PAUTAS DE ORACIÓN

El objetivo de este Blog es ofrecer a las personas que deseen aprender a orar con la Palabra: Pautas de oración.
Desde nuestro encuentro personal con la Trinidad y con María, deseamos que se contagien y deseen tambien hacer una oración contemplativo - Apostólica, que les lleve a anunciar la Buena Nueva.
Es propio de nuestro Carisma escuchar la Palabra, Asimilarla, Vivirla y Anunciarla.

lunes, 1 de junio de 2009

Esto es obra de la Mano del Señor

Tobías: 1, 3; 2, 1-8; Marcos: 12, 1-12

"Un hombre plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó un lagar, construyó una torre para el vigilante"
El que plantó la viña, fue el mismo Dios, quien plantó en nuestro corazón la viña del Amor y la cuidó mientras nosotros le demos la plena libertad para que lo haga, y no sólo eso sino, nos dio medios para salvaguardar ese Amor-Vida, que nos dio; incluso no dudó en demostrarnos su verdadero Amor, a través de un Amor concreto y visible que es Jesucristo.

Y hoy, el Señor nos invita a pasear por su viña: «Un hombre plantó una viña (...) y la arrendó a unos labradores» (Mc 12,1).
Todos somos arrendatarios de esa viña. La viña es nuestro propio corazón, espíritu, la Iglesia y el mundo entero. Dios quiere frutos de nosotros. Primero, nuestra santidad personal; luego, un constante apostolado éntrelos que nos rodean, a quienes nuestro ejemplo y nuestra palabra les anime a acercarse cada día más a Cristo; finalmente, el mundo, que se convertirá en un mejor sitio para vivir, si santificamos nuestro trabajo profesional, nuestras relaciones sociales y nuestro deber hacia el bien común.

¿Qué clase de arrendatarios somos? ¿De los que trabajan duro, o de los que se irritan cuando el dueño envía a sus siervos a cobrarnos el alquiler? Podemos oponernos a los que tienen la responsabilidad de ayudarnos a proporcionar los frutos que Dios espera de nosotros. Podemos poner objeciones a la Palabra e incluso, volvernos agresivos, y tratar de “matarla” mediante nuestra crítica y comentarios negativos. Deberíamos examinarnos a nosotros mismos acerca de los motivos reales de dicha postura.
Quizás necesitamos un conocimiento más profundo de nuestra fe; quizás debemos aprender a conocernos mejor, a efectuar un mejor examen de conciencia, para poder descubrir las razones por las que no queremos producir frutos.

Pidamos a Nuestra Madre María su ayuda para que podamos trabajar con amor, con lo mejor que nos ha regalado que es La Vida-Amor del Espíritu Santo que ha sido derramado, para transformar nuestro corazón duro en un corazón abierto para amar y actuar como Jesús. Todos podemos ser “buenos pastores” y “pescadores” de hombres. «Entonces, vayamos y pidamos al Señor que nos ayude a llevar fruto, un fruto que permanezca.

Lectura del libro de Yo, Tobit, seguía el camino del bien y de la justicia todos los días de mi vida y daba muchas limosnas a mis hermanos, los judíos que habían sido deportados junto conmigo a la ciudad de Nínive, en Asiria. Durante el reinado de Asaradón regresé a mi casa y me devolvieron a mi esposa, Ana, y a mi hijo, Tobías. En Pentecostés, que es nuestra fiesta de acción de gracias por las cosechas, me prepararon una gran comida y me dispuse a comer.
Cuando me trajeron los platillos y vi que eran tantos, le dije a mi hijo Tobías: "Ve a buscar a alguno de nuestros hermanos pobres, cautivos en Nínive, que tenga puesta en el Señor toda su mente y todo su corazón, y tráelo, para que coma conmigo. Yo te esperaré hasta que vuelvas". Tobías se fue a buscar a alguno de nuestros hermanos pobres y al regresar, me dijo: "¡Padre!" Yo le respondí: "Dime, hijo". El prosiguió: "Asesinaron a uno de nuestro pueblo: lo llevaron a la plaza, lo ahorcaron y ahí está todavía". De un salto me levanté de la mesa, sin probar bocado, y llevé el cadáver a una casa, hasta que el sol se ocultara y lo pudiera sepultar.
Volví a mi casa, me lavé y comí con lágrimas mi pan, recordando las palabras que el profeta Amos pronunció contra Betel: "Todas las fiestas de ustedes se convertirán en llanto, y todas sus canciones, en lamentos". Y rompí a llorar. Cuando el sol se metió, fui, cavé una fosa y lo enterré. Mis vecinos se burlaban de mí y me decían: "Este hombre nunca va a escarmentar.
Ya una vez lo condenaron a muerte por este mismo delito, pero se escapó, y ahora sigue enterrando a los muertos". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 111 R/. Dichosos los que temen al Señor. Dichosos los que temen al Señor y aman de corazón sus mandamientos; poderosos serán sus descendientes. Dios bendice a los hijos de los buenos. R/. Fortuna y bienestar habrá en su casa, siempre obrarán conforme a la justicia. Quien es justo, clemente y compasivo, como una luz en las tinieblas brilla. R/. Quienes, compadecidos, prestan y llevan su negocio honradamente, jamás se desviarán; vivirá su recuerdo para siempre. R/. ACLAMACIÓN (Cfr. Apoc 1, 5) R/. Aleluya, aleluya.
Señor Jesús, testigo fiel, primogénito de entre los muertos, tu amor por nosotros es tan grande, que has lavado nuestras culpas con tu sangre. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos

En aquel tiempo, Jesús comenzó a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes, a los escribas y a los ancianos y les dijo:, se la alquiló a unos viñadores y se fue de viaje al extranjero. A su tiempo, les envió a los viñadores a un criado para recoger su parte del fruto de la viña. Ellos se apoderaron de él, lo golpearon y lo devolvieron sin nada. Les envió otro criado, pero ellos lo descalabraron y lo insultaron.
Volvió a enviarles a otro y lo mataron. Les envió otros muchos y los golpearon o los mataron. Ya sólo le quedaba por enviar a uno, su hijo querido, y finalmente también se lo envió, pensando: 'A mi hijo sí lo respetarán'. Pero al verlo llegar, aquellos viñadores se dijeron: 'Este es el heredero; vamos a matarlo y la herencia será nuestra'.
Se apoderaron de él, lo mataron y arrojaron su cuerpo fuera de la viña. ¿Qué hará entonces el dueño de la viña? Vendrá y acabará con esos viñadores y dará la viña a otros. ¿Acaso no han leído en las Escrituras:
"La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular. Esto es obra de la mano del Señor, es un milagro patente" Entonces los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos, quisieron apoderarse de Jesús, porque se dieron cuenta de que por ellos había dicho aquella parábola, pero le tuvieron miedo a la multitud, dejaron a Jesús y se fueron de ahí.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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