PAUTAS DE ORACIÓN

El objetivo de este Blog es ofrecer a las personas que deseen aprender a orar con la Palabra: Pautas de oración.
Desde nuestro encuentro personal con la Trinidad y con María, deseamos que se contagien y deseen tambien hacer una oración contemplativo - Apostólica, que les lleve a anunciar la Buena Nueva.
Es propio de nuestro Carisma escuchar la Palabra, Asimilarla, Vivirla y Anunciarla.

miércoles, 18 de marzo de 2009

Escucha la Palabra y verás el poder de Dios

Jueves 19 de marzo
Jeremías 7,23-28; Luc 11,14-23

Vivir en este tiempo de Cuaresma, la delicadeza de Dios, para tratar nuestro corazón, Él se conmueve ante nuestra vida, y sale al paso para que recuperemos la VIDA y AMOR que nos la dio cuando nacimos pero la ratificó en el bautismo en medio de la Iglesia, de su pueblo, para que dentro de ese pueblo, nosotros pudiésemos ayudarnos mutuamente, a través de la Palabra, de la Comunidad. Jeremías 7,23-28

En este tiempo, Dios quiere hacernos volver a nuestro orígenes, porque la raíz de nuestros pecados, es el decirle NO, a la Palabra de Dios, quizás hemos olvidado el primer mandamiento de amar a Dios con nuestra mente, con nuestro corazón y nuestras fuerzas.

Yo creo que la primera conversión es ser consciente de que no hemos amado a Dios, porque cuando se ama se es consciente de la delicadeza del Amor, Él se constituye, nuestro Señor, nuestro Creador, Él que realmente nos amó, ama y amará, y ese sentirnos amados nos hace ver que Dios no es indiferente a nuestra vida, a nuestra situación, sino todo lo contrario quiere que seamos felices y plenos.

Yo me doy cuenta de que nosotros necesitamos tener unas precauciones mínimas en nuestra vida. Asegurarnos de que no haya en ella ningún veneno que la contamine, tener algún sistema de defensa que nos advierta cuándo el amor en nosotros se puede estropear o corromper. Sucede cuando a veces uno recibe una donación de sangre y por un descuido contraemos la hepatitis o el SIDA y no nos damos cuenta que la tenemos, porque la recibimos confiados en el personal de salud y a veces ni nos damos cuenta, o la conocemos cuando la enfermedad se manifiesta.

La razón es que no sabemos cómo cuidarla. O porque le hacen caso a quienes sólo pretenden destruirla o aprovecharse en beneficio propio. ¿Y quién puede saber mejor qué es lo que le conviene a nuestra vida sino Aquel que la hizo? ¿Quién me dirá mejor como orientar y encauzar bien todas mis energías y talentos, si no es mi Papá Dios?. Creo que muchas veces pretendemos vivir en una autosuficiencia ridícula y absurda, que nos mata y nos hace mucho daño. Como si un niño recién nacido pretendiera subsistir por sí mismo, sin ayuda de nadie, sin depender para nada de su madre ni de ninguna persona que lo cuide, lo alimente y lo proteja.

Dios nos ha puesto como medio principal su Palabra, para no contaminar nuestra VIDA y AMOR que Él nos regaló.

Este tiempo de Cuaresma nos manda a mirar nuestra vida con una mirada más profunda, que es la mirada de la fe. Mirar mi vida como la mira Dios. No con mi mirada corta y pesimista, sino con su mirada. La mirada de mi Papá Dios, que me creó para algo grande, para un proyecto maravilloso. Y que en este momento me debe estar mirándonos con un amor muy grande.


Puede ser que alguno de nosotros esté pensando: "Pero bueno ¿que es lo que pasa con mi vida, que no salen los frutos de un amor limpio, de una entrega gratuita y generosa por los demás? ¿Por qué me siento sin fuerzas para cambiar de vida? ¿Será que a mí Dios me hizo mal, y yo no sirvo para estas cosas? Porque a mí nunca se me ocurre amar a los demás como lo hace la M. Teresa de Calcuta, ni nada parecido. Yo sólo sirvo para hacer maldades y pensar desastres.

Pero eso no es cierto. Porque la verdad es que Dios nos hizo muy bien (cfr. Gn 1,31). Dios lo puso todo de su parte, para que nosotros podamos alcanzar el ideal y ser plenamente felices.

Jesús nos dice en su Palabra Luc 11,14-23, El que no está conmigo, está contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama. Y para Jesús estar con Ël, estar unidos al Padre como É y el Padre son UNO, Yo no hago ni digo nada sino es por que El Padre me lo dice.

Jesús, saboreó, disfrutó de la escucha de la Palabra y la hizo VIDA, Allí residía su poder, sabiduría y su fortaleza ante las tentaciones del demonio.

Pidamos a María estar atenta a la Palabra de Dios, para escucharla, asimilarla, hacerla Vida y darla a los demás; que no tienen el privilegio de estar en una Comunidad que nos enseña el Poder de la Palabra.

Julia

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