PAUTAS DE ORACIÓN

El objetivo de este Blog es ofrecer a las personas que deseen aprender a orar con la Palabra: Pautas de oración.
Desde nuestro encuentro personal con la Trinidad y con María, deseamos que se contagien y deseen tambien hacer una oración contemplativo - Apostólica, que les lleve a anunciar la Buena Nueva.
Es propio de nuestro Carisma escuchar la Palabra, Asimilarla, Vivirla y Anunciarla.

jueves, 25 de junio de 2009

Yo nunca retiraré mi Amor de tu lado

Isaías 54,10; Romanos 8,38-39


Qué bueno eres mi Dios y Nuestro que te manifiestas de diferentes maneras, que haces de todo para que nosotros, (envuelto como estamos en tanto trabajo, líos, preocupaciones), nos fijemos en ti, eres ese enamorado que no le dan bola; pero que hace mil piruetas, para que lo atiendan, tira piedritas cuando pasas, hace caer algo, silbas, cantas, hasta se hace el que se cae a tus pies, con tal de que Tú le respondas.

Y nunca te cansas de esperar, siempre mantienes la puerta abierta, para que cuando nosotros decidamos entrar y que alegría para Ti; pero también la alegría es nuestra cuando descubrimos todo lo que Tú has hecho, para llamar nuestra atención y descubrirte que eras Tú, quien me mandabas tantos recados de amor, en la naturaleza, en los amigos, en las canciones, en los textos…tantas huellas de tu Amor-Vida en mi vida.

Una de las Palabras que más han calado en mi vida es esta de Isaías 54, [10] Los cerros podrán correrse y bambolearse las lomas; mas yo no retiraré mi amor, y mi alianza de paz contigo no se bamboleará, - dice Yavé, que se compadece de ti.

Fue después de un retiro que hice en Arequipa, y todo el tiempo que duró el retiro estas palabras resonaban con una inmensa felicidad en mi mente, corazón y vida, salí realmente enamorada del Padre.

Esas Palabras eran como una declaración de Amor más grande que había recibido era tan grande, que todo el camino de regreso, me llenaba de gozo de pensar que esos cerros que estaban a mi alrededor podían caerse, bambolearse, los veía caer pero Alguien me estaba amando sosteniendo.

¡Qué bueno es sentirse así, porque cuando me accidenté, toda mi vida de deshizo, se corrió, se bamboleó, en cuestión de segundos, ya no tenía ni trabajo, ni casa, ni comunidad, sentía que yo siendo un roble, Papá Dios me había sacado de cuajo de mis raíces, pero su Amor-Vida nunca se apartó de mi; lo sentí y sigo sintiendo esa mano cariñosa, ese Amor derramado sobre mí, que Él mismo lleva mi tratamiento, operaciones, curaciones, por pura compasión.

Por eso tengo la certeza Rom 8, [38] Yo sé que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni las fuerzas del universo, ni el presente ni el futuro, ni las fuerzas espirituales, [39] ya sean del cielo o de los abismos, ni ninguna otra criatura podrán apartarnos del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor.

De que soy hijo del Autor de toda la creación, que hizo todas las cosas buenas, perfectas para que gozaras de sus primicias (Gén 1.26), y que en un derroche de Amor, nos hace participes de su propia Vida y Amor. Este Padre nuestro se encarga de nosotros, nada de lo que vivimos le es desconocido, porque conoce lo profundo de nuestro ser, porque está siempre presente en tu vida porque su Amor de tu lado no se apartará jamás 54,10).

Quien ha tenido la experiencia de acoger a Dios como Padre, sabe que en el hogar lo primero que existe es la familiaridad, vivir con el Padre es vivir en una afectuosa intimidad, establecer con El lazos inquebrantables, un parentesco entrañable. Saberse y vivirse amado, aceptado, protegido, promocionado por El, es la fuente de una afectividad saciada, integrada, de un corazón libre para amar a Dios y a los hermanos. (Sal 16) como lo hacía Jesús y escuchar al Padre que nos habla de nuestros hermanos.
La experiencia de escuchar y de hablar con este Dios que nos amó, nos ama y nos amará, enciende en nosotros gratitud y urgencia por salir a buscar a todos aquellos que viven huérfanos, fugitivos, mendigando desperdicios de un pan, de un amor que no sacia.

Dar con la mirada del Padre es dar con sus hijos desgarrados, desfigurados por el odio e individualismo, marcados por amargas experiencias de desamor; es dar nuestra vida voluntariamente y lanzarla como una cuerda de ternura, como lazo de Amor para atraer a todos, para introducirlos en el cariño del Padre que desea ardientemente estrecharlos contra su mejilla, abrazarlos en su regazo. (Os 11,4; Sal. 131,2)

Por eso cuando te sientas incomprendido o cansado. Cuando todo te haga dudar. En esos momentos en que una capa de rutina, de apatía, de silencio vacío parece teñirlo todo. Y cuando creas que nadie puede entenderte, que la soledad es tu condena. Cuando los problemas parezcan desbordarnos, tus gentes parezcan menos tuyas y tu vida se haga más pesada:
Recuerda entonces que hay un Dios, un creador que es a la vez padre y madre, amigo y amante, que te abraza y te lleva en sus brazos como a un niño para protegerte a través de cuerdas humanas y lazos de Amor de Dios, de alguien que te extenderá la mano, te recibirá a corazón abierto, para llevarte en brazos y estrecharte contra su mejilla y abrazarte en su regazo.

Mamita querida, con tu mano suave y firme llévanos a experimentar el inmenso Amor del Padre y que a la vez seamos lazos de amor para con nuestros hermanos.

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