PAUTAS DE ORACIÓN

El objetivo de este Blog es ofrecer a las personas que deseen aprender a orar con la Palabra: Pautas de oración.
Desde nuestro encuentro personal con la Trinidad y con María, deseamos que se contagien y deseen tambien hacer una oración contemplativo - Apostólica, que les lleve a anunciar la Buena Nueva.
Es propio de nuestro Carisma escuchar la Palabra, Asimilarla, Vivirla y Anunciarla.

jueves, 23 de abril de 2009

Haz la prueba en obedecer la Palabra y verás que bueno es el Señor

Hechos de los Apóstoles (5, 27-33)


Bendeciré al Señor a todas horas; no cesará mi boca de alabarlo. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor. Dichoso el hombre que se refugia en él. Esa debe de ser nuestra posición ante un Dios que hace tanto por nosotros, y que hoy nos llama a ser obedientes a su Palabra como lo fueron sus primeros discípulos prefirieron ir a la muerte que desobedecerlo, y pedirle a nuestra Madre, que nos enseñe a ser dóciles a la voz de Dios, como Ella lo fue y sobre todo ante esa obediencia fiarse de que su Dios es bueno y que se sentía tan amada por Dios, que no dudaba en obedecerle, porque sabía que su Dios, no iba a permitir que nada malo le pasara.

“Les hemos prohibido enseñar en nombre de ese Jesús; sin embargo, ustedes han llenado a Jerusalén con sus enseñanzas y quieren hacernos responsables de la sangre de ese hombre”. Pedro y los otros apóstoles replicaron: “Primero hay que obedecer a Dios y luego a los hombres.”

¿Por qué ellos podían ser obedientes? ¿Uds. creen que Dios nos hizo desobedientes? Pues si nos hubiera hecho desobedientes, no sería un Dios bueno, pero Él nos hizo bien, nos hizo obedientes y dóciles a su voz, nos creó para amarle, servirle y darle gloria ¿Pero qué pasó, que aprendimos a ser desobedientes? Las voces de nuestro egoísmo, de nuestra soberbia, del mundo, nos sedujeron, nos pareció que Dios, quería que no fuéramos más que Él, y quisimos arrebatarle la autoridad, que tenía sobre nosotros, como nuestro Creador, nuestra soberbia de querer imponer nuestros gustos, ideas, pareceres, para someter no sólo a nuestros hermanos, sino también queremos que Dios se someta a nuestros caprichos, eso nos hizo desobedientes.

Por eso Dios a pesar de eso nos amó tanto que envió a su Hijo Jesús, que se hizo obediente, hasta la muerte en cruz, para que nos enseñara, que quien quiere ser el primero entre sus hermanos, tiene que ser el que da más amor, da su vida, se pone al servicio de los demás, como Él, que nos lava los pies, para que seamos limpios de corazón, llora ante nuestra debilidad, ante nuestros sufrimientos, se pone delante y saca la cara por nosotros, que somos pecadores, Él asume nuestras culpas a fin de librarnos de las penas del infierno de una vida sin AMOR.

Por eso hoy día, vamos a pedirle a Jesús, que nos dé un corazón manso y humilde como el de Él, que no hacía nada sino lo veía a hacer el Padre y no decía nada sino lo escuchaba. Obedecer a Dios antes que a los hombres, y para eso hay que estar continuamente en escucha de su Palabra, cuanto más escuchemos más aprenderemos cada día a ser más obedientes, porque el Espíritu de Jesús, actuará por nosotros, abogará por nosotros y creerá, tendrá esperanza, Amor, por nosotros cuando a nosotros nos falta, Él cuidará nuestra alma, en la noche oscura de desesperanza, de falta de fe o Amor.

Madre, Mamita querida, toda tu Vida como la de Jesús, no fue otra cosa que dejarte guiar por el Espíritu Santo, a fin de obedecer a la Palabra de Dios, enséñanos a ser como tú, para que el fruto de nuestra oración siempre sea ¡Hágase en mi según tu Palabra!

Julia

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