Amor del padre, su corazón está más que nunca más cerca de nuestra vida, ofreciéndonos su abrazo y perdón. La compasión del Padre es ese corazón que es capaz de comprender profundamente lo que sentimos y vivimos, pero desde dentro por que él vive en nosotros, como alguien decía:
“Dios es más íntimo a nosotros que nosotros mismos” y esto es verdad, por que Él es quien nos conoce totalmente por que es nuestro Padre, porque hemos salido de sus manos. Así también, la experiencia de sentirnos verdaderamente hijos, pasa necesariamente por la vivencia de un amor incondicional, así es el Amor de nuestro Padre Dios, que no espera que seamos buenos, perfectos, fieles para amarnos, al contrario, al amarnos como realmente somos, con toda nuestra fragilidad y debilidad, crea en nosotros un corazón nuevo, capaz de agradarle, de amarle y servirle. Su Amor y perdón nos devuelve la vida, vida que se expande, desborda como un manantial a los otros.
Exp. Yo personalmente he experimentado con mucha fuerza el Amor de Dios en mi fragilidad, debilidad, que no condena o juzga, sino que levanta, reconstruye la vida desde dentro y que me da un nueva mirada hacia mi misma y hacia los otros. Desde esta experiencia de un Dios que acepta, acoge, perdona y reconstruye la vida, que fácil es poder salir al encuentro del otro y repetir la cadena de amor que Dios ha ido fraguando.

“Pero el padre ordenó sus criados: saquen pronto la mejor ropa y vístanlo., pónganle también un anillo en el dedo y sandalias en los pies”.
Es Él quien nos devuelve la identidad de hijo, nos pone un anillo, que es un símbolo de alianza, la alianza que él ha hecho con nosotros, pero también nos calza, es decir, nos hace libre. Antiguamente el esclavo era el que andaba descalzo. Que bonito es hacer ese camino de libertad, a la que como hijo estoy llamado, es Jesús el hombre realmente libre que se pone delante de nuestra vida para enseñarnos lo que verdaderamente es ser hijo.
Seguirle y hacer este camino de liberación es ser nosotros mismos, es decir ser auténticos, y se es auténtico cuando uno se es fiel a sí mismo, ahí al mismo tiempo le estoy siendo fiel a Dios.

Margarita.

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