La Palabra de Dios que cae en tierra buena da fruto

Lunes, 17 de setiembre

Marcos 4,14-20

La Palabra es Dios, tiene fuerza para dar abundante fruto, el ciento por uno, solo busca una buena tierra donde caer, el sembrador es Dios, y lo que siembra es su Palabra.

"Los que están a lo largo del camino cuando se siembra, son aquellos que escuchan la Palabra, pero en cuanto la reciben, viene Satanás y se lleva la Palabra sembrada en ellos"

¿Como escucho la Palabra? ¿Cómo de paso?, ¿a veces tomando un café apurada por salir a trabajar?, ¿o en el micro?, ¿aprovechando el tiempo, mientras me dirijo a algún sitio?, solo mientras hago algo a lo largo de mi vida, sin sentarme a escuchar la Palabra, ¡Señor ¿será por eso que rápidamente el enemigo se lleva tu Palabra, porque te recibo superficialmente, de pasada por la vida?

“Otros reciben la palabra como un terreno lleno de piedras. Apenas reciben la Palabra, la aceptan con alegría; pero no se arraiga en ellos y no dura mas que una temporada; en cuanto viene alguna prueba o persecución por causa de la Palabra al momento caen."

Muchas veces mi corazón esta así, como ese terreno lleno de durezas, de cosas que no he resuelto aun, de rencores, de resentimientos, lleno de piedras, no le dejo sitio a la Palabra, la dejo que caiga encima de todo lo que llevo dentro…

Por eso cuando cae, me alegra, me consuela, me hace sentir bien, esas piedras se dejan regar solamente, cambian de color un ratito como cuando les cae agüita, pero no dejan que la Palabra se arraigue, porque es un terreno lleno de piedras, "no duran mas que una temporada", un tiempo muy corto, por eso cuando viene la prueba, las persecuciones, cuando quiero ser fiel a la Palabra no hay fuerza en mi para afrontarlo, cuando me dicen algo salto rápidamente, las piedras han vuelto a secarse y me da cólera todo, me fastidia la manera de ser del otro, me pongo nerviosa de cualquier cosa, porque la Palabra no esta en mi, al momento caigo….

Simplemente porque no he desocupado mi corazón, no le he dejado a Dios limpiar mi tierra antes de orar, no he sacado mis impurezas, no se las he mostrado, para pedirle perdón, para que me cure, para que su Palabra desplace todo lo que hay de negativo en mi vida, lo desarraigue, me limpie, me enseñe a desapegarme de todo lo que me esta haciendo daño.

¿Como recibes tu la Palabra?, ¿Cómo entre espinos?,

"Otros la reciben como entres espinos; estos han escuchado la Palabra, pero luego sobrevienen las preocupaciones de esta vida, las promesas engañosas de la riqueza y las demás pasiones y juntas ahogan la Palabra, que no da fruto".

Si Señor, tu sabes que escucho la Palabra, pero escucho también a los espinos, a esas hierbas malas que hay en mi, esos hábitos, esas costumbres, el hombre viejo que esta ahí siempre queriendo brotar, y no dejo a la Palabra reinar en mi, porque me falta fe.

A veces prefiero escuchar las promesas engañosas del mundo, las ofertas que veo, que se me presentan a la vista, lo que no veo, sin embargo Al que no veo no le creo, las demás pasiones me vienen a ganar el corazón, vienen a ahogar la Palabra, y se va haciendo pequeñita, sin fuerza en mi vida porque la pasión por mi trabajo, la pasión, por sobresalir en mis estudios, por querer hacerme notar en la vida, por querer ir sola; la autosuficiencia, la soberbia, o mi timidez, mi baja autoestima, son pasiones que junto con las promesas, las palabras de halago, las cosas del mundo, juntas, ahogan lo que la Palabra quiere hacer en mi, y mi vida ...no da fruto.
Porque no he dejado a la Palabra crecer en mi dejé que los espinos las malas hierbas... ahoguen la Voz de Dios.

"Para otros se ha sembrado en tierra buena. Estos han escuchado la Palabra le han dado acogida y dan fruto: unos el treinta por uno, otros el sesenta y otros el ciento."

Señor hazme hoy día ser esta tierra buena, que escuche tu palabra con todos los oídos puestos en ti, dejarme trabajar por ti, poder ser sincera contigo, para dejarme limpiar las piedras, ser sincera conmigo misma, abrirte mi corazón, con humildad, con la sencillez de esa tierra que se deja remover, escarbar, y no oculta por miedo nada, por no darte tiempo no se deja escudriñar, renovar, amar por tu Palabra que siempre viene a hacer que mi vida produzca frutos, deseo acoger tu palabra como discípulo, porque tu Palabra viene a hacer que mi vida de fruto, tu intención es que de abundante fruto, ciento por uno...no pocos frutos, sino esos frutos deliciosos, dulces, que mi familia espera, que el mundo espera...

Señor ayúdame a no dejar que nada ni nadie me arranque la alegría de tenerte en mi vida, que tu Palabra me acompañe donde vaya, que permanezca en ti cada minuto de mi vida, que no me deje deslumbrar por las promesas engañosas de la riqueza, del dinero porque tu Promesa vive en mi, el Espíritu Santo mora en mi dándome todo lo que necesito, cualquier promesa del mundo solo es promesa de temporada nada mas..

Madre ayúdame a ser esa tierra dócil y buena, que sea humilde, que escuche la Palabra, y le de buena acogida, que me deje hacer por el Señor, como tú Madre que fuiste esa tierra excelente, que dio ciento por uno, que solo le dijo "Hágase", para que las promesas de Dios se cumplan en tu vida y la Vida de todo nosotros.

Gracias Señor por que esos frutos que mi vida de, van a hacer que mis hermanos te encuentren y sean discípulos tuyos también. Que todos vayamos por el mundo dando frutos de vida predicando el Evangelio. Gracias Señor.
nila