PAUTAS DE ORACIÓN

El objetivo de este Blog es ofrecer a las personas que deseen aprender a orar con la Palabra: Pautas de oración.
Desde nuestro encuentro personal con la Trinidad y con María, deseamos que se contagien y deseen tambien hacer una oración contemplativo - Apostólica, que les lleve a anunciar la Buena Nueva.
Es propio de nuestro Carisma escuchar la Palabra, Asimilarla, Vivirla y Anunciarla.

martes, 31 de octubre de 2017

«Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y amarás a tu prójimo como a ti mismo».


En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, formaron grupo, y uno de ellos, que era experto en la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?» 
Él le dijo: «"Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser." Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas.»
Mateo (22,34-40)

Buenos días querida y Amada Trinidad Papá Dios, Jesús, Espíritu Santo, buenos días Mamita María, gracias por invitarnos a estar en vuestra presencia al comienzo de este día, porque el estar con ustedes, es lo más importante, para poder desarrollar mi vida eterna, para vivir el proyecto de amor que han pensado para mi, gracias por mirar mi vida  con  esperanza , con fe, gracias por animarme a levantarme cada mañana y buscarles como el bebé busca la leche de su madre, (ref: 1Pe  2,2) su primer alimento, para poder desarrollarse y crecer. Gracias por todos los que escucharan las pautas, que a ellos Señor les llegue tu amor, lleguen tus bendiciones a todos mis hermanos para poder juntos amarte, y amarnos unos a otros como Tú nos amas.

Queridos hermanos, la Palabra de Dios, aunque la hayamos escuchado muchas veces, siempre será nueva,   porque quiere tocar la realidad que hoy estoy viviendo, y actualizarla en mi vida con su Fuerza renovadora, poderosa,  capaz de crear en mi cada día el Hombre nuevo, en Cristo, hecho por amor y para amar.
Me llama por eso mucho la atención, la respuesta que da Jesús a los Fariseos, les dice, les asegura, que en el  amor a Dios y el amor al prójimo se fundamenta  toda la Ley y los Profetas, es decir de todas las Escrituras, todo lo que puedan saber de Dios, el Amor es la Base, la Roca, la Peña sobre la que se fundamenta todo lo que puedan hacer, decir, enseñar.

Los Fariseos tenían más de 200 leyes y más de 300 preceptos, pero estaban confundidos,  muy desorientados, a pesar de sus malas intenciones al interrogar a Jesús, El  quiere hacerles entender que todo eso que saben debe fundamentarse  en el Amor a Dios para poder amar al hermano,   con su mismo Amor,  ya sea pecador, prostituta, publicano, leproso, hemorroisa, enfermo etc, que  no le marginen, no le desprecien por hacer las cosas que hace, por alguna enfermedad, o trauma…mas allá de lo que tu hermano haga , tu ama a Dios y amale a él cómo  te amas tú, porque eres amado de Dios, en tu esencia, no por lo que hagas o hayas hecho, eres amado por Dios, porque te ha creado porque eres su hijo asi como tu hermano también es su hijo.

En mi vida, yo he experimentado este amor de Dios, tan excepcional, tan grande que me ama así como soy y con las cosas que he vivido, Su amor se derramó en mi vida,  de manera tan grande, tan impresionantemente, grande que me hizo cambiar, porque me hizo descubrir gracias tambien a las misioneras VD , que me enseñaron a orar, a la predicación de la Palabra a sus formaciones,  cual era mi identidad verdadera: Yo era amor, hija del Amor, para vivir para el Amor.
En nuestra historia, en nuestra vida personal desde niños, puede haber muchas cosas escritas, muchas leyes recibidas, preceptos y normas aprendidas de muchas formas de muchas personas, que  muy bueno todo pero lo que me dice Jesús, ahora es que todo ello debe estar fundamentado en el Amor a Dios y al prójimo, o sea el Amor deberá ser  la Base de todo lo que yo haga, de todo lo que emprenda, lo que yo viva.

Lo que Dios me pide hoy es que le ame con todo que mi corazón, con toda mi mente y con toda mi alma, que El sea el centro de todo lo que viva, que su Amor sea la Fuente de donde saque, paciencia, servicio, comprensión, compasión, perdón sobre todo. Señor me pides que te ame, por sobre todas las cosas, para tener fuerza, valor,  decisión para poder sacar de mi ser, todo apego a personas a cosas, a ideas, falsas, creencias, a costumbres, hábitos aprehendidos, a todo lo que me contamine el corazón, la mente, la vida lo que no me deje vivir mi identidad de ser amor...

