PAUTAS DE ORACIÓN

El objetivo de este Blog es ofrecer a las personas que deseen aprender a orar con la Palabra: Pautas de oración.
Desde nuestro encuentro personal con la Trinidad y con María, deseamos que se contagien y deseen tambien hacer una oración contemplativo - Apostólica, que les lleve a anunciar la Buena Nueva.
Es propio de nuestro Carisma escuchar la Palabra, Asimilarla, Vivirla y Anunciarla.

lunes, 19 de abril de 2010

“Revístanse del Señor Jesucristo"

Esta mañana al empezar la oración partía de una súplica al Señor, dame la gracia del encuentro contigo, que este rato sea algo más que buscar lo que quieres que yo viva en este día permíteme buscarte a ti, con necesidad, como el ciervo sediento va tras las fuentes en las que puede saciar su sed. (Salmo 42, 1) Acercarme a ti, por ti mismo y no por las cosas que me das; aunque tú me hayas dado derecho a ellas, como son la paz, la confianza, el amor, que siempre encuentro en ti, tan gratuitamente.

Encontraba la necesidad de pedir a Dios esto último, porque me encontraba muy cogida por una lectura, que hice a lo largo del día de ayer y que hablaba de cómo Dios puede transformarse en una cosa, para los que practicamos una determinado religión y cómo, pensando que creemos en Dios podemos ser idolatras y terminar honrando a un Dios hecho a nuestra imagen y semejanza, De ahí que le pidiera a Dios encontrarme con él, mi Dios vivo, real, aquel del que tiene sed nuestra vida.

Esta semana se nos invitaba en la escuela, a vivir conforme a lo que nos corresponde en tanto ya hemos sido rescatados de nuestra vida inútil, por medio de la entrega de Cristo; vivirnos como hijos de la luz, como hombres y mujeres resucitados y hoy la palabra nos invita a no bajar la guardia, en Romanos 13, 11-14:

Comprendan en qué tiempo estamos, y que ya es hora de despertar. Nuestra salvación está ahora más cerca que cuando llegamos a la fe.

Me ayudaba encontrar de parte de Dios que comprender el tiempo en el que estamos no es sólo mirar y reconocer las circunstancias de nuestro mundo, ni siquiera aquellas que vivimos de modo particular cada uno, solamente, Comprender va por el lado de permitirle a Dios interpretarnos su voluntad en medio de lo que nuestro mundo y nosotros vivimos, implica disponernos a la escucha al Dios que habla a través de su palabra, de las circunstancias y de las personas; a través de lo que menos esperamos y por quien menos pensamos, Dios habla; pero necesitamos aprender a escuchar y ello muchas veces no es tarea fácil, pero no estamos solos, nuestra salvación está cerca, el Dios que nos salva no se distancia de nosotros. No es que debido a que seamos mejores personas Él se nos ha acercado, sino que por cuanto hemos empezado a creerle, a poner nuestra confianza en Él ahora podemos reconocerle cerca.

Es cierto que muchas veces la oscuridad en nuestro entorno es densa, hay muchas situaciones que no nos permiten ver la luz de Dios, algunas veces son situaciones externas, peor no pocas veces la oscuridad proviene de nosotros, estamos faltos de reconciliación con los hermanos, instalados en nuestra mediocridad, en la desesperanza, en el miedo, en la desidia o la pereza, en el conformismo, la falta de fe o el orgullo; pero más allá de todo. Está cerca el día, nuestro día, la claridad que es Dios mismo, su presencia que nos sana, nos resucita se acerca a nosotros

“La noche va muy avanzada y está cerca el día: dejemos, pues, las obras propias de la oscuridad y revistámonos de una coraza de luz”.

Tras esta invitación a revestirnos con una coraza de luz entendía, revístete Cristo, de su amor, su fe, su esperanza: revístete y ello implica hacer una opción por Dios en este día, disponernos a la humilde conversión diaria, de la que nos hablaron en la escuela, supone hacer la opción por dejar a Dios ser Dios en nuestra vida y ello, sin duda, ha de traducirse en nuestra vida:

“Comportémonos con decencia, como se hace de día: nada de banquetes y borracheras, nada de prostitución y vicios, nada de pleitos y envidias”

Creo que a estas alturas de nuestra vida, tenemos mucho que agradecer al Señor, Él nos va haciendo experimentar la libertad de no estar atados a lo creado, a aquello que nos hace tornar a la muerte y puede ser causa de la muerte de nuestros hermanos, sobre todo de quienes tenemos más cerca y a los que nuestra vida y testimonio les es una puerta de entrada para dar con Dios, para permitirle a Dios entrar en sus corazones, tenemos mucho que agradecer a Dios; pero necesitamos pedirle constantemente, que nos ayude a mantenernos en sus caminos, cómo ya se nos ha dicho esto es una decisión diaria, por ello el apóstol nos vuelve a decir:

“Revístanse del Señor Jesucristo, y no se dejen arrastrar por la carne para satisfacer sus deseos”

El Señor en este día nos invita a vivirnos en la acción de gracias, porque hemos hecho la experiencia de que no hay nada más grande, más liberador que acogerle en nuestra vida, en comparación de su amor de misericordia, todo resulta pequeño, aún nuestras renuncias de cada día, por ello podemos decir como Pablo:

“Pero al tener a Cristo consideré todas mis ventajas como cosas negativas. Más aún, todo lo considero al presente como peso muerto, en comparación con eso tan extraordinario que es conocer a Cristo Jesús, mi Señor. A causa de él ya nada tiene valor para mí, y todo lo considero como pelusas mientras trato de ganar a Cristo.”

Lo grande de nuestra fe es que no nos sentimos ya perfectos, sabemos, por la propia experiencia, que somos frágiles y que cada día hemos de recurrir al Señor pidiéndole su gracia, para seguirle, para vivirnos como hombres y mujeres nuevas, la vida y el mor nos viene de él; por eso hoy necesitamos pedirle nacer de nuevo, que nos dé su vida que es conocerle, como Pablo en Filipenses 3,7-14::

“Y quiero encontrarme en él, no teniendo ya esa rectitud que pretende la Ley, sino aquella que es fruto de la fe de Cristo, quiero decir, la reordenación que Dios realiza a raíz de la fe. Quiero conocerlo; quiero probar el poder de su resurrección y tener parte en sus sufrimientos; y siendo semejante a él en su muerte, alcanzaré, Dios lo quiera, la resurrección de los muertos.”

Voy agradeciendo mucho al señor, porque veo que por todos los medios Él, en este tiempo de pascua, me quiere llevar a vivir desde la gracia consciente de mis límites; pero desde la verdad de que es su amor quien cada día nos puede hacer y quiere hacernos criaturas nuevas:

“No creo haber conseguido ya la meta ni me considero un «perfecto», sino que prosigo mi carrera hasta conquistar, puesto que ya he sido conquistado por Cristo. No hermanos, yo no me creo todavía calificado, pero para mí ahora sólo vale lo que está adelante, y olvidando lo que dejé atrás, corro hacia la meta, con los ojos puestos en el premio de la vocación celestial, quiero decir, de la llamada de Dios en Cristo Jesús”

Que María nuestra madre, nos enseñe a orar en este día y nos conduzca hasta nuestro Dios, para que Él pueda regalarnos hoy, la experiencia que cada uno necesite.

Hna. Pilar.msvd

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