PAUTAS DE ORACIÓN

El objetivo de este Blog es ofrecer a las personas que deseen aprender a orar con la Palabra: Pautas de oración.
Desde nuestro encuentro personal con la Trinidad y con María, deseamos que se contagien y deseen tambien hacer una oración contemplativo - Apostólica, que les lleve a anunciar la Buena Nueva.
Es propio de nuestro Carisma escuchar la Palabra, Asimilarla, Vivirla y Anunciarla.

jueves, 21 de mayo de 2009

Tu tristeza se convertirá en alegría

Juan 16,16-20

Vamos a ponernos en presencia de nuestra querida Familia, que más que nunca, están unidos, en este tiempo, que la liturgia nos recuerda, los momentos de Jesús antes de ir al Padre. Jesús no se ahorra detalles de amor para con nosotros, es como una mamá, cuando lleva por primera vez a su hijo al colegio, le provisiona de todo, lo llena de consejos, y precauciones, y le dice que no llore, que no esté triste, porque ella regresará a buscarlo.

Pues así veo a mi Jesús, conoce nuestro corazón, por un lado no quiere, que el
diablo, tenga poder sobre nosotros y además que estemos alegres, porque Él vendrá por nosotros y nos llevará al lugar que Él, nos ha reservado. ¿No les parece una mamá gallina? que no quiere que ninguno se le pierda, que bueno gozar de esa presencia, humana, del verbo hecho carne, de ese Dios en medio de nosotros, aún después de que le hemos matado y crucificado.

A mí me encanta, ese canto de Isaías 38, cuando dice: Me has curado, me has hecho revivir, la amargura se me volvió paz, cuando detuviste mi alma ante la tumba vacía, y volviste la espalda a todos mis pecados. Eso lo que ha hecho Jesús, ante nuestra situación de pecado, los perdono y se olvidó de ellos.

Porque ¿Quién conoce lo íntimo del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Del mismo modo, lo íntimo de Dios lo conoce sólo el Espíritu de Dios» (1 C 2,11). Para eso nos prepara para cuando el Espíritu Santo venga, nos encuentre en esa actitud que Jesús quiere, alegres y dispuestos a recibirlo porque cuando se le invoca, Él, ya está presente; es más, si no hubiera estado presente no se le habría podido invocar. Cuando se le llama, viene, y llega con la abundancia de las bendiciones divinas. Él es aquella impetuosa corriente que alegra la ciudad de Dios (sl 45, 5).


Ojalá que cuando Él venga nos encuentre humildes, sin inquietud, para que nos revele lo que Dios esconde a los sabios y entendidos de este mundo (Mt 11,25). Y que nos lleve hasta la verdad plena...

El Espíritu Santo quiere hacer de nuestra vida “un canto nuevo” (Sal 97,1), una nueva historia y seguro que nos dará la fuerza para anunciar el Evangelio, sin temor a los obstáculos y confiado en que el Señor así lo quería.

Atrevámonos a preguntarle al Señor ¿cómo ser misioneros en la vida?, ¿cómo dejarnos interpelar por la realidad que nos rodea? ¿Cómo disfrutar de la vida que se nos regala dejando nuestras comodidades, nuestras seguridades, lanzándonos a disfrutarla en medio de lo cotidiano? Porque muchos momentos de nuestra vida transcurren a lo largo de nuestros trabajos, del quehacer de nuestras casas, de nuestra vida familiar, de nuestros estudios… y aún en medio de todo ello somos portadores de vida.

Ven Espíritu Santo, regálanos el deseo vivo de recibirte, y acogerte como el Amor-Vida, de mi alma y no soltarte jamás, porque Tú me darás el Espíritu de Jesús, que me hace más persona, más humano.
María, Madre de Dios y nuestra, enséñanos a convivir con la Trinidad.
Julia







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