PAUTAS DE ORACIÓN

El objetivo de este Blog es ofrecer a las personas que deseen aprender a orar con la Palabra: Pautas de oración.
Desde nuestro encuentro personal con la Trinidad y con María, deseamos que se contagien y deseen tambien hacer una oración contemplativo - Apostólica, que les lleve a anunciar la Buena Nueva.
Es propio de nuestro Carisma escuchar la Palabra, Asimilarla, Vivirla y Anunciarla.

domingo, 10 de mayo de 2009

El Buen pastor te dice: " Permanece en mi Amor"


Hech.9,26-31 Juan 15,1-8

Señor nos ponemos en tu presencia amorosa y desde donde estoy y soy, quiero disfrutar de este momento en que mi mente, corazón y todo mi ser están dispuestos a escucharte y saber qué quieres de mi; nosotros como tus discípulos queremos que tu Iglesia se vaya construyendo y progresando en la fidelidad al Señor, y que se multiplique, animada por el Espíritu Santo.

Danos el permanecer unidos a ti porque Tú, bien sabes que necesitamos de tus cuidados, Padre!: "Mi Padre es el viñador" (Jn 15,1). ¡Y qué cierto es que el fuego del Amor, que prende en nosotros en la medida que nos acercamos a Ti, Cristo, Vid verdadera (Jn 15,1), va dejándonos cada vez más limpios por tu palabra (Jn 15,3).

"Si alguna de mis ramas no produce fruto Él, la corta, y limpia cada rama que produce fruto para que dé más" (Jn 15,2). Somos tus ramas, querido Dios viñador, Padre amado que nos has unido vitalmente a Cristo como nuestra vid y a toda la humanidad como las ramas de esa misma vid, de este único Cuerpo de Cristo cabeza y miembros (1Co 12,12-27).

La clave de nuestra vida es permanecer. Permanecer en Ti y en tu Palabra, y así dar frutos de vida abundante, y abundantes frutos de vida. Danos la inteligencia del corazón para aplicar a nuestra vida la lógica más aplastante de las leyes de la naturaleza:
(Jn 15,4). Lo mismo nosotros. La realización de nuestra vida, que tanto deseamos. Con un corazón dilatado permítenos sentirnos hoy rama, y parte de otras ramas.

Qué bien nos aclaras que el éxito de nuestra vida está en la unión vital que mantengamos con tu Hijo que es "la vid verdadera" (Jn 15,1)! y en la capacidad de dejarnos limpiar por la palabra: "Ustedes ya están limpios: la Palabra que les he dirigido los ha purificado" (Jn 15,3).

"Yo soy la vid y ustedes las ramas. Si alguien permanece en mí, y yo en él, produce mucho fruto, pero sin mí no pueden hacer nada" (Jn 15,5).

¿Por qué no damos fruto? Porque nuestra vida está desconectada, vivimos sin escucharle a nuestros aires ¿Qué frutos puede dar una rama seca? Nada, y por lo mismo puede ser echada al fuego.

¿Somos amigos, somos rama de tu vid? ¿Quiénes son las ramas? la iniciativa de Dios: yo te he elegido como sarmiento. "Yo soy la vid verdadera y mi Padre el viñador"
(Jn 15,1).

"Si alguna de mis ramas no produce fruto Él la corta; y limpia toda rama que produce fruto para que dé más"(Jn 15,2).

Y así Tú nos sitúas en una perfecta unión, tal que nos permite no sólo comprender el ideal sino el conocernos a nosotros mismos según los frutos que demos. Es fascinante, mi Cristo, Vid, ese lenguaje sublime de unión.

Todo el temario, el ideal no es otra cosa más que el ejercicio de un Padre viñador, que se acerca a cada uno de nosotros en particular y en comunidad, y eres Tú el preocupado en estar junto a nosotros ¿Qué debemos poner nosotros?
Sólo una actitud de escucha a su Palabra y diligente para asimilarla y hacerla Vida; es como una gota de agua hace un océano, un granito de arena hace playas inmensas, si cada uno de nosotros permanece unido a Ti, hará que nuestra Vida sea integrada al Padre en el Espíritu de Amor, nuestra familia, nuestra comunidad, nuestra Iglesia se fortalezca en la fe y de frutos abundantes para la salvación de todos los hombres.

Eres el Buen Pastor, que quieres reunir a todos en un solo rebaño, para que el Padre, nos cuide, y vivamos en plenitud la VIDA-AMOR que nos has dado.
Por eso Jesús, vid verdadera, te pedimos vivir un idos a Ti, en oración como María nuestra Madre, y su fruto bendito fuiste Tú.
Julia

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