"Cuando llegó a la puerta del pueblo, sacaban a enterrar a un muerto: era el hijo único de su madre, que era viuda, y mucha gente del pueblo la acompañaba.
Al verla, el Señor se compadeció de ella y le dijo: “No llores”. después se acercó y tocó el féretro. Los que lo llevaban se detuvieron. Dijo Jesús entonces:
“Joven yo te lo mando, levántate”
Se incorporó el muerto inmediatamente y se puso a hablar. Y Jesús se lo entregó a su madre.” Lucas 7, 13-15
Esta mañana el señor me hacia contemplar a la comunidad como esa madre que llora porque su hijo ha muerto, y lo llevan a enterrar.
Y contemplo a la comunidad como al mismo Jesús, porque es El mismo que a través de ella, se preocupa por mi, siente lo que me pasa, y se preocupa cuando no me ve; antes me quedaba mirándome a mi misma, y pensando ¿porque no me buscan?, ¿porque no me llaman?, pero ahora se que aunque no lo hagan, no es por eso que dejen de amarme o de preocuparse por mi, ahora yo lo entiendo; porque como comunidad también he dejado de llamar o buscar a las discípulas pero no porque no quiera o porque no me importen, sino por falta de medios, ya sea económicos, para las llamadas, o pasajes, o porque en casa hay alguien enfermo a que solo me tiene a mi, en fin.
Se que mi comunidad esta siempre orando por mi y que esa fuerza que tengo en las dificultades, me viene de esa oración que hacen ellas cada mañana al pie de la cruz.
Jesús se acerca y toca el féretro, nos dice la palabra, Jesús esta mañana se acerca también a tu vida como a la mía, y te dice “joven yo te lo mando, levántate” “se incorporó el muerto inmediatamente y se puso a hablar”.
Levántate de tus resentimientos, de tu falta de fe, de esperanza en la vida, en los demás, de estar siempre esperando que te den, levántate porque tu madre te necesita, la comunidad te necesita, porque hay muchos jóvenes muriendo, muchos a quienes la sociedad ya da por muertos, su misma familia, no espera mas de ellos, lo llevan a enterrar, para la comunidad eres como ese hijo único de la viuda, eres especial, Único.
Al verla, el Señor se compadeció de ella y le dijo: “No llores”. después se acercó y tocó el féretro. Los que lo llevaban se detuvieron. Dijo Jesús entonces:
“Joven yo te lo mando, levántate”
Se incorporó el muerto inmediatamente y se puso a hablar. Y Jesús se lo entregó a su madre.” Lucas 7, 13-15
Esta mañana el señor me hacia contemplar a la comunidad como esa madre que llora porque su hijo ha muerto, y lo llevan a enterrar.
Y contemplo a la comunidad como al mismo Jesús, porque es El mismo que a través de ella, se preocupa por mi, siente lo que me pasa, y se preocupa cuando no me ve; antes me quedaba mirándome a mi misma, y pensando ¿porque no me buscan?, ¿porque no me llaman?, pero ahora se que aunque no lo hagan, no es por eso que dejen de amarme o de preocuparse por mi, ahora yo lo entiendo; porque como comunidad también he dejado de llamar o buscar a las discípulas pero no porque no quiera o porque no me importen, sino por falta de medios, ya sea económicos, para las llamadas, o pasajes, o porque en casa hay alguien enfermo a que solo me tiene a mi, en fin.
Se que mi comunidad esta siempre orando por mi y que esa fuerza que tengo en las dificultades, me viene de esa oración que hacen ellas cada mañana al pie de la cruz.
Jesús se acerca y toca el féretro, nos dice la palabra, Jesús esta mañana se acerca también a tu vida como a la mía, y te dice “joven yo te lo mando, levántate” “se incorporó el muerto inmediatamente y se puso a hablar”.
Levántate de tus resentimientos, de tu falta de fe, de esperanza en la vida, en los demás, de estar siempre esperando que te den, levántate porque tu madre te necesita, la comunidad te necesita, porque hay muchos jóvenes muriendo, muchos a quienes la sociedad ya da por muertos, su misma familia, no espera mas de ellos, lo llevan a enterrar, para la comunidad eres como ese hijo único de la viuda, eres especial, Único.
Aunque tu no te valores, la comunidad te valora, porque Jesús ha puesto ahí su corazón porque la comunidad es la Iglesia, es la Madre iglesia que actúa por El , en El para darte el amor que tu vida necesita, la vitalidad, la fuerza para levantarte y seguir viviendo, para hablar, para proclamar que Jesús es el Señor, que ante su Palabra los muertos se levantan, porque El lo manda.
Jesús puede hacer que tu te incorpores inmediatamente si le abres las puertas de tu corazón”, quizás muchos te han mandado levantarte y de muchas maneras y en muchos tonos, pero Jesús es hoy quien te lo manda “ahora Yo te lo mando” LEVANTATE.”, sal de ese féretro, no dejes que te lleve a enterrar lo que pasas, tu enfermedad, tu problema, incorpórate tienes una familia para quien vivir, que llora por ti y que te necesita.
Señor quiero darte gracias, porque esta mañana me haces levantarme, oír tu voz, orar con tu Palabra, me levanta para poder seguir adelante, se que mis hermanos de comunidad me necesitan, así como soy, tu puedes hablar también a través de mi, porque me has hecho miembro de una comunidad que anuncia que proclama a Palabra, que resucita, y no me puedo quedar cómodamente en mi féretro, dejándome llevar por la vida.
Gracias madre mía porque tu cuidas nuestra comunidad, la guardas para que podamos estar siempre perseverando en la fe, como hiciste con los apóstoles. Gracias Madre.
nila
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