"Sin embargo muchos de los judíos creyeron en Jesús, incluso algunos de los mas importantes, pero no lo decían en público por miedo a los fariseos, para que no los expulsen de las Sinagogas preferían la gloria de los hombres a la Gloria que da Dios." Jn 12, 42-43
El Señor comenzaba la oración llamándome a la reflexión tanto unitaria como comunitariamente. Cuántas veces nosotros, los seres humanos ocultamos nuestra fe por miedo a la discriminación, a ser objeto de burlas, a no ser aceptados, a no ser incluidos por los demás, a no ser considerados por los demás, y no nos dejamos amar por el Señor pues estamos tan pendientes del amor humano que no aceptamos el Amor de Dios por el que dirán, porque el amor humano muchas veces puede mas que el Amor de Dios.
Cuando lo externo tiene mas fuerza que nuestra fe, buscamos tener la atención de las personas y no reconocemos que su Palabra es la que nos va a dar la vida, que nos hace crecer en la vida, que su Amor nos hace madurar en la fe, que solo tenemos que abrirnos a su Palabra; y que no basta ir a la Escuela de la Palabra, dar pautas, cuando nuestra fe no es la suficiente para salir del closset y defender nuestra creencia, predicar con fuerza que el Amor de nuestro Dios sana, nos levanta, nos devuelve la dignidad, nos devuelve la vida, nos hace familia con Él.
Dejémonos abrazar por el amor de Dios y recibir el aire puro de la Vida.
Liliana
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