PAUTAS DE ORACIÓN

El objetivo de este Blog es ofrecer a las personas que deseen aprender a orar con la Palabra: Pautas de oración.
Desde nuestro encuentro personal con la Trinidad y con María, deseamos que se contagien y deseen tambien hacer una oración contemplativo - Apostólica, que les lleve a anunciar la Buena Nueva.
Es propio de nuestro Carisma escuchar la Palabra, Asimilarla, Vivirla y Anunciarla.

lunes, 20 de julio de 2009

Deseo tanto que hablemos hijo

Sábado 18 de Julio

Oseas 11,8; Is 64,7; Is 54,19

Is 2,3 y acudirán pueblos numerosos, que dirán: 3 “ ¡Vengan, subamos a la montaña del Señor, 3 a la Casa del Dios de Jacob! 3 Él nos instruirá en sus caminos 3 y caminaremos por sus sendas”.

Gracias Papá, por desear siempre hablar con nosotros, por eso venimos todos, a tu casa Señor, que es mi corazón y también está en la comunidad, queremos que Tú mismo nos enseñes, a platicar contigo, para caminar contigo por las sendas que tu quieres.

Por eso nos has mandado a tu Hijo para que le escuchemos, y nos enseñe a orar, para aprender a decirte con toda nuestra mente, alma y corazón, ¡padre! ¡Abba! ¡Papito!


Is 54, 10 Aunque se aparten las montañas 10 y vacilen las colinas, 10 mi amor no se apartará de ti, 10 mi alianza de paz no vacilará, 10 dice el Señor, que se compadeció de ti.

Jesús, tu oración expresa un modelo de amistad con Dios caracterizado por ser un medio de comunión con el Padre y con el hermano. Como discípulos nos unifica un mismo deseo: Aprender a orar como Tú. Enséñanos este medio de comunión fi­li­al y fraterna.
Enséñanos que "La Palabra de Dios escuchada, asimilada y vivida, nos transmite la misma Vida de Dios y es una manera de afianzar cada día esa alianza de paz, que quieres que reine entre tú y nosotros y todos tus hijos.

Os 11, 8 ¿Cómo voy a abandonarte, Efraím? 8 ¿Cómo voy a entregarte, Israel? 8 ¿Cómo voy a tratarte como a Admá 8 o a dejarte igual que Seboím? 8 Mi corazón se subleva contra mí 8 y se enciende toda mi ternura:

Enséñanos Jesús, a estar con el Padre o como decía Santa Teresa: "Estar a solas, largo rato con quien sabemos nos ama" para ver la realidad, a la luz de su Palabra, ir descartando, poco a poco, todos nuestros monólogos, ir desalojando todas las durezas, piedras y abrojos del corazón e ir evitando todo lo que impida que su Palabra prenda en nosotros y produzca el ciento por uno (Mt 13,1-23).
¡Qué pena que muchos no nos demos tiempo para ello! ¡Qué desacierto cuando le damos prioridad a tantas ocupaciones que nos impiden estar ocupándonos en escuchar al Maestro! ¡Qué desequilibrada está nuestra escala de valores! Nos detenemos más en las espinas que en la rosa, en el estuche que en el diamante. Nos atrae más la bisutería que el oro. Tenemos tiempo de perder el tiempo o de no emplearlo como quisiera el Señor.

Is 64, 7 Pero tú, Señor, eres nuestro padre, 7 nosotros somos la arcilla, y tu, nuestro alfarero: 7 ¡todos somos la obra de tus manos!

Esta razón es suficiente para ir concretando nuestro compromiso de vida, y no ir orando con el fin de saber más sino de llevar más a la práctica lo que ya sabemos. Dejándonos moldear por nuestro alfarero a su gusto.
Y por ello a los que en el silencio de la oración han percibido la voz del Señor, son los que tienen mucho que decir de su parte, y además lo pueden decir con la fuerza del Espíritu que coopera en su predicación (Hch 10,1-48).

¿Cómo qué no entrar en la cadena de los que dan testimonio de su oración?. ¿Quiénes son los predicadores de la Palabra que más influencia han tenido en la historia? Sin duda son los que continuamente son la complacencia del Padre, que quiere dialogar con nosotros y damos testimonio de lo que hemos visto y oído (1Jn 1,1-4). Así nos convertiremos en luz de las naciones (Is 42,6).

Estas palabras del profeta Isaías se cumplen en nombre del Padre, cuando caminamos por sus caminos, y pasamos haciendo el bien, y anunciamos la Buena Noticia del reino, curamos las enfermedades, y ofrecemos la salvación.

"María, Madre de Dios y de la Iglesia... impulsa y guía el ritmo creciente de nuestra vida de oración y apostolado" (Const VD 61).




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