PAUTAS DE ORACIÓN

El objetivo de este Blog es ofrecer a las personas que deseen aprender a orar con la Palabra: Pautas de oración.
Desde nuestro encuentro personal con la Trinidad y con María, deseamos que se contagien y deseen tambien hacer una oración contemplativo - Apostólica, que les lleve a anunciar la Buena Nueva.
Es propio de nuestro Carisma escuchar la Palabra, Asimilarla, Vivirla y Anunciarla.

martes, 24 de marzo de 2009

Nada nos separará del amor de Dios

Romanos 8,35-39


En este ambiente de Cuaresma, el Señor nos pide amarlo sobre todas las cosas, reconocerlo como único Dios y Señor nuestro, ahí, en este ambiente, verlo y escuchar su Palabra en el silencio de nuestro corazón, allí habla el Señor, en la calma, en el sosiego, en el descansar en Él, que es todo amor, vida.

Pedirle a María, que Jesús nos regale, esa actitud de escucha a la Palabra de Dios y hacerla vida en obediencia a su voluntad, que poco a poco Jesús nos vaya develando su rostro, que es el rostro que Dios ha modelado en nosotros, el rostro de la obediencia de Jesús, ¡Aquí estoy para hacer tu voluntad!

¿En qué nos ayuda el tener presente esa actitud de obediencia? ROM 8,35-39; para mirar a Dios como Cristo lo mira, con ojos de fe, como la de Él, que se sabe muy amado del Padre y se confía a Él, como a un niño, el Padre busca lo mejor siempre para nosotros.

A veces nosotros nos confiamos a tanta gente, en el panadero, cuando compramos ropa o lo que sea. En el médico que nos dice le vamos a operar, siempre hay miedo, pero le confiamos nuestro cuerpo para que vea lo que tiene que hacer, y si hay que extirpar la apéndice, el tumos, la pierna, le creemos, aunque duela, con miedo y dudas nos confiamos.

Jesús se confía al Padre, teme, duda, sufre, pero se confía ¡Hágase tu voluntad! A eso nos llama el Señor cuando nos dice:

"¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Acaso las pruebas, la aflicción, la persecución, el hambre, la falta de todo, los peligros o la espada? Como dice la Escritura: Por tu causa nos arrastran continuamente a la muerte, nos tratan como ovejas destinadas al matadero.

Pero no; en todo eso saldremos triunfadores gracias a Aquel que nos amó. Yo sé que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni las fuerzas del universo, ni el presente ni el futuro, ni las fuerzas espirituales, ya sean del cielo o de los abismos, ni ninguna otra criatura podrán apartarnos del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor. "

Jn 3,16-17 Nada nos separará del amor de Cristo, porque Así amó Dios al mundo! Le dio al Hijo Único, para que quien cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió al Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que se salve el mundo gracias a él.

Debemos de detenernos en esa frase “porque así amó Dios al mundo” Es por amor que no debemos de dudar, aunque nos veamos en las peores circunstancias.

Me acuerdo, que cuando ya casi después de un mes del accidente, Jesús me pedía, que diera gracias al Padre, por lo que estaba pasando, pero yo me sentía tan inútil, arrancada de cepo de mi familia, amigos, comunidad, de mi casa, que le reclamaba:

¿Para qué me has dejado vivir, si mi vida pendía de un hilo, por qué no lo cortó?

Y Jesús me decía: Tienes vida, tu familia, está en estos momentos más unidos que nunca para orar por ti y darte cualquier ayuda que necesitas, te han acogido las misioneras, tus amigos siguen ayudándote material y espiritualmente, no te dejan ni un solo segundo sola, siempre tienes quien te atienda; y quiero recordarte; cuántas veces, me has pedido ser una hostia, que se parte y se reparte, ahora desde tu cama, repite conmigo: Este es mi cuerpo, esta es mi sangre que será entregada para la salvación de muchos”.

De verdad que esto me conmovió mucho, y me explicó tan bonito todo el capítulo 6 de San Juan, que desde ese momento comencé a dar gracias a Dios, y veo que no es en vano pasar tanto tiempo, frente al sagrario aprendiendo, como Él, a entregarse y a dar gracias al Padre por todo, aunque a veces no lo veamos con claridad cuál es su voluntad y de verdad le pido a Dios que hasta cuando esté cara a cara frente a Él, yo pueda decir, con toda la fe y confianza, nada, ni nadie puede separarme de tu Amor.

Julia

No hay comentarios: