PAUTAS DE ORACIÓN

El objetivo de este Blog es ofrecer a las personas que deseen aprender a orar con la Palabra: Pautas de oración.
Desde nuestro encuentro personal con la Trinidad y con María, deseamos que se contagien y deseen tambien hacer una oración contemplativo - Apostólica, que les lleve a anunciar la Buena Nueva.
Es propio de nuestro Carisma escuchar la Palabra, Asimilarla, Vivirla y Anunciarla.

sábado, 13 de junio de 2009

Con lazos de Amor te he cuidado


Oseas 11, 1-4

Qué bueno, que el Señor, a través de su Palabra quiere que veamos su rostro de Padre, ese rostro que siempre andamos buscando y a mí me encanta porque toda Palabra que nos diga hoy, son las más tiernas sacadas de ese océano infinito que es el corazón del Padre.
Yo le pedía para cada uno de nosotros, mucha fe y sencillez, para captar ese amor profundo que viene de Él.

A veces uno duda de Dios porque no le ve a Él, por eso ahora vamos a plantear ¿Dónde no ha estado Dios? Y nos damos cuenta que de hecho durante toda nuestra vida El ha estado brindándonos su amor, su protección, de mil formas.

Pero allí está la clave: no le reconocemos. Y nos preguntamos ¿Donde está Dios si no le veo? ¿Está en las nubes o ¿qué?? Bueno, nadie te va a dar su dirección para que le escribes una carta! Pero ¡qué distinto era cuando mi di cuenta que la pregunta es más bien ¿Donde NO está Dios? Porque está por todas partes! ¿Qué hay en tu vida que no es El amándote? Empecemos a recordar todo lo bueno que hemos recibido: mis amigos, mi educación, aquellas vacaciones en verano, mi salud, (Cada uno tiene su lista) ¡mi propia Vida!.. (Como la niña que encontró el mejor regalazo en sus zapatos el día de Reyes: sus dos pies! ¿Te das cuenta que todo viene de Él? El hecho de que al nacer había unos brazos para abrazarnos y cuidarnos. Alguien me enseño a caminar, pero detrás estaba El.
Hay una cita tan bonita de la Palabra donde Dios dice: "Cuando eras niño, yo te amé. Yo te enseñé a caminar, tomándote por los brazos, pero no reconocías que era yo que cuidaba de ti. Era para ti como los que alzan a un niño contra su mejilla, me inclinaba hacia ti y te daba de comer. Estaba atrayéndote hacia mi atreves de lazos humanos...pero no me reconociste .. y cuanto mas te llamaba, mas te alejabas de mi."(Os.11,2-4).

No sé si alguna vez se han sorprendido de que alguien nos quiera tanto y se haya fijado en nosotros pues así era para mí descubrir a Dios, Él se había fijado en mi y no me daba cuenta. Desde que nací, me tenía en la palma de sus manos: amándonos, cuidándonos y sondeándonos. El pobre Jesús realmente tenía que quemarse la cabeza para ayudarnos a caer en la cuenta:"¡No cae ni un pelo de tu cabeza sin que tu Padre lo sepa!". No es que Él me dio la vida una vez, es que me la da cada día, ¿Cómo es que me he despertado hoy?


Uno se siente un poco como aquel hombre que mirando atrás a lo que había sido su vida, vio una playa con las huellas de dos personas uno al lado del otro: eran las huellas de Dios caminando a su lado aunque no se había dado cuenta. En algunas lugares, solo se veía las huellas de una persona, porque el mar se había subido a borrar las del otro ; y decía el hombre a Dios "¿Porque me dejaste solo en aquellos momentos más difíciles?" y Dios respondió "Estas huellas que ves son las mías, porque en aquellos momentos cuando tu no eras capaz de seguir adelante, yo te cargaba”.
Yo pensaba en cuantas mil veces me pudiera haber perdido mi vida: la caída del caballo, cuando se le acabó la gasolina al avión en pleno vuelo en la selva, las caídas del árbol, el accidente de tráfico, los momentos cuando yo solo no podía más y alguien vino a ayudarme. Cuando miras a tu vida con estas gafas de la fe, te das cuenta que nuestro Padre está constantemente tendiendo la mano, llamándonos.

El estar en la comunidad, haber aprendido a orar, conocer a los misioneros y misioneras tampoco es por casualidad, no es que se nos ocurrió, es que Él nos lo dio; El mismo tendiendo la mano hacia nosotros a través de "lazos humanos".

Vamos a pedirle al Espíritu de Jesús, que nos ayude a escribir la historia de nuestra vida, y reconocer tantos lazos de Amor, Dios nos ha cuidado, y agradecerle por tanta bondad, cariño, ternura, nos ha regalado durante toda nuestra vida y a comprometernos a hacer lazos de Amor, para nuestra familia, compañeros de trabajo, de la universidad, de la comunidad.

Y a María, nuestra madre querida, que es un lazo de Amor entre Dios y nosotros.

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