PAUTAS DE ORACIÓN

El objetivo de este Blog es ofrecer a las personas que deseen aprender a orar con la Palabra: Pautas de oración.
Desde nuestro encuentro personal con la Trinidad y con María, deseamos que se contagien y deseen tambien hacer una oración contemplativo - Apostólica, que les lleve a anunciar la Buena Nueva.
Es propio de nuestro Carisma escuchar la Palabra, Asimilarla, Vivirla y Anunciarla.

sábado, 25 de julio de 2009

Hijo, hagamos fiesta

Viernes 24 de Julio 2009


Lucas 15, 11-24


A través de esta Parábola, Jesús nos quiere da a conocer una vez mas la Misericordia infinita de nuestro Padre, y a la vez, como nosotros, nunca vamos a perder la condición de ser hijos suyos, por muchas vueltas que demos por la vida, siempre podremos volver a sus brazos y siempre El nos recibirá con el mismo Amor.

Porque todos alguna vez nos alejamos de la casa del Padre; alejarse de la casa del Padre no solo es pecar gravemente, alejarse a un “país lejano”, es estar muchas veces en misa y cansarnos de las mismas canciones, del mismo “rito”, o en la comunidad, o rezando un Rosario, pero estar pensando en otras cosas, desear estar en otra parte, aburrirse, criticar las charlas que escuchamos; no necesitamos irnos lejos físicamente para alejarnos de la casa del Padre.

Lo importante es que de pronto nos viene la Gracia, porque no es por nosotros, en que nos damos cuenta que estamos perdiendo contacto con Dios: Porque nos falta gozo, alegría en lo que hacemos, por mas que creamos “que la estamos pasando bien” algo por dentro nos esta inquietando, es la voz del Padre que desde lejos nos esta mirando y añorando, y deseando que volvamos.

Dios nos ha dado muchos dones, el principal es la Vida, y la Vida de Gracia, el ser sus Hijos, y lo que nosotros hacemos lejos de El es desperdiciarlos, cuando estamos alejados de Dios nos desgastamos, y se nota porque de pronto nos sentimos vacíos, tristes, no sabemos que elegir, o elegimos mal, discutimos por nada con la pareja, nos desquitamos con los hijos nuestro mal humor, nos quejamos de todo, en las colas, en los servicio de toda clase, nada nos conforma. etc., etc.

De pronto empezamos a sentir remordimientos y un deseo enorme de estar con Dios, y nos acordamos que El es nuestro Padre.
Esto es lo que ocurrió con este hijo de la parábola, que dijo:

“Tengo que hacer algo: Volveré donde mi Padre,” Se dio cuenta que tenia un hogar, y un Padre que lo amaba, el se arrepiente de lo ha que hecho, de haberse ido de casa, siente dolor de haber pecado…“He pecado contra Dios y contra mi papá”, todo lo que es malo yo lo hice”, “seguramente siente que quisiera no haberlo hecho nunca”, no haberse ido nunca del lado de su Padre, porque tan mal le ha ido en la vida.

Aun después de malgastar los recursos que su padre le había dado, este joven está todavía consciente por completo de que es el hijo de su padre.

Cuantos asalariados de mi padre tienen pan de sobra, mientras yo aquí (que yo que soy su hijo) me muero de hambre!”
Él está consciente también del gran privilegio de ser su hijo, pero también siente ahora que su conducta lo hace indigno de esa posición. “Ya no merezco ser llamado hijo tuyo”
El muchacho arrepentido ahora regresa a su casa y su padre le da una bienvenida incondicional.

“Estaba aun lejos cuando su Padre lo vio y sintió compasión; corrió a echarse a su cuello y lo besó."

Yo me detenía en este gesto del padre, que no siente cólera, no siente ganas de reprocharle nada, lo ve llegar sucio, oliendo a cerdos, flaco, sin zapatos, con harapos, y no siente ni asco, para acercarse y echársele a su cuello y BESARLO….¡que amor tan inmenso, tan maravilloso, que manera de Jesús de enseñarnos el amor del Padre!.

No le importa el pecado que hayamos cometido, El Padre solo ve a su hijo, no ve lo exterior, solo ve a su hijo amado, volviendo a su lado…Gracias Padre.

La confesión del hijo es genuina, pero él subestima la totalidad de la gracia perdonadora de su padre. Así, él no solamente dice, “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti,” pero añade también, “y ya no soy digno de ser llamado tu hijo

El padre deja a un lado tal idea, y dice, “¡Rápido! Traigan el mejor vestido, y vestidle; y colóquenle un anillo en su dedo, y traigan calzado para sus pies

¡Este no es el trato para un jornalero!
Y el padre también dice, “Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; se había perdido, lo hemos encontrado”

¡¡ El padre proclama que el joven que regresa es su hijo!!

Pero se debe notar cuidadosamente que no es en ese mismo momento que él llega a ser su hijo.
Por lo contrario, este mismo hijo previo a esto había estado “muerto” y “perdido,” pero está “vivo” ahora y “hallado.”

Por supuesto, estas palabras no significan que este hijo había de algún modo literalmente perdido la vida. Más bien, ellas describen el período cuando estaba separado de su padre.

A nivel de la experiencia humana en esta parábola, El padre había sentido la ausencia de su hijo tan profundamente como que el muchacho hubiera muerto, porque él había perdido totalmente el contacto con su hijo.

Volverse a reunir es como un regreso glorioso a la vida y un redescubrimiento gozoso de la experiencia padre-hijo compartida. Cualquier padre que ha estado separado largamente de un hijo a quien ama entrañablemente puede por completo identificarse con estas palabras.

Gracias Jesús, porque no te cansas de enseñarnos que somos hijos a los que el Padre siempre esta buscando para salvar, que somos como la ovejita perdida por la cual deja las noventa y nueve, porque somos como la moneda preciosa que la mujer pierde y no para hasta encontrarla y apenas la encuentra hace fiesta, Dios no pierde tiempo cuando nos encuentra, dice ¡Rápido, ¡hagamos fiesta!, porque es tal su alegría por nosotros, que no puede esperar mas.

“De que manera amo Dios al mundo" Jn 3,16 “….de igual modo habrá mas alegría en el cielo por un solo pecador que vuelve a Dios que por noventa y nueve justos que no tienen necesidad de convertirse” Luc 15, 7…

“de igual manera hay alegría entre los ángeles por un solo pecador que se convierte”. Luc 15,10

¡Ustedes hijitos son de Dios y ya han logrado la victoria, sobre esa gente, pues el que está en Ustedes es mas poderoso que el que esta en el mundo!” Jn 4,4

No tengamos nunca miedo de volver al Padre “En el amor no hay temor” Jn 4,18



Dios nos bendiga

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