Por eso estar con Él cada día, y de manera personal,   será vital para poder definirme a lo largo del día, como un ser hecho por y para el Amor,..Ya lo decía san Pablo, “si yo no tengo amor,  no soy nada”, (1Cor 13,16), si no me encuentro con el Amor con mayúscula, no tendré la fuerza para amar, para olvidarme de mis sentimientos, renunciar a mis propias leyes, para aceptar a mi hermano como es, (renegón, seco, desamoroso, desatento, frio)  y  que en vez de pedirle o exigirle que me ame, que sea como quiero que sea para sentirme feliz, le ame, y  acepte, como Dios me ama y acepta a mí, que tal vez soy peor,  y que sea yo quien le dé amor , quien le ame con el verdadero Amor de Dios.
Que pueda yo  mirar a mi hermano, de una manera nueva, como Dios le mira, mirarle como Dios me mira a mí, con compasión, con esperanza, con Amor, sintiéndome co-responsable de su vida eterna, de su salvación, de su crecimiento, responsable porque mi vida si la vivo con coherencia, le ayudará a descubrir también su propia identidad, su propio proyecto todo esto por la Gracia de Dios por su amor, y del cual El me hace su instrumento palpable.

La alegría de ser amados por Dios inunde nuestro corazón, nos haga vivir en fraternidad,    y elijamos ser Amor, en donde estemos, en  el espacio, y tiempo que nos toque vivir.

Que nuestra Madre María ruegue por nosotros nos anime y levante cada día para encontrarnos con el Amor, con nuestro Padre Dios, y poder amarle con todas nuestras fuerzas, nuestro corazón y nuestra mente. Que hoy tengamos un lindo domingo, disfrutando de todas las experiencias   que el Señor nos regale. ¡¡El Señor nos ama mucho!!

domingo, 15 de octubre de 2017

“Vayan ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encuentren invítenlos a la boda”


 “En aquel tiempo, de nuevo tomó Jesús la palabra y habló en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
— «El Reino de los Cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Mandó criados para que avisaran a los convidados a la boda, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados, encargándoles que les dijeran:
“Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Vengan a la boda”.
Los invitados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios; otros agarraron a los criados y los maltrataron hasta matarlos.
El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados:
“La boda está preparada, pero los invitados no se la merecían. Vayan ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encuentren invítenlos a la boda”.
Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de invitados. Cuando el rey entró a saludar a los invitados, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: “Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta?”.
El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los sirvientes: “Átenlo de pies y manos y arrójenlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes”.
Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos».
Mt 22,1-14

 En las Lecturas de este Domingo, Jesús se sigue dirigiendo a los sacerdotes y ancianos del pueblo, vuelve a presentarles una parábola  que refleja su dureza para aceptarle como el Hijo de Dios.  Jesús presenta el Reino de los cielos, como a un Padre Bueno, generoso, alegre, que quiere compartir su Reino con su pueblo.
Por eso les dice:  «El Reino de los Cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo” manda criados a avisar a los invitados a la boda, pero estos no quisieron ir, y vuelve a insistir, les manda de nuevo avisar con el encargo de que les digan:
“Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Vengan a la boda”. 
Les da detalles de lo que ha preparado a ver si así aceptaban, pero los invitados no hicieron caso.

Que feo es que cuando uno ha preparado una fiesta con tanto detalle, con tanto cariño, y que no venga nadie, que te desaíren, uno ya no vuelve a invitar mas a esas personas;  pero el corazón de Dios es diferente, Él es todo misericordia, perdón y generosidad, El siempre nos seguirá llamando, siempre insistirá con nuestra vida, porque nos ama sencillamente y nos ama porque somos sus hijos, hoy mismo nos está invitando, ¡Vengan a la fiesta! ¡Todo está a punto, preparado especialmente para ti! ¿Quién será el escuche su Voz, y acuda a su llamado?

El rey al ver que no venia nadie, dijo a sus criados:“La boda está preparada, pero los invitados no se la merecían. Vayan ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encuentren invítenlos a la boda”.

Quizás muchos de nosotros podemos sentirnos identificados  como los invitados en el cruce del camino… ¿En el cruce de que camino nos habrá encontrado el Señor? ¿Sin saber a dónde ir?, inseguros, indecisos, viviendo vacios, sin sentido, desorientados, equivocados tal vez; pero ahí el Señor salió a nuestro encuentro, de repente a través de la prédica de una persona, una misionera, su Palabra nos abrió el camino para llegar a Él, ¡Que Grande y Generoso es el Señor, estábamos perdidos, y fuimos encontrados, no pertenecíamos al pueblo de Dios, ahora somos su pueblo  y por pura Gracia estamos  invitados al Banquete del Reino! ¡Gracias Señor!.

En la última parte de la parábola, dice Jesús que   “Cuando el rey entró a saludar a los invitados, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: “Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta?”.

Uno puede pensar, pero si  ha aceptado la invitación, ¿por qué reacciona el rey así?  No es porque sea pobre o no tenga vestido, el vestido de fiesta al que se refiere Jesús en la Parábola, es a la vestidura espiritual, a la vestidura de los elegidos. “Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos». 

Muchos podemos sentirnos llamados por Jesús a participar en las labores pastorales de la Iglesia,   y estar muy  agradecidos por ser discípulos, misioneros,  sacerdotes etc. pero no por eso podemos vivir como si ya tuviésemos ganado el cielo, para ser elegidos necesitamos ponernos la vestidura de Cristo, como dice San Pablo: 
Pónganse, pues, el vestido que conviene a los elegidos de Dios, sus santos muy queridos: la compasión tierna, la bondad, la humildad, la mansedumbre, la paciencia.  … pues para esto fueron llamados y reunidos”.  Colosenses 3,12.14 
Ser llamado y aceptar la invitación es un primer paso, pero tenemos la responsabilidad de responder a ese llamado  haciendo cambios en nuestra vida, implica orar cada día, para ir cambiando las vestiduras del hombre viejo, para vestirnos de Cristo, es un proceso de ir convirtiéndonos cada día, para poder ser elegidos por el Señor, para merecer la invitación que El nos está haciendo al Banquete del Reino de los cielos.
Vamos a darle gracias al Señor por llamarnos, por invitarnos al Banquete  el Reino de los cielos  por preparar para nosotros   “cosas ricas y  comidas exquisitas”. Is 55,2 por invitarnos al Banquete, de tu Palabra, gracias Señor por la Eucaristía, el Pan del Cielo que preparas para mi cada día, que me fortalece, que me salva, por eso te digo, cuenta conmigo Señor para salir a invitar a mis hermanos al Banquete del Reino de los cielos.
Preguntas para nuestra oración personal:

1)      ¿encuentro en mi vida “asuntos urgentes” que me impiden aceptar la invitación de Dios?
2)      ¿Me identifico con el invitado encontrado en el cruce del camino? ¿Me siento agradecido y comprometido con el Señor?

3)      ¿Cual es traje que  Dios espera de mí para poder participar en el Banquete del Reino de los cielos? Concretamente: ¿humildad, compasión tierna? ¿Paciencia, bondad, mansedumbre,   amor fraterno, etc?

domingo, 8 de octubre de 2017

Les envió a su hijo diciendo: "A mi hijo le respetarán".


 En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo esta parábola: "Era un propietario que plantó una viña, la rodeó de una cerca, cavó en ella un lagar y edificó una torre; la arrendó a unos labradores y se ausentó. Cuando llegó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores para recibir sus frutos. Pero los labradores agarraron a los siervos, y a uno le golpearon, a otro le mataron, a otro le apedrearon. De nuevo envió otros siervos en mayor número que los primeros; pero los trataron de la misma manera. Finalmente les envió a su hijo, diciendo: "A mi hijo le respetarán." Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron entre sí: "Este es el heredero. Vamos, matémosle y quedémonos con su herencia." Y agarrándole, le echaron fuera de la viña y le mataron. Cuando venga, pues, el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?» Dícenle: «A esos miserables les dará una muerte miserable arrendará la viña a otros labradores, que le paguen los frutos a su tiempo». Y Jesús les dice: « ¿No habéis leído nunca en las Escrituras: La piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido; fue el Señor quien hizo esto y es maravilloso a nuestros ojos? Por eso os digo: Se os quitará el Reino de Dios para dárselo a un pueblo que rinda sus frutos». Al oír estas palabras, los sumos sacerdotes y los fariseos comprendieron que Jesús las decía por ellos y quisieron aprehenderlo, pero tuvieron miedo a la multitud, pues era tenido por un profeta.Mateo 21,33-43

Esta mañana le pedía al Señor me regale el don del entendimiento, para escucharle y comprender lo que hoy nos quiere decir, le pedía un corazón muy humilde, mucha sencillez para acogerle, para recibir su mensaje, sus palabras que para mí son Vida, Señor tu Palabra es lo Único cierto, lo único verdadero, el Tesoro mas grande, que yo tengo, Tú eres todo lo que necesito para vivir, para amar,  para poder dar los frutos que esperas de mi y ofrecerlo a mis hermanos.

