PAUTAS DE ORACIÓN

El objetivo de este Blog es ofrecer a las personas que deseen aprender a orar con la Palabra: Pautas de oración.
Desde nuestro encuentro personal con la Trinidad y con María, deseamos que se contagien y deseen tambien hacer una oración contemplativo - Apostólica, que les lleve a anunciar la Buena Nueva.
Es propio de nuestro Carisma escuchar la Palabra, Asimilarla, Vivirla y Anunciarla.

sábado, 10 de octubre de 2009

El vencedor comerá del Árbol de la vida

Apocalipsis 3, 15-16, Proverbios 4, 20,23

Le daba muchas gracias a Dios por su inmenso amor, por querernos viviendo felices junto a El, por estar siempre preocupado por nosotros, por que vivamos Bien y le daba gracias también por tener una comunidad que nos guía y alimenta, que cuida nuestra vida espiritual, y que no nos deja vivir a medias, o en la tibieza.

Esto también pasaba con la comunidad de Laodicea a quien el Señor se dirige a través de la carta de San Juan para hacerles reaccionar, y poderles levantar y seguir con la misión encomendada; es el principio del Cristianismo y se vivían tiempos difíciles, de mucha persecución, al igual que ahora.

Porque las persecuciones también las tenemos actualmente, están en todo tiempo, mientras estemos aquí en la tierra las tenemos a nuestro alrededor: Nos persigue la corriente del mundo, que nos quiere hacer vivir abocados al activismo, porque se piensa que lo mas importante es el tener, y el hacer, vivir para producir, para las cosas materiales, para tener seguridades que se palpen.

Y en medio de esta persecución, donde se nos critica, se nos llama “raros”, por hablar de la Vida Eterna, solamente el que se encuentra viviendo en comunión con Jesús, con la Palabra puede mantenerse en la temperatura que el Señor desea, los demás nos vamos cayendo en la tibieza de la mediocridad, del conformismo, de dejarles así nomás, de callarnos, de no definirnos, de pensar “¿Para que hablar de Dios, si esto no lo cambia nadie?” o de ir a misa, de orar, de ayudar a nuestros hermanos cuando hay tiempo, de ocuparnos del hermano cuando no tengo nada que hacer, de darles ayuda cuando nos sobra o alguien por ahí nos pide una colaboración.

Dios nos envía un mensaje, nos hace un llamado a través del libro del Apocalipsis:

“Conozco tus obras: no eres ni frío ni caliente. ¡Ojala fueras frío o caliente! Pero porque eres tibio y no frió o caliente, voy a vomitarte de mi boca.”

“Conozco lo que haces, lo que dices, lo que sientes, lo que respondes, conozco cada uno de tus pasos”, (Salmo 139) Nada de lo que hacemos esta oculto para Dios, y nos conoce y está con nosotros en cada cosa que vivimos, porque es nuestro Padre que nos ama y no solo a nosotros sino a todos, porque es Padre de todos, y quieres que todos se salven (1Tim 2,4), por eso nos corrige hoy “Yo reprendo y corrijo a los que amo”.

“No me da igual que vivas estancado en lo que ya conoces, en lo que sabes, no es suficiente”, eso es vivir tibio, en la mediocridad espiritual, porque no das fruto; en mi jardín tengo una planta de mandarina hace veinte años, que esta ahí del mismo tamaño siempre, da algunas florecitas, pero nunca da fruto, todo el tiempo está igual ni se seca, ni da fruto; a veces vivimos así, hablamos de Dios de vez en cuando, tenemos ganas, pero no seguimos, no perseveramos tras el hermano, no damos fruto….y nosotros estamos llamados a dar fruto y abundante.

A Jesús le importa mucho que el Reino del Padre se extienda, que el mensaje llegue a todos, por eso es tan radical cuando nos dice que no seamos tibios, voy a vomitarte de mi boca”, es una expresión en la que el autor sagrado quiere decirnos que no estamos haciendo lo que le agrada a Dios; así como nosotros algo que no nos gusta, no lo pasamos, lo rechazamos, queremos devolverlo por desagradable.

