PAUTAS DE ORACIÓN

El objetivo de este Blog es ofrecer a las personas que deseen aprender a orar con la Palabra: Pautas de oración.
Desde nuestro encuentro personal con la Trinidad y con María, deseamos que se contagien y deseen tambien hacer una oración contemplativo - Apostólica, que les lleve a anunciar la Buena Nueva.
Es propio de nuestro Carisma escuchar la Palabra, Asimilarla, Vivirla y Anunciarla.

martes, 14 de abril de 2009

El soportó el castigo que nos trae la paz

10 04 09


Isaías 52,13-53,12; Hebreos 4, 14-16; 5, 7-9; Juan 18,1-19,42.

Pilatos volvió a dirigirles la palabra, con la intención de poner en libertad a Jesús, pero ellos seguían, gritando ¡Crucifícale!¡Crucifícale! ¿Quién es Pilatos? el que tiene la intención de liberar a Jesús, sólo tiene la intención, pero no tiene la fuerza para llevarla a cabo, a pesar de que está convencido de la inocencia de Jesús, a veces así somos nosotros, sabemos lo bueno que es Jesús, nosotros, que venimos a la comunidad, tanto tiempo, no vivimos en diálogo con él, es más nos da lo mismo orar o no orar, nos contentamos con tenerlo en mente, sabemos que es bueno, pero ignoramos su presencia real, viva que necesita de tu diálogo largo, amoroso, sosegado para decirte lo que te ama, y que está dispuesto por ti a dar la vida cuántas veces tu lo necesitas.

Nuestra vida a veces es la de Pilatos, un hombre que entra y sale, es indeciso, no está bien en ningún sitio y no tiene ninguna opinión, ¿Quién es libre Jesús? Pilatos que se ha erigido tu juez o tu que estás atado y coronado de espinas? Pilatos, ante Jesús, es como esa marioneta, atado por el poder, si dice “esto” no es amigo del César, y si dice lo “otro”, condeno a un inocente ¿De lado de quien estás Pilatos? Hasta donde llega el ser humano, como títeres de las circunstancias, atadas a tantos hilos como marioneta, nos jala, las circunstancias por no creer en Jesús, sino que nos hacemos esclavos de eso que nosotros creemos que nos va a ser felices.

Llevaron a Jesús ante el tribunal y le dijeron “Dinos, si eres el Mesías” Jesús respondió: “Tienes razón: Yo lo soy” ¿Qué le pasa a Jesús, que siendo el rey y el que pretende ser tu Rey, se deja llevar ante los tribunales? y Jesús, sabe que está cumpliendo la voluntad del Padre, es el Padre que entrega al Hijo y el Hijo se entrega por obediencia, y se deja llevar por las manos de Dios, ¿Qué le puede pasar, el Padre que cuida hasta de los pajaritos, va a abandonar al que es su complacencia? Por eso, Jesús, responde seguro, cuando le preguntan dinos ¿Quién eres? “Yo soy” Yo soy del Padre, Yo soy el que doy vida, soy el Buen Pastor, soy tu liberador, soy el que voy a dar la vida por ti y tú ¿Quién eres? ¿Yo soy de quién? Puedes contestar como Jesús, con autoridad, sabiendo lo que dice, al decir Yo soy, es en esencia, lo que es: AMOR, paz, justicia, ¿Que te da tanta autoridad? ¿Cómo sé que eres Amor? Y ¿que eres, quien eres? Al contrario, el que es más grande, que se comporte como el menor, y el que gobierna como un servidor…Por eso yo les confiero la realeza, como el Padre me la dio a mí. Él se reconoce Hijo de Dios, Rey de Israel, viene a cambiar, la idea del mundo, sobre lo que es la autoridad, del más grande, del mejor, ¿Quién es el mayor, el mejor , quién es la autoridad? aquel que va por delante, sirviendo a los demás, aquel que se adelanta ante el sufrimiento de los demás, aquel que es samaritano ante el dolor, las heridas de su hermano, aquel que hace compañía a un padre, madre anciano y no le es un estorbo, aquel que no se corre, cuando sus hermanos están en dificultades y no se pone al lado del que le va a hacer ascender, o que le va a dar dinero, o crecer su fama, su producción; sino de aquel, que aún no produciendo, no siendo el más, en nada, le sirve gratuitamente, y se llena de misericordia, con su Palabra y con hechos, la Palabra llena de fe, en aquel que teniendo poder se hace el más humilde de los hombre y por eso es la complacencia del Padre.

Había una inscripción, sobre él que decía: “Este es el Rey de los judíos” aunque se rían de Él, se burlen, Jesús está seguro de su realeza, ¡Qué necesidad de una inscripción! Porque eso quiero inscribirte en tu corazón, no con tinta, ni en un rótulo, quiero inscribirte en tu corazón, que Yo soy tu Rey, con sangre, no como Rey de este mundo, sino Rey porque me dejas actuar en tu corazón, que en medio de tantos acontecimientos de esta semana que ustedes llaman Santa, tú sepas que Yo soy tu imagen, soy el hombre perfecto, el que el lleva el hilo de los acontecimientos y confunde a propios y a extraños, Él está sentado ante sus acusadores, pero Él allí sentado, ante las autoridades, en silencio ¿De qué me acusan? ¿Quién me encontró culpa? Más bien, todos, todos, se sienten culpables y Él no ha dicho ni una Palabra en contra de nadie, es que ponerse a Jesús, es ponerte frente a un espejo y te refleja a la imagen a que estás llamado, ser:

Ese Jesús, que ves crucificado, eres tú, y uno dice, bueno, a mi me sale, decirle, Dios mío y que he hecho con mi vida ¿Por qué he deformado tanto mi imagen? Y eso hace Judas: no soporta y se suicida; Pilatos, intranquilo, consternado de haber mandado a la muerte a un inocente; no tiene paz en el alma, desde ese entonces, la vida de Pilatos, no es más que remordimientos, los soldados, exclaman, realmente este es Hijo de Dios, los discípulos muertos de vergüenza por que no habían podido reconocerlo en público, a lo largo de la procesión entre vítores y cantos, y a lo largo de toda la pasión, Jesús se comporta como un hombre libre, como un Rey que tiene soberanía sobre sí mismo, porque el Padre le ha dado poder para amar hasta el extremo, para llevar hasta el final el proyecto de Dios, que es el dar vida, salvar a todos los hombres, y el hombre es imagen y semejanza de Dios, cuando escucha y obedece a la Palabra.

Julia

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