Persevera en la oración

"Sean constantes en la oración, quédense velando para dar gracias, oren también por nosotros, para que Dios nos de palabras y pueda yo anunciar el misterio de Cristo. Por ese misterio estoy atado con cadenas" Colosenses 4, 2-3.

El Señor nos esta invitando a orar sin desanimarnos, a perseverar a pesar de las dificultades, y tambien por los hermanos porque al igual que nosotros, ellos tambien pasan problemas y muchas veces peores que los nuestros

"Oren también por nosotros" "para que Dios nos de palabras", es tan dificil para el mundo entender que Dios vive entre nosotros, que Jesus es real, que es verdadero Dios y verdadero hombre, es un misterio dificil de explicar con nuestras palabras por eso se necesita de la oracion constante, del diálogo con Dios para sentirlo con el corazón, que no nos deja, que se hizo hombre para ayudarme, para salvarme de las tentaciones, de mi misma, del mundo.

A Pablo le costaba mucho predicar en ese ambiente de gnosticos, de incredulidad, de personas que se cuestionaban como podia ser Jesús el hijo de Dios, al igual que ahora cuantos hay que no creen en Jesus, en la Vida Eterna....y Pablo por hablar de este Misterio esta atado con cadenas pero persevera a pesar de todo, quiere seguir anunciando, “la Palabra no esta encadenada” dice en otra parte, la Palabra es Dios, es Espíritu y Vida, no se puede encadenar y Pablo tenia tanta vida de Dios porque oraba, por eso estaba lleno del espíritu, y estuviera como estuviera no podía dejar de anunciar, ya sea ante los jueces, ante el pueblo ante los enemigos porque detrás de la vida de Pablo estaba también la oración de las comunidades de creyentes.

Esta mañana el Señor me hacia también ver que detrás de mi vida también hay mucha oración, hay mucha vida de Dios , porque mis hermanos oran por mi y en ese orar les llega la vida de Dios, la inspiración de Dios para pedir por mi, y eso es lo que siento, lo que veo en mi familia, en mis hijos, en mi discípulos, que si persevero en la oración, que si tengo paciencia, paz, estas ganas ardientes de dar la Palabra no es por mi, es por la oración de mis hermanos de fe,es porque me llega la vida de Dios, su fuego, a través de su oración, por eso solo puedo decirle a Dios:

Gracias Señor por la Iglesia, gracias por la comunidad, gracias porque nos has enseñado a orar y a pedir unos por otros, para no decaer en la vida del mundo, en la vida de fe….

Gracias madre por cuidar mi oracion de cada dia, por mi fe y la fe de mis hermanos. Por rogar para mi perseverancia en la oración, gracias madre mía. Te amo.”

nila