En el evangelio de hoy día, Jesús se dirige nuevamente a los sacerdotes y ancianos de Israel, a las autoridades religiosas de su pueblo, de su amada viña…ese pueblo que liberó de la esclavitud de Egipto, al que llevó por el desierto hacia la tierra prometida, al que alimentó y dio de beber en tiempo de hambre y de sequía,  su amada viña, ahora se dirige, a los cuidadores de su viña...y para retratar su actitud de rechazo, les pone el ejemplo del propietario de una viña, que plantó cepas escogidas en ella y  después de despedregarla, cavó un lagar, y una torre para vigilarla, y dejándola lista, les encargó a los labradores, que la cuiden, para que diera frutos y recoger a su tiempo la parte acordada.

El dueño se ausentó dejando con confianza la viña a los labradores, pero estos se apoderaron de la viña, se olvidaron que no era suya, y se negaron a enviar los frutos al dueño,  es más,  apalearon, apedrearon y mataron a sus  enviados, entonces  el Dueño decidió enviar a su Hijo diciendo:  "Tendrán respeto a mi hijo."  Pero ellos  se dijeron: "Éste es el heredero, venid, lo matamos y nos quedamos con su herencia." Y, agarrándolo, lo empujaron fuera de la viña y lo mataron.

Jesús les preguntó  ¿cuando venga el Dueño, que hará? le dicen: «Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores, que le entreguen los frutos a sus tiempos.» 
La parábola va dirigida a los  fariseos y sumos sacerdotes, y para todos los que nos adueñamos de la viña del Señor, los que nos creemos “importantes”, y somos incapaces de reconocer a Jesús como el Hijo de Dios que viene con toda autoridad, enviado por el Padre.

Veía a Jesús tan triste como diciéndonos, por favor, sed jueces entre mí viña y yo. ¿Qué otra cosa pude hacer a mi viña que no se lo hice? ¿Por qué, esperando que diera uvas, sólo ha dado racimos amargos? Is 2-4
Después de habernos hecho tanto Bien, Cuando el Señor venga, ¿qué frutos encontrará en nosotros? Dios nos ha dado todo para ser felices, para  amar, para vivir en fraternidad, humildad para servir a los hermanos  para no adueñarnos de las cosas, o de las personas disponiendo de ellas,  porque con Él lo poseemos todo, Dios Padre nos ha dado a su propio Hijo que por nosotros murió y resucitó.  ¿Que mas puedo hacer por ti que ya no lo haya hecho?

Nosotros somos ahora su pueblo al que Dios ha encargado el Reino de los cielos, El Reino que nos ha sido dado por pura Gracia. Por eso Él se ha convertido  para nosotros en la  Piedra Angular, sobre la que nuestra vida se va construyendo, la Piedra que tantas veces hemos ignorado, que hemos hecho a un lado, ahora es vital para nosotros, ¡Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente! Podemos ver en nosotros este milagro cada día, ¿de dónde nos salen frutos de amor, de paciencia, de tolerancia, de entrega?..El Señor lo hizo y esto es maravilloso!

Gracias Señor por darnos el Reino de los cielos, gracias porque nos sentimos tu viña, a la que cuidas con tanto amor, con tu  Palabra con la Eucaristía, gracias por toda la Iglesia, por los consagrados, gracias por cuidarnos a través de ellos, te pedimos nos des sabiduría, y todo lo que necesitamos cada día para producir frutos de paz, de justicia de fraternidad, de Amor. Gracias Padre por cuidar tu viña, gracias por confiar en nosotros, gracias por darnos el Reino de los cielos.
Gracias Madrecita por cuidar nuestra vida para Dios.



domingo, 1 de octubre de 2017

“Hijo, ve hoy a trabajar en la viña.". Mateo 21 28-32


  En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: "¿Qué opinan de esto? Un hombre que tenía dos hijos fue a ver al primero y le ordenó: 'Hijo, ve a trabajar hoy en la viña'. Él le contestó: 'Ya voy, Señor, pero no fue.
El padre se dirigió al segundo y le dijo lo mismo. Este le respondió: 'No quiero ir', pero se arrepintió y fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?". Ellos le respondieron: "El segundo". 
Entonces Jesús les dijo: "Yo les aseguro que los publicanos y las prostitutas se les han adelantado en el camino del Reino de Dios. Porque vino Juan, predicó el camino de la justicia y no le creyeron; en cambio, los publicanos y las prostitutas sí le creyeron. Ustedes, ni siquiera después de haber visto, se han arrepentido ni han creído en él". 
Palabra del Señor.

