Hech 13,46-48; 1Pedro2,2425
Gracias te doy mi Señor, por amanecer en tu presencia y ser todo el día Tú, mi compañero de camino y te haces mi Buen Pastor para darme tu vida, una vida llena de la plenitud de tu Amor, porque sabes muy bien que sin tu Amor y tu Vida, nada somos por eso me levanto cada día y aún en vela estoy contigo para disfrutar de tu presencia amorosa; eres Tú el regalo maravilloso que Dios nos ha dado a través de tus Palabra.
Hech 13,[46] Entonces Pablo y Bernabé les hablaron con coraje: «Era necesario que la Palabra de Dios fuera anunciada a ustedes en primer lugar. Pues bien, si ustedes la rechazan y se condenan a sí mismos a no recibir la vida eterna, sepan que ahora nos dirigimos a los que no son judíos. [47] El mismo Señor nos dio la orden: Te he puesto como luz de los paganos, y llevarás mi salvación hasta los extremos del mundo. [48] Los que no eran judíos se alegraban al oír estas palabras y tomaban en consideración el mensaje del Señor. Y creyeron todos los que estaban destinados para una vida eterna.
Amigo mío, ¿cómo vas a conducir a tantas ovejas que no participan todavía del gozo de tu amistad? Tu deseo más fuerte es que vivan conociéndote a ti, su Pastor, que escuchen tus silbidos amorosos y dejen de vivir solitarios por sus caminos: "escucharán mi voz; y habrá un solo rebaño y un solo pastor" (Jn 10,16).
Reconozco, Jesús, que la intensidad con la que decides llamarme hoy a ser tu compañero de camino, a ser Buen Pastor como tú, viene de un corazón profundamente impactado y conmovido por la situación de tantos que, después de tu Resurrección todavía siguen "vejados y abatidos como ovejas que no tienen pastor" (Mt 9,36-38).
Por eso no sólo llamaste a los doce, sino que les dijiste que rogaran al Padre que llamase y enviase a más amigos colaboradores... ¡y tanto rogaron que me has llamado a mí!, tu llamado, Jesús, es un latido de tu corazón conmovido por cada hombre! ¿Cómo voy a rehusar responderte cuando me confías a mis hermanos?
No dejes, Jesús, que sea como los pastores de Israel, que, lejos de ocuparse del rebaño, se ocupaban demasiado de sí mismos olvidándose de cuidar a cada oveja y así "ellas se han dispersado, por falta de pastor, y se han convertido en presa de todas las fieras del campo; andan dispersas. Mi rebaño anda errante... sin que nadie se ocupe de él ni salga en su busca" (Ez 34,1-6).
Tu mirada de Buen Pastor, celoso por la vida de cada oveja me sensibiliza a invertir la vida tras su rastro. Que no me conforme con que vuelvan a ti, sino que asuma con valentía el irlos formando hasta hacer de ellos otros pastores como tú.
I Ped,2,[24] El cargó con nuestros pecados en el madero de la cruz, para que, muertos a nuestros pecados, empezáramos una vida santa. Y por su suplicio han sido sanados. [25] Pues eran ovejas descarriadas, pero han vuelto al pastor y guardián de sus almas.
Tu amistad Jesús es una amistad verdadera, una amistad que a veces no me es fácil descubrir ni valorar porque hay pocos amigos como tú: que lo den todo por el amigo, hasta la propia vida si es necesario, sin esperar nada a cambio, buscando solamente lo mejor para el otro.
Entregar tu vida por mí, es la mayor prueba de amor, la mejor prueba de tu amistad, pero yo necesito pararme y saborearlo más. No me dejes Señor pasar por encima de este tesoro, de esta riqueza, torpemente sin saber qué es lo que significa, sin caer en la cuenta de lo que tengo entre manos.
Así como un hombre se afana por la riqueza, y no porque tenga mucha deja de desear tener más, así te afanas tú por mi amor y por mi vida.
¿No exprime una persona su mente, sus fuerzas, su vida, y sacrifica a veces hasta su familia y el estar en su patria, por tener más? Comparable a esta ansia es tu deseo en mí, de conseguir mi atención, mi fe, y mi confianza.
No te quedas Señor indiferente ni en silencio ante los desastres que en tu pueblo hacen con frecuencia los falsos pastores, por eso nos dices:
"Aquí estoy yo; yo mismo cuidaré de mi rebaño y velaré por él. Como un pastor vela por su rebaño cuando se encuentra en medio de sus ovejas dispersas, así velaré yo por mis ovejas... las apacentaré en buenos pastos,... yo mismo apacentaré a mis ovejas, y yo las llevaré a reposar, oráculo del Señor Yahveh. Buscaré a la oveja perdida, tornaré a la descarriada, curaré a la herida, confortaré a la enferma..." (Ez 34, 11-16)
Jesús, ¿es mi entrega como la tuya? ¿Cómo cuido yo a los que me confías, qué arriesgo de mi salud, tiempo, bienestar para que ellos tengan vida? ¿Está mi vida entera a tu disposición? ¿Cómo me formo para que no tengan cualquier alimento sino el que les lleve a vivir sólo de ti, su BUEN PASTOR?
Enséñame, Jesús, a compartir la vida contigo para poder descubrir la trascendencia que Tú le das a mi vida cuando me llamas a dedicarme exclusivamente a recibir de Ti la Vida y a compartirla.
A ti Mamita querida ayúdanos a tener los oídos atentos a la Palabra de nuestro Buen Pastor, para tener vida llena de plenitud de VIDA y AMOR.
Julia
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