PAUTAS DE ORACIÓN

El objetivo de este Blog es ofrecer a las personas que deseen aprender a orar con la Palabra: Pautas de oración.
Desde nuestro encuentro personal con la Trinidad y con María, deseamos que se contagien y deseen tambien hacer una oración contemplativo - Apostólica, que les lleve a anunciar la Buena Nueva.
Es propio de nuestro Carisma escuchar la Palabra, Asimilarla, Vivirla y Anunciarla.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Yo, tu Rey quiero habitar en tí

Daniel 7, 13-14; Apoc. 1, 5-8; Juan 18, 33-37

Sal 92

Nos ponemos en presencia de este Rey, que viene revestido más que de magnificencia y majestad, viene revestido de humildad, para enseñarnos a nosotros que la pobreza espiritual, vale más que todo el poder, que tienen los reyes de la tierra, presidentes o magistrados.

Por eso mi Rey es justo, bueno y misericordioso porque se abaja y conoce nuestra pequeñez, la comprende y la ama. Y nos da mandatos fieles y seguros que los vamos a cumplir, porque jamás nos pedirá más allá de nuestras fuerzas. Por eso hoy, lo vamos a reconocer como Rey desde el fondo de nuestro corazón, mente y voluntad para amarlo sobre todas las cosas.

Juan 18, 33b-37 Celebramos hoy la fiesta de Cristo es el Rey, reconocer que Jesús es mi Señor" y "Yo soy siervo de Cristo" desde el corazón y la mente.

Es un ejercicio de fe, en creer “Si mi Reino fuera de este mundo, mis servidores habrían luchado para que no cayera en manos de los judíos”.

Porque el reino que nos ofrece Jesús está más allá del tiempo y el espacio y donde sólo existe el poder de Dios; Aquí y ahora.

No esperemos que su poder se manifieste en los tiempos finales; sino que desde ahora, Cristo nos da la fortaleza para que el impere en nuestras vidas, a mi me encanta cuando Jesús dice, antes de ir al Calvario, ahora el demonio, ya no tiene poder sobre mí, porque aunque tenga las tentaciones, mi Palabra vencerá.

Él quiere que nosotros tengamos ese poder de decir, que el demonio no tenga poder sobre nosotros, porque en diálogo con Él, podemos derrotar a todos los demonios que nos quieran atacar, ¿A qué demonio no le voy dar cabida, hoy? Al de la pereza, de no levantarme a orar, porque si quiero encontrar fuerzas para vencer el mal, la única manera es que la Palabra de Dios en mí, escuchada, asimilada y predicada, reine en mi mente, corazón y voluntad.

De lo contrario el demonio me encontrará débil y tendrá poder sobre mí.

El es Rey y cuando no dialogamos somos capaces de dejarlo en la terrible soledad en la que muere el Señor: abandonado por cuantos le temían: los fariseos y Pilato; por quienes le depreciaban desencantados ante un Mesías demasiado poco agresivo: como los que querían que derrote a los gobernantes, con violencia; también por quienes le seguían y amaban sinceramente, pero que acabarán huyendo, escondiéndose o renegando: como sus discípulos.

La Verdad de Jesús, la Verdad de Dios, es que habita en nuestros corazones para reinar en Él.

Mamá María, ayúdanos a que Jesús, sea nuestro único Rey y que su Palabra tenga poder sobre nosotros.

Julia

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