Vamos a empezar este momento de oración con  el Salmo 25, 4-5 “Señor, enséñame tus caminos, instrúyeme en tus sendas: haz que camine con lealtad; enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador, y todo el día te estoy esperando. 
Para poder profundizar en nuestra oración es importante, ponernos en el contexto o hacer una composición de lugar, Jesús había sido interrogado por los sacerdotes y autoridades judías, ¿con que autoridad haces todas estas cosas? Y Jesús les va a dar una respuesta pero desde la parábola de los dos hijos a los que su padre envía a trabajar a la viña.
Y al orar me llamaba la atención varios detalles: Que el padre, se acerca a cada uno de sus hijos, de manera personal, tan  paternal, para decirles  “Hijo, ve hoy a trabajar a la viña”. El primer hijo le dice “no quiero”, con que aspereza, con que frialdad.
Cuántas veces habremos contestado al Señor “no quiero”, “no quiero saber nada de ti”, “no me interesas,  quiero hacer mi vida”  …Cuantos años habrán pasado y cuantas cosas hasta  que un día,  arrepentidos, de habernos equivocado, como el hijo pródigo (Luc 15)  hemos vuelto a Él, a su viña.
El primer hijo es la comparación de los publicanos y prostitutas, de los pecadores, los presos, homosexuales, enfermos del sida, con adicciones, divorciados, madres solteras, es decir, todas las personas que son por lo general marginadas, estas personas, muchas veces, han tenido más sensibilidad para escuchar el llamado del Señor, han tenido un verdadero arrepentimiento y han empezado un camino de conversión y  con un corazón agradecido  ante la misericordia de nuestro Padre Dios, que nunca los ha marginado ni olvidado, y que siempre los ha estado esperando van a trabajar a la viña. Dijimos no quiero, pero arrepentidos hemos vuelto para obedecerle con todo nuestro corazón.
El segundo hijo, dice “Yo voy Señor”, con respeto, aparente sumisión, obediencia, pero no va. Es difícil decir no para algunos, se dice si para complacer, quedar bien, pero es un si falso, sin voluntad de obedecer.
 Señor cuantas veces también te hemos  dicho “si voy”, cuenta conmigo…gracias por tu confianza…pero luego por pereza, por falta de voluntad,  nos desanimamos, nos desviamos, o lo que es peor  no hemos  valorado tú llamado, tu invitación a trabajar contigo en tu viña, no fuimos, preferimos nuestros “asuntos personales” a cumplir tu voluntad ocuparnos de tu viña, de nuestros hermanos.
Jesús les pregunto, ¿qué os parece?¿Cuál de los dos hizo lo que quería el Padre?..Su pregunta a los sacerdotes y autoridades judías, era una manera de hacerles ver su desobediencia, que necesitaban conversión y aquí ellos mismos son los que se juzgan,  cuando responden: El primer hijo, obedeció la voluntad de su padre. Dijo que no, pero fue…
Ellos, estaba actuando como el segundo hijo, que inicialmente habían dicho sí al padre, pero no habían hecho lo que el Padre quería, porque no quisieron aceptar el mensaje de Juan Bautista, que venía como mensajero de Dios, precursor del Mesías.
 Así, por medio de la parábola, Jesús lo cambia todo: aquéllos que eran considerados pecadores, marginados,  (publicanos y prostitutas)  eran en verdad los que habían obedecido a Dios creyeron en el mensaje de Juan el Bautista, hicieron la cola para bautizarse, tenían deseos de cambiar, empezar una vida nueva.   Mientras los que se consideraban obedientes a la ley de Dios, (sacerdotes, autoridades religiosas) eran en verdad los que desobedecían a Dios.
Hoy también el Señor nos pregunta ¿Qué os parece cuál de los dos hijos fue obediente, e hizo la voluntad de su padre de ir a la viña a trabajar?  Fijarnos como estamos respondiendo al Señor, como el primer hijo, como el segundo, como los sacerdotes?¿.con que personaje me identifico?.
¿Que necesito cambiar? Vamos a pedirle al Espíritu Santo, entendimiento, y capacidad de orar con la Palabra de Dios para poder estar ya en el camino del Reino de Dios.

Agradecerle por invitarnos desde que nos levantamos cada día, en su HOY eterno, a trabajar en su viña;  nuestro trabajo será amar, dar amor, sentirnos amados por nuestro Padre Dios

Pedirle también a nuestra Madre María, que nos guie, nos ayude a poder ser hijos obedientes, como Jesús, y que El nos regale un corazón arrepentido, convertido, atento, para  volver a escuchar su llamado, y volver a su servicio.