La creaciòn espera de ti

Cuando Dios nos invita a orar, a dialogar con él, lo que más desea es regalarnos vida, y vida en abundancia. Esta vida en abundancia se traduce en que descubramos la vida que ya está en nosotros y que nos invita a desplegar, para que otros también puedan tenerla.

Por eso que importante es ser concientes que todos tenemos un lugar en el mundo, en el plan de Dios cada uno tiene su sitio y que bonito que Dios lo haya querido así. Que grande es descubrir que tenemos una misión, una tarea insustituible en el mundo, Dios cuenta con nosotros y nos capacita para que lo hagamos realidad.

"Algo entretiene la inquietud del universo, y es la esperanza de que los hijos e hijas de Dios se muestren como son" (Romanos 8,19)

La creación entera, espera que nos mostremos, que demos a conocer el rostro del Padre a través de lo que somos, con nuestra vida y palabra. Lo más importante es la intencionalidad, lo de fondo, a la hora de darnos.

Un ama de casa por ejemplo, puede mostrar ese rostro de Dios en la actitud con que prepara un plato de comida, en el cariño que le pone al hacerlo, sabiendo, teniendo presente a las personas que lo disfrutarán.

Un médico evangeliza, cuando a través de su actitud, su trato, su calidez, hace sentir al paciente que es una persona, un ser valioso que merece ser escuchado y tratado con respeto y no un simple número de su historia clínica, una psicóloga puede vivir su ser cristiano, reconociendo en el otro a un Cristo herido, que necesita ser escuchado, aceptado, asumido y poco a poco curado. Desde lo que somos podemos dar al mundo el Amor de Dios.

Ante la realidad tan cruda de corazones rotos, familias desintegradas, jóvenes que no han encontrado sentido a sus vidas y que carecen de ideales, la violencia en todas sus formas etc. Dios nos invita a que compartamos nuestros cinco panes y dos peces, puede que parezca poco, pero eso que es ofrecido o puesto en sus manos, él es capaz de transformarlo y multiplicarlo. Cuando Dios nos invita a darnos, a compartir, también nos hace la propuesta de un camino de maduración y de crecimiento.

Margarita Rodriguez