Dios no nos rechaza somos nosotros los que nos hacemos desagradables a Dios con nuestra conducta, nuestras obras, mediocres, conformistas. Ojala fueras frío o caliente….no seas tibio, si te defines como frío, como ateo, por lo menos reconoces “esto soy”; pero tenemos la hipocresía de creernos buenos, de pensar que estamos bien cuando decimos que seguimos a Cristo y no hacemos nada de lo que El hacía.

A mi me provocaba mucho dolor, oír del Señor voy a vomitarte, de mi boca, es algo fuerte, me daba cuenta cuanta tibieza hay en mis obras, poco a poco uno se va enfriando, se va haciendo tibio en la relación con Dios sin llegar a lo frío pero relativizas a Dios, se enfría el fuego por la misión.

Hoy nos hace el Señor una advertencia, que es un parar y examinarnos y recapacitar dice la Palabra: “Vamos anímate” “Se ferviente arrepiéntete” “Pídeme un colirio que te pondrás en los ojos para ver” para que veas como estas pensando “Soy rico, tengo de todo nada me falta”.

Cuando pensamos que nada nos falta, que ya lo tenemos todo, es cuando ya nos hemos convertido en pobres, es cuando ya estamos conformándonos, quedándonos en nosotros mismos: “ya se bastante, ¿para que mas? no hay que exagerar, tengo suficiente Palabra, suficientes retiros o charlas, ya sé lo necesario, lo básico, no necesito nada mas”,…

Y no te das cuenta que eres un infeliz, digno de compasión, pobre, ciego y desnudo”, ¿Cuál era tu riqueza? La autosuficiencia, la mentira el creer que no necesitas de Dios, que ya ganaste un lugar en el cielo, porque tienes un Dios que todo te perdona, que te ama con todos tus pecados, y esto es cierto, pero no sale de tu corazón, el deseo de agradecerle dándole a conocer con tu vida, de pagar amor con amor.

Pero que Bueno es Dios, El no es conformista, El quiere todo de nosotros no las sobras, no lo que podamos darle, nos ama tanto que nos quiere felices, plenos, alegres gozosos, porque el que tiene a Dios es feliz, es alegre, no se queja aunque pase penas, vive con fe, con esperanza, con amor por eso nos aconseja:

“Te aconsejo que me compres oro refinado para que te hagas rico”, rico de verdad, rico en amor, rico en verdad, necesitamos comprarle oro refinado, ropas blancas. Vístete con la Palabra de Dios, vístete con la Armadura de Dios, no caigas en la tentación de creer que puedes ser feliz con lo que ya tienes conseguido.

Cuando amamos a Dios, cuando le seguimos, El nos da mas sed, mas de Dios, “Quiero mas de ti, tengo sed de Ti Señor”, es una sed que la tenemos dentro para buscarle, para sentir que le necesitamos mas que el aire, mas que el agua, es una sed que nos lleva a luchar por no perderle, que nos hace sentir pobres, desnudos sin su Presencia constante en nuestra vida.

Es una lucha para permanecer calientes, apasionados por el Señor y por los hermanos, es una lucha que tiene un premio, es una promesa de Jesús:

“Al vencedor lo sentaré junto a mi en mi trono, del mismo modo que yo, después de vencer me senté junto a mi Padre en su trono”.

¿Como venció Jesús?, viviendo en comunión con su Padre.

¿Como podemos vencer nosotros?, ¿Que armas tenemos para poder mantenernos en la temperatura que el Señor quiere en lo que le es agradable y perfecto? La Palabra nos responde:

“Hijo mío pon atención a mis Palabras; tenlas presente en el Espíritu. Las hojitas, las lecturas que nos da la comunidad, nuestra Iglesia son para practicarlas, son para tenerlas presente, presentes en el Espíritu, orarlas para que nos muevan a actuar conforme a ellas.

Guárdalas en lo mas profundo de tu corazón; son vida para los que la acogen, remedio para el cuerpo.

El que no las acoge no tiene vida, se va entibiando, se va muriendo en vida….es un suicidio espiritual vivir sin las Palabras que dan vida….

“Mis palabras te van a mantener en la temperatura perfecta para amar, en lo que me agrada en lo que te va a llevar a la victoria a sentirte feliz, viviendo ya en la vida eterna”.

La promesa está dada “Al vencedor le daré de comer del árbol de la vida” Ap 2,7 “Los decididos son los que se adueñan del Reino”.

nila

No hay comentarios: