“Porque yo no he hablado por mi propia cuenta, sino que el Padre al enviarme, me ha mandado lo que debo decir y como lo debo decir.
Yo se que su mandato es vida eterna, y yo entrego mi mensaje tal como me lo mandó el Padre.”Juan 12, 49-50
Cuando voy a hablar de la Palabra, a predicar, a entregar el Mensaje, debo hacerme consciente de que llevo un mensaje muy importante, soy mensajera de Dios, llevado Palabra de Vida Eterna…que el Padre me ha dado.
Por eso necesito hacer oración antes de ir, trabajar la Palabra, escucharla primero, asimilarla, y vivirla, para anunciarla, de lo contrario estoy yendo con mis propias palabras, por mi propia cuenta.
Cuando oro con la Palabra, recibo lo que debo decir y como lo debo decir, porque le he preguntado ¿Señor que quieres que diga?, a esta persona que siempre escucha la Palabra y la olvida, a esta que se duerme en las charlas, a la que llega tarde a la escuela, a la que sale y sigue contestando mall, a la que siempre critica a la que le gusta mentir… ¿Señor que mensaje le doy?
Si no le pregunto, puedo ir buscando contentar a las personas, para no perder su asistencia a las charlas, su afecto; o para quedar bien, hablo por mi cuenta “muy bonito”, usando términos, expresiones de otros, lo que he leído, lo que me ha gustado de algún artículo….para ganar aplausos, o admiración…pero no doy lo que Tú me estas mandando: la esencia de tu Palabra, porque tu Espíritu no lo he recibido porque no te he dado tiempo, trabajar mi vida, para asimilar tu Palabra…dejándome seducir por ti primero, enamorar, conquistar mi corazón, para ir como irías tu mismo…
“Yo soy El te que envía, yo te he elegido entre muchos, para que seas tú quien me prepare el camino y lleve al mundo mi alegría…mi mensaje es vida eterna, mi mensaje, es amor, paz, perdón, misericordia alegría…”
Señor ¿como lo debo decir?...”Como te lo estoy dando, con este mismo Amor, sin juzgarte, porque yo he venido a salvar, no a juzgar el mundo, con esa misma ternura, del Padre, se fiel a mi mandato, no rebajes la Palabra haciéndola a la medida del que te escucha.
La Palabra es única indeformable, tiene todo lo que ustedes necesitan, no hay que añadirle, nada ni corregirla”
Señor hay sectas que usan la Palabra para dar miedo a la gente, ¿Que piensas tu Señor de esas hermanitos?
Que están equivocados, mi Palabra siempre es salvación, es Vida, es Amor”…ellos van por su propia cuenta, porque no reciben mi mensaje, reciben el mensaje de otros, de jefes que tienen otros intereses, van por cuenta de otros “padres”, de otros jefes.
Antes Señor, yo iba con miedo a predicar, porque sin saberlo quería quedar bien con las misioneras, con la comunidad, porque estaba equivocada y creía que eran personas las que me enviaban…y por eso nunca me quedaba tranquila después de predicar, quería palabras de aprobación, pero cuando descubrí que eras Tu, quien me enviaba…que libertad, que gozo, que confianza, para hablar, para quedarme orando por las personas en lugar de mirarme a mi mismo, de pensar como habré quedado….
Perdóname Señor por cada vez que no trabajo tu Palabra, no la oro, que no la preparo, antes de ir a predicar, por ser mala mensajera por no llevar tu mensaje, como Jesús…que lo hace suyo…
“Yo entrego MI mensaje tal como me lo mandó el Padre”.
ahora se que tengo que hacer mía tu Palabra, tu mensaje hacerlo carne en mi para darlo con la misma actitud que tu me la das, tener gestos, mirada, voz, que lleven a mi hermano a creer en ti, a recibirte y amarte a ti Señor…que tu quedes Grande y yo desaparezca…que tu Palabra en si tiene todo porque es Vida Eterna.
así como me transformó a mi, tu palabra tiene fuerza para transformar a mis hermanos…que confianza Señor cuando voy a predicar, saber que llevo en mi pobreza la riqueza de tu mandato…
Gracias Señor por tanta confianza, por decirme lo que debo decir cada mañana y como lo debo decir….
Madre Nuestra danos tu bendición para ser fieles al mensaje de nuestro Padre Dios, tal como lo hizo Jesús.
nila
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