PAUTAS DE ORACIÓN

El objetivo de este Blog es ofrecer a las personas que deseen aprender a orar con la Palabra: Pautas de oración.
Desde nuestro encuentro personal con la Trinidad y con María, deseamos que se contagien y deseen tambien hacer una oración contemplativo - Apostólica, que les lleve a anunciar la Buena Nueva.
Es propio de nuestro Carisma escuchar la Palabra, Asimilarla, Vivirla y Anunciarla.

martes, 14 de julio de 2009

¿Quién nos separará del Amor de Dios?

Romanos 8, 29-39

Rom 8,29 En efecto, a los que Dios conoció de antemano, los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que él fuera el Primogénito entre muchos hermanos; 30 y a los que predestinó, también los llamó; y a los que llamó, también los justificó; y a los que justificó, también los glorificó.


Gracias te damos mi Dios y a nuestro Dios, por la maravilla de escogernos y a destinarnos a reproducir la imagen de su hijo, para que nos dirigiéramos a Él, con la confianza de hijos, y así asumir ese gran Amor, como nuestra identidad de ser AMOR-VIDA, como Él, para atraer a todos nuestros hermanos, con la vida y la Palabra y no es que los otros no sean hijos de Dios, sino que desconocen su identidad, así como nosotros, cuando andábamos en la oscuridad y hoy por pura gracia, y por los méritos de la muerte de nuestro Señor Jesucristo, conocemos e intentamos vivir la gran dicha de reconocernos hijos de Dios, del AMOR.

Rom, 31 ¿Qué diremos después de todo esto? Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? 32 El que no escatimó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿no nos concederá con él toda clase de favores? 33 ¿Quién podrá acusar a los elegidos de Dios? Dios es el que justifica. 34 ¿Quién se atreverá a condenarlos? ¿Será acaso Jesucristo, el que murió, más aún, el que resucitó, y está a la derecha de Dios e intercede por nosotros?

Jesús cargó sobre sí todo nuestro dolor, no vino a explicar el dolor sino a redimirlo. Igualmente nosotros ante el dolor ajeno, no podemos buscar explicaciones frías; o nos abrimos y sufrimos, o nos arriesgamos a perder lo más íntimo y humano de nosotros mismos (la solidaridad).

Por ello quien más ama es normalmente quien más goza, pero también quien más sufre. A nosotros, el pecado nos hace esto, lejano, porque llegamos a hacernos cómplices del dolor, pero la conciencia de Jesús limpio y totalmente entregado es capaz de sufrir para no vernos sufrir.


Decía Luter King, miren yo creo que la fuerza del amor, tiene mucha más potencia que la bomba atómica y si es verdad que la bomba atómica hizo tanto daño, una persona que viva dentro de sí la fuerza del amor a plenitud, un amor sano, tiene más potencia que la bomba atómica.


Una persona que vive en su mente, en su corazón y en sus fuerzas, llenas del amor de Dios, es una persona que será capaz, de levantar familias, será capaz de levantar ciudades, será capaz de levantar ambientes, muchas veces nuestros ambientes no cambian, no porque sea imposible cambiarlos, si no porque en medio de esos ambientes, hace falta una persona sana por dentro, capaz de poner amor donde hay odio, alegría donde hay tristeza, esperanza donde hay desesperanza, verdad donde hay error.

Una persona capaz de transformar los ambientes, que delante de situaciones de odio y de indiferencia, no se quede de brazos cruzados, si no que la fuerza del amor que lleva por dentro, la capacita para transformar cada uno de estos ambientes y cada una de estas personas.
Y tú, puedes ser uno de ellos, no renuncies a este maravilloso ideal, llena tu corazón de calidad en el amor, no de cualquier amor, llena tu vida del amor de Dios, tu mente, tu corazón y tus fuerzas, llenas solo del amor de Dios.

Rom 8, 35¿Quién podrá entonces separarnos del amor de Cristo? ¿Las tribulaciones, las angustias, la persecución, el hambre, la desnudez, los peligros, la espada? 36 Como dice la Escritura: Por tu causa somos entregados continuamente a la muerte; se nos considera como a ovejas destinadas al matadero. 37 Pero en todo esto obtenemos una amplia victoria, gracias a aquel que nos amó. 38

Porque sólo el amor de Dios nos hace capaces de enfrentarnos a las dificultades de la vida, sin perder el horizonte de ese Amor inagotable que es la fuente de donde nace nuestro ser Amor, como Él, de beber de ese Amor, a través de la Palabra día a día, podemos decir con fuerza, nadie me separa del amor de Dios, ninguna dificultad, obstáculo, caracteres de las otras personas, ni los chismes y diretes. Ni mi afán de ser, tener, gozar me puede apartar de este Amor


Cuentan, de una madre cuyo hijo, le gustaba mucho el juego con apuesta y un día al haberse quedado sin nada, apostó el corazón de su madre. Cuando llegó a la casa su madre lo esperaba con la comida caliente y el hijo esperó a que se durmiera, la mató y le sacó el corazón; y cuando se lo llevaba a sus compinches, por correr se tropezó y cayó el corazón y de ahí brotó unas palabras que decían: Hijito ¿te hiciste daño?.


Así es el que ama, nada, ni nadie le arrebata el Amor, se vive con los otros en permanente ayuda mutua por vivir el carisma Verbum Dei a partir de la realidad concreta de cada uno.
Así como para construir una casa, hay que purificar bien todos los elementos: hierro, la arena, la grava, el cemento. La resistencia del Amor- Vida, de Dios, que se construye depende de este trabajo. Señor, nos regalas, tu Amor y ahí está nuestra vida, por eso ayúdanos a comprender que: “La VIDA de AMOR, es un combate en todo momento. La negligencia de un solo instante puede pulverizarla, basta un solo pensamiento sin caridad, un juicio conservado obstinadamente, una orientación equivocada, una ambición o un interés personal, una acción realizada por uno mismo y no por el Amor que el Señor, nos inspira.


A mí me encanta la fórmula del matrimonio, cuando se aceptan por esposos, prometo serte fiel en lo prospero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, y amarte y respetarte todos los días de mi vida, yo creo que nuestra VIDA AMOR es una promesa que le hicimos a Dios cuando Él nos dijo “Tú eres mi hijo muy amado” he reservado la gracia de que nada ni nadie te separe de mi y nosotros en repuesta le dijimos:


Tú eres mi Dios y mi Señor y nada, ni nadie me separará de Ti, porque por el AMOR que te tengo, tengo la certeza de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los principados, ni lo presente ni lo futuro, ni los poderes espirituales, ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra criatura podrá separarnos jamás del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor.

Padre Santo, ayúdanos a cumplir esta promesa, y a ti Madre querida regálanos el ser fieles como tú, a este gran Amor que Dios nos regala.

No hay comentarios: