PAUTAS DE ORACIÓN

El objetivo de este Blog es ofrecer a las personas que deseen aprender a orar con la Palabra: Pautas de oración.
Desde nuestro encuentro personal con la Trinidad y con María, deseamos que se contagien y deseen tambien hacer una oración contemplativo - Apostólica, que les lleve a anunciar la Buena Nueva.
Es propio de nuestro Carisma escuchar la Palabra, Asimilarla, Vivirla y Anunciarla.

domingo, 26 de agosto de 2007

Guarda limpio el Amor

“El camino de los malos es como tinieblas, no advierten lo que los hará tropezar. En cambio, la senda de los justos es como luz del alba, que va en aumento y crece hasta el mediodía”
Prov. 4, 18-27

Queridos hermanos, ofrezcamos nuestro corazón al cuidado de Dios, que Èl guíe nuestra oración y escuchemos lo que dice su Palabra, que podamos entrar en el entendimiento misterioso de su Amor, que en estos momentos aún de zozobra y dolor por nuestros hermanos del Sur, el represente el sosiego que necesita nuestra alma.

Hoy más que nunca debemos estar atentos a lo sucede a nuestro alrededor y en nuestro interior, porque el mal está en medio de nosotros y nos hace tropezar, nos pone los caminos de tinieblas y caemos muchas veces, al decir alguna palabra hiriente, al dejarnos llevar por la ira, o por la impaciencia, o devolver algún ataque…


En cambio la senda del bien nos hace actuar con Amor, porque estamos de la mano de Dios que guía nuestros pasos por el buen camino, que nos avisa cuando hay una piedra y nos hace esquivarla para no caer.
Eesos momentos en que hemos perdonado, en que hemos aceptado a las personas como son, en que hemos pisado nuestro orgullo y dar el paso primero, en que hemos amado como Dios nos ha enseñado y nos lo enseña cada día, allí Dios es feliz.
Èl, que es luz del alba que va en aumento, porque nuestra vida va cambiando y lo notamos, somos esa luz que va creciendo y hace madurar nuestra vida aunque no nos demos cuenta, que aunque a veces sintamos esos tropiezos o esos volver a “lo mismo de antes”, Dios ya ha puesto en nosotros la semilla y ya germinó….


“Atiende, hijo mío, mis palabras, inclina tu oído a mis razones. Jamás las pierdas de vista, deposítalas en lo íntimo de tu corazón”

“Escúchame cada vez más, ven a mi querida hija”. Señor cuanto necesitamos oír tu Palabra, experimentar tu compañía, tu afecto, a través de las personas que nos amas, allí estás tu Señor, en esos gestos de amor, en esos agradecimientos, en la belleza de la naturaleza, la cotidianeidad misma, allí está tu compañía, en cada momento, danos Señor unos ojos puros e inocentes para ver la grandeza de tu Amor en lo pequeño.

“Porque son vida para los que las reciben, medicina para todo hombre”

Que grandeza Señor escuchar de tu propia boca que lo que nos das es vida para los demás, que nuestra entrega es vida para otros hermanos que sufren, que necesitan y claman por ti, que esto que recibimos de ti es vida para nuestras familias, esposos, padres, hermanos, compañeros de trabajo y universidad, y los que vendrán, nuestros hijos y nietos y así por generaciones, medicina para el alma, que grandeza Señor tu gesto para con nuestra pequeña vida y miserable, que Tú la hagas tan grande y valiosa, somos realmente bendecidos por tu Amor.

“Antes que nada guarda tu corazón, porque de èl mana la vida. Aparte de tu boca la mentira, aleja de tus labios la falsedad”

Y claro Señor, Tú nos enseñas que a través de nosotros mana la vida que quieres dar a los demás, por ello debemos cuidar muy bien nuestro corazón, de que lo alimentamos y que dejamos salir, quizás esos programas de televisión que no nos ayudan a tener un corazón limpio, o escuchar aquellos comentarios que pueden mancharlo….Señor danos sabiduría para reconocerte en esos momentos y optar por éste tu mandato: Guardar nuestro corazón. Que de nuestra boca solo salga tu Verdad.

“ Que tus ojos miren de frente y tus párpados se dirijan derechos ante ti”


Que no nos avergoncemos de ti Señor, que podamos mirar de frente al pecado y luchar por nuestros ideales, por nuestra dignidad, por nuestros valores, que los sentimientos de culpa no nos lleve a escondernos o a callar, sino a corregir nuestros errores y enfrentar nuestros temores, porque somos Hijos de Dios y somos invalorables, hechos de su Sangre y de su Carne, Cuerpo de Cristo.

“Examina la senda en que pones tus pies, así serán firmes todos tus pasos. No te desvíes ni a la derecha ni a la izquierda, aleja tus pasos del mal”

“No te vayas ni a uno ni al otro extremo, ve por lo correcto, por lo que es bueno, lo que te da la paz”. Aún nos sea difícil reconocer el camino, que podamos pedir luz al Señor para poder caminar firmemente, pues ello nos fortalecerá aun más, nos ayudará a mantener nuestras convicciones, a diferenciar el bien del mal; solo el Amor lo puede todo, afiancémonos Al que es Todo Amor, que sostenga nuestra vida y nuestros pasos, que podamos entregarla libremente y darla a los demás.

Gladis Avilés

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