PAUTAS DE ORACIÓN

El objetivo de este Blog es ofrecer a las personas que deseen aprender a orar con la Palabra: Pautas de oración.
Desde nuestro encuentro personal con la Trinidad y con María, deseamos que se contagien y deseen tambien hacer una oración contemplativo - Apostólica, que les lleve a anunciar la Buena Nueva.
Es propio de nuestro Carisma escuchar la Palabra, Asimilarla, Vivirla y Anunciarla.

martes, 14 de abril de 2009

Comunica a tus hermanos que has visto al Señor

Juan 20, 11-18
‘Subo a mi Padre y su Padre, a mi Dios y su Dios’ ”.

Éste es el día en que actuó el Señor: sea él nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya. Realmente es día de gracia, que bueno que el Señor nos ama tanto y mejor sería que sintamos ese amor tan presente en nuestras vidas y nos dejemos abrazar por este Cristo resucitado, para que nuestras lágrimas se sequen y vivamos el gozo de Jesús, que actúa en libertad, “ A mí nadie me quita la vida, yo la doy cuando quiero y la vuelvo a recuperar cuando quiero, nadie puede llevarse a mi Señor, si aprendo a amarlo con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma y nuestras fuerzas.
Las mujeres lo buscan con miedo y gozo”, a la vez “Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo habrán puesto” porque recién habían conocido al Maestro, y su fe es débil, porque esperaban otra clase de liberación, ellas recién van a aprender a gozar de su presencia, porque la Pascua, no puede sucederse sin más. La vida de estas mujeres de las que nos habla el Evangelio, no fue la misma después del encuentro con Cristo Resucitado. Los resucitados son los que tienen un «cambio» de vida, un «cambio» que les sale por los ojos brillantes y que se convierte enseguida en algo contagioso, algo que demuestra que la vida es más fuerte que la muerte.

Dejémonos penetrar por la fuerza de la Resurrección del Señor. Que su “Pascua” por nuestras vidas no nos deje indiferentes, que nos libere y nos transforme como lo hizo con los primeros cristianos que fueron capaces, incluso, de dar su vida por la causa del anuncio de la Buena Nueva. Pero lo más importante, es liberación radical de la esclavitud del pecado que nos agobia, si aún no nos hemos reconciliado, Él nos sigue esperando.
“Subo a mi Padre y su Padre, a mi Dios y su Dios’ ” Y Jesús como siempre con su Palabra, invitándonos a mantenernos en comunicación con el Padre y reconocerlo como nuestro Padre que nos cuida con su providencia admirable y como Dios, porque para Él no hay nada imposible, y por ello nos dice fíense de mi Padre porque Él conoce sus necesidades y no hay nada que no pueda solucionar, basta que nosotros le digamos ¡Padre y Dios mío en ti confío! Por eso hablo contigo a solas y permanentemente.

Madre Querida, enséñanos cómo fiarnos de Él, como tú lo hiciste, siempre segura de su Amor y no titubeaste ni en los momentos más difíciles que te tocó vivir.

Julia

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