Proclama todo lo que Jesùs ha hecho por ti

Lucas 8, 25-38

Esta mañana ante la invitación a proclamar las maravillas que ha hecho el Señor en mi vida, me venían las palabras del Salmo 40.

“¡Cuántas maravillas has hecho Señor, mi Dios!, ¡cuántos proyectos en favor nuestro!, Nadie se te puede comparar. Yo quisiera publicarlas y contarlas, pero son demasiado para enumerarlas”. Salmo 40,6

Y contemplaba el paso del Señor por mi vida a través de su Palabra.

“Llegaron a la tierra de de los gerasenos, que se halla al otro lado del lago frente a Galilea….”

Cómo ha llegado Jesús a mi vida, a rescatarme, porque vivía como este hombre, poseída por demonios, “desde hacia mucho tiempo no se vestía, ni vivía en casa alguna, sino que habitaba en las tumbas”…en muchas ocasiones el espíritu se había apoderado de él y lo había llevado al desierto, En esos momentos por mas que lo ataran con cadenas y grillos para someterlo, rompía las ataduras.”

Alguien que vive en las tumbas es alguien que está muerto, así vivía yo, y este mal espíritu me llevaba la desierto, aun hoy, al desierto del desánimo, del aburrimiento, de la rutina, porque en el desierto todo se ve igual, todos los días son aburridos, áridos, secos, fríos, el mismo paisaje, estéril, no da ganas de nada, tantas veces, por mas que me decían, o me dicen que cambie, me llenan de consejos, de terapias, de remedios caseros, y de todo tipo, para estar bien, nada, puede físicamente, darme la paz, la salud, porque dentro están los espíritus malos del pecado, del miedo, de la desconfianza, del miedo a sobre todo a Dios a que confronte mi vida.

“le decía a voces: “Jesús te lo ruego no me atormentes”…uno siente los remordimientos, siente la voz de Jesús que nos busca, que nos llama a Vivir con dignidad, a orar de nuevo, a encontrarnos con Él, y hasta eso nos molesta….el tormento de vivir sin Dios es terrible, este hombre por eso sale al encuentro de Jesús, “acababa Jesús de desembarcar cuando vino a su encuentro”, este hombre lo deseaba tanto en el fondo de su ser, lo necesitaba por eso lo esperaba…

“Jesús le preguntó ¿Cuál es tu nombre?....y él le contestó: “multitud”.”

Esta mañana le preguntaba a Jesús ¿Señor porque me preguntas mi nombre? tu ya lo sabes, y también yo misma me preguntaba…¿cuál es mi nombre?….¿nila?....no, ahora….tu nombre es Verbum Dei…el Señor me decía mi nombre actual, El cambia nuestro nombre….mi verdadero nombre, ya no es "multitud" de pecado, porque su Misericordia, me ha tocado, me ha dado una nueva vida, mi nombre es Palabra de Dios, para que proclame las maravillas que el Señor ha realizado en mi vida…

yo he nacido de la Palabra de Dios, de la Palabra que El pronunció frente a mi vida, que me ha hecho ser digna, libre y feliz, una persona nueva para proclamar su Poder, su Amor por “la ciudad entera, todo lo que ha hecho por mi”.

Esta mañana, pregúntale al Señor cuáles son esos demonios que le piden al Señor que se aparte de ti, que te hace vivir como muerto, desnudo de la gracia de Dios, desnudo de la dignidad de vivir como hijo de Dios…. generalmente es el miedo el que nos separa de Dios, miedo a cambiar, miedo a dejar ir lo demonios de los placeres, de la comodidad, de no querer hacer la voluntad de Otro, porque estamos acostumbrados a hacer nuestros caprichos.

El Señor nos pide ahora dejarnos, abandonarnos en El. Entregarnos a El, porque su Palabra tiene el poder de calmar, mares, callar vientos, echar demonios, “hasta los demonios se le someten”….solo hay que salirle al encuentro como este hombre….para poder permanecer con El.

“la gente salia a ver que había pasado y llegaron donde estaba Jesús Encontraron junto a El al hombre del que habían salido los demonios; sentado a sus pies, vestido y en su sano juicio.”

Jesús cambio mi vida, y también puede cambiar la tuya…la gente puede ver lo que ha pasado en tu vida, te ven junto a Jesús….
Puedo ahora sentarme junto a El, me ha vestido, me ha dado la dignidad, ya no soy casa habitada por demonios, sino casa de Dios, me ha devuelto el juicio, puedo discernir, y me ha puesto un nombre que ahora ya se lo que significa, porque lo vivo con El, mi nombre es: “Verbum Dei” Palabra de Dios, para proclamar su Palabra, para gritar con María:

“Proclama mi alma las grandezas del Señor…el Poderoso ha hecho grandes cosas por mi… Dio un golpe con todo su poder, deshizo a los soberbios y sus planes…derribó a los poderoso de sus tronos y exaltó a los humildes….” Luc 1, 46.51-52

El me enseña cada mañana a vivir en humildad, a confiar, que El es el Señor, el dueño de la obra, el Señor de la Historia de Salvación, que solo en El tengo que confiar y permanecer siempre sentada a sus pies, volver a mi casa “vuélvete a tu casa..¿Señor, cual es mi casa?... “la casa de mi Padre”, vuélvete al Hogar, y vuélvete a tu casa de la tierra a tu ciudad y cuenta a los tuyos “todo lo que Dios ha hecho por ti”…
Ojalá pueda decir como el salmista:

“Publiqué tu camino en la gran asamblea, no me callé Señor tu bien lo sabes. No encerré tus decretos en el fondo de mi corazón: Proclamé tu fidelidad y tu socorro.
No oculté tu amor y tu verdad en la gran asamblea.” Salmo 40, 10-11

nila