PAUTAS DE ORACIÓN

El objetivo de este Blog es ofrecer a las personas que deseen aprender a orar con la Palabra: Pautas de oración.
Desde nuestro encuentro personal con la Trinidad y con María, deseamos que se contagien y deseen tambien hacer una oración contemplativo - Apostólica, que les lleve a anunciar la Buena Nueva.
Es propio de nuestro Carisma escuchar la Palabra, Asimilarla, Vivirla y Anunciarla.

viernes, 3 de julio de 2009

Si estuvimos perdidos, dejémonos encontrar


Lc 15,1-10

Qué bueno ser el fruto de un entrañable amor, como el de Papá Dios, un amor que nunca falla, que es paciente, es servicial; el amor que no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. [ I Cor.13,4-7]

Imagínense, nosotros que siempre andamos fallando, al menos yo, saliéndonos de sus manos, de su VIDA que es AMOR, si el Padre, no me quisiera, hace tiempo que me hubiera botado de su redil, de su Vida.

Pero nosotros nos salimos de su rebaño y nos escapamos como esas ovejas, que quieren valerse por si misma y terminan, engañadas, (como el amigo Mamanchura, el presunto homicida, de Alicia Delgado, pensó tener dinero, mujer, tranquilidad y cómo lo vemos ahora,) o terminamos comidos por el o los lobos que nos rodean, o terminamos perdidos; y cada uno de nosotros tiene razones para sentirse esa “oveja perdida”.

Y cuando andábamos perdidos, alejados de Él, lejos del redil, fuera del hogar, El Padre, sufrió nuestra pérdida, con un dolor más intenso que el del pastor que pierde una de sus ovejas (Lc 15,37) Y cuando por el pecado, perdimos su Vida y su Amor, El también perdió... nos perdió.
Pero quien ama, transforma el dolor de la pérdida del amado, en un irresistible impulso de búsqueda. Si un pastor busca su oveja perdida, ¿cómo no va a salir a buscar Dios a cada uno de nosotros? Eres el pecador buscado por el entrañable amor del que quiere y puede borrar tu pecado y restablecer contigo una amistad inquebrantable.

Dejémonos encontrar porque Dios saldrá por nosotros hasta encontrarnos. No te le escondas. No le sigamos huyendo. No sigamos destrozando nuestra salud con algo que nos daña (cóleras, impaciencias, ludopatía, exceso de trabajo. Regresemos al hogar y dejémosle que Él nos cure. Dejémonos amar. Reconozcamos su voz de liberador, de Amigo, de Pastor, de Padre. El te amó y se entregó por ti. Dale la alegría de reconocerlo.

Le haces falta a Dios y también haces falta a la comunidad. Tu ausencia es motivo de tristeza, pero tu regreso es motivo de gran fiesta, y de un gozo que no puede sino ser compartido con todos.

El amor misericordioso de Dios es indescriptiblemente tierno y entrañable. ¿Cómo expresar en lenguaje humano ese apego instintivo que tiene una mamá con el ser que lleva en sus entrañas? "¿Puede una mujer olvidarse del niño que cría o dejar de querer al hijo de sus entrañas? (Is 43,15). ¿Qué siente una mamá cuando la vida gestada en su interior se interrumpe y se aborta? ¿Qué siente cuando pierde un hijo aunque sea un recién nacido? Siente un dolor entrañable, que emana de su amor entrañable.

A mi madre se le murió su primer hijo, ante los ojos de los demás; pero de su corazón, nunca salió, nosotros somos 9 hermanos vivos, pero cuando a ella le preguntaban, decía 10, a pesar de que ninguno de nosotros, lo conoció, a través de ella siempre lo hemos visto con nosotros, pues mi madre lo llevaba en su mente, alma y corazón.
Esto es un reflejo de lo que siente Dios cuando, por el pecado, perdemos la Vida y el Amor, la amistad, la familiaridad, la alegría, y en vez de mantener la comunión con Él, salimos del hogar, o del redil y nos desaparecemos, nos vamos... También Dios tiene esa cruel experiencia de perder al que ama. Y lo expresa con una imagen llena de color: El es el Pastor y tú una de sus cien ovejas, precisamente una, que se le perdió... ¡y cómo le hace falta!

Se le perdió, pero la sigue con el corazón. El que ama no puede separarse del amado y difícilmente ha dejado de pensar en él! Se lo imagina... ¿Cómo estará? ¿Dónde estará? ¿Qué pensará? ¿Qué sentirá? Esto es suficiente para lanzarse, sin medir esfuerzos, a buscar al amado...
De igual modo, el que está perdido o secuestrado recuerda su hogar... Está mal fuera de casa. Está sometido al mal, desprotegido, roto, fuera de su ambiente, como un hueso fuera de lugar. Díganmelo a mí que tengo la cabeza de fémur fuera de lugar, ¡Cuánto duele! ¡Desea volver pero no puede; tenemos experiencias de encontrarnos fuera del corazón de Papá Dios.

Pero su misericordia le lleva a buscarte a ti. Es inmensa la felicidad que le das cuando te dejas encontrar, perdonar, amar, y le permites que El te declare que la razón de su venida eres tú. El vino al mundo para darte Vida en abundancia (Jn 10,10) y se goza está en el que con más sinceridad se abre a su amor entrañable. ¿Quién no es deudor de su misericordia? El piadoso como el pecador, con la diferencia de que está más apegado a Él, aquel a quien más se le ha perdonado, la pecadora más que el fariseo (Lc 7,36-50).

Somos la alegría de Dios. Somos la alegría de la comunidad. Él cuando nos vuelve a recuperar no puede reprimirse la alegría que siente, no puede dejar de compartirla.
Mamita María, eres la ovejita dócil, que sigue el camino de la Palabra, enséñanos a comprender el inmenso amor del Padre, para dejarnos encontrar y cobijarnos en sus brazos con infinita confianza de hijo.

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