El Espíritu Santo nos impulsa a ser testimonio de Jesús

(Juan 16, 12-15)

"Cuántas maravillas has hecho, Señor y Dios mío, cuántos planes a favor nuestro”. (Sal 40)

Gracias Padre, Dios y Señor nuestro porque el mejor regalo que nos han podido hacer, el mayor regalo que hemos tenido es el Espíritu Santo, por el cual podemos trabajar en lo que somos hasta que lleguemos a sentir, pensar y amar como Jesús. ¡Oh, qué amor! ¡Inmenso amor, inagotable que no tiene fin!

Todos ustedes (Padre, Hijo y E. Santo) trabajan para que en una dinámica de progresos y retrocesos, de deserciones y conversiones constantes, de luchas continuas entre la carne y el Espíritu (cf. Gal. 5, 16), entre la razón y la fe, entre el sentir de los hombres y de la sangre, y el sentir de Dios y de su Iglesia, intentando, sin desfallecer, llegar al estado del hombre perfecto, a la madurez de la plenitud de Cristo.

El Espíritu Santo quiere que descubramos lo grande de tu amor, y lo grande de nuestra vida, por eso, nos insiste: No temas, yo estoy contigo. Te invito a cambiar la humanidad, a crear un nuevo Reino, te invito a abrir caminos con tu vida por la que vayan multitudes.

Pero no temas, porque yo te abriré primero esos caminos, yo soy quien te guío, quien te muestro cómo amar, porque yo no te dejo ni te dejaré nunca solo. Precisamente yo soy quien lleva esa labor en el mundo de crear el Reino, y en todo momento continúo suscitando apóstoles que anuncien y sean reflejos vivos de mi amor.

Pero para eso, dice Isaías, 52, Mirad, mi siervo tendrá éxito, subirá y crecerá mucho, no por deseos personales de figuración, ni para que lo tengan en cuentan, ni fue un top model, al contrario, Él nos dijo quien quiere ser el primero, póngase al servicio de los demás, en estos últimos días nos han venido algunas visitas, y como mi hija trabaja, me quedaba con ellos, y me tocaba atenderlos, y más con el dolor, que siento de la cadera, pensaba en mi interior, estoy para que me atiendan; pero era bonito escuchar del Espíritu Santo, que me decía, ¿quieres ser la primera en el Reino y crecer delante de Dios? Pues sirve, y eso me llenaba de paz y alegría, saber que si Jesús tuvo éxito, subió y creció fue, Is. 52 porque muchos se espantaron de él, porque desfigurado no parecía hombre, ni tenía aspecto humano, así asombrará a muchos pueblos, ante él los reyes cerrarán la boca, al ver algo inenarrable y contemplar algo inaudito.

Jesús se hizo el último porque Is 52 todos errábamos como ovejas, cada uno siguiendo su camino; y el Señor cargó sobre él todos nuestros crímenes. Maltratado, voluntariamente se humillaba y no abría la boca; como cordero llevado al matadero, como oveja ante el esquilador, enmudecía y no abría la boca. Sin defensa, sin justicia, se lo llevaron, ¿quién meditó en su destino? Lo arrancaron de la tierra de los vivos y todo eso en apariencia porque los que tienen fe en el Padre, como la tenía Jesús, VIVE, aunque lo matemos, el éxito de sus acciones lo hacen subir y crecer, delante del Padre y de los hombres y ante su nombre todos: en el cielo y en la tierra, doblan su rodilla, para darle gracias, porque ante tanto AMOR-VIDA, su nombre está sobre todo nombre.

Y eso mismo que ha hecho Jesús, estamos llamados a SER, ese es nuestro destino, nuestra gloria y todas nuestras acciones tendrán éxito, subiremos y creceremos, ante Dios y los hombres, porque nos dice: Juan 16, [12] Aún tengo muchas cosas que decirles, pero es demasiado para ustedes por ahora. [13] Y cuando venga él, el Espíritu de la Verdad, los guiará en todos los caminos de la verdad. El no viene con un mensaje propio, sino que les dirá lo que escuchó y les anunciará lo que ha de venir. [14] El tomará de lo mío para revelárselo a ustedes, y yo seré glorificado por él. [15] Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso les he dicho que tomará de lo mío para revelárselo a ustedes.

Jesús desea que nosotros seamos alimento para los demás y un alimento que se ofrezca al Padre como Él, lo hizo, porque es el Espíritu Santo, el que nos inspira a buscar la verdad, y nos guiará por sus caminos, que son caminos de Salvación, : Tomen y beban, mis palabras, esta es mi vida, mi alma, todo mi ser, que lo pongo a vuestra disposición, para que ustedes puedan alimentarse y tener la misma VIDA-AMOR, que he comido y bebido, del Padre.

Cuando estaba en el hospital, no le encontraba sentido a mi dolor y me parecía ilógico, escuchar de parte de algunas personas, que Jesús me quería mucho, por eso quería que sufra, hasta que entendí estas Palabras: «Tomen y coman esto, que es mi sangre y cuerpo que se entrega por vosotros; haced esto en memoria mía.»

Jesús quería que yo hiciera lo mismo, Él ya lo había hecho primero y a mí me tocaba repetirlo en memoria de Jesús y así cada uno lo puede hacer, con gozo y alegría, libre y voluntariamente, ofrecerle aquello que lo cueste y verá que su vida tiene éxito, y crece y sube como Jesús y ver Cuántas maravillas has hecho, cuántos planes a favor nuestro”.

Es Jesús nuestra mejor herencia, y lo mejor es que quiere estar con nosotros y nuestro mayor deseo es verlo en todas partes y en todo, estar tan cerca de Él que lo podamos tocar y escuchar sus latidos, para poder imitarlo.
María Madre de Jesús, ayúdanos a ser dóciles a la voz del Espíritu Santo, que seamos el aliento de Jesús para los demás.