En nuestra predicación debemos tener plena confianza en la Palabra de Dios

"En nuestra predicación debemos tener plena confianza en la palabra de Dios y en la predicación viva de la misma, pues como dice la iglesia “el más hermoso testimonio se revelará a la larga impotente, sino es esclarecido, justificado-lo que San Pedro llamaba - explicitado por el anuncio claro e inequívoco del Señor Jesús” EFMVD 138


Comunicamos, damos a conocer lo que profundamente oramos y vivimos. Es Dios quien a través de nuestra vida y palabra se manifiesta, se da a conocer.

La predicación, nace de ese encuentro personal, íntimo, cercano, afectuoso, de ese encuentro que no me deja igual, sino que me transforma la manera de pensar, sentir, la manera de vivir y desde esta experiencia puedo dar razón de mi esperanza a través de esa palabra explícita o predicada.

El cristiano está llamado a integrar la vida y la fe. Somos cristianos donde estamos, y la vida debe acompañar nuestra predicación, es decir lo que anunciamos. Es ahí donde la palabra de Dios, que es Dios mismo, se hace creíble, confiable para quienes la escuchan o reciben.

Por otro lado, que importante es ser concientes que no somos perfectos, que no lo tenemos todo trabajado, curado o sanado en nuestra vida., ya que llevamos este tesoro de la palabra de Dios en vasijas de barro, porque así es nuestra vida, frágil, débil, pero es en esta vasija de barro donde su fuerza, su poder se manifiestan con mucha más claridad.

Por eso Dios nos invita a que con humildad cada día nos pongamos en sus manos, con la confianza y certeza de que él se manifestará a través de lo que somos.
Dios se expresa a través de nuestro ser. A través de esa palabra explícita, pero también a través de ese lenguaje no verbal que a veces dice más que las palabras.

Margarita Rodriguez