PAUTAS DE ORACIÓN

El objetivo de este Blog es ofrecer a las personas que deseen aprender a orar con la Palabra: Pautas de oración.
Desde nuestro encuentro personal con la Trinidad y con María, deseamos que se contagien y deseen tambien hacer una oración contemplativo - Apostólica, que les lleve a anunciar la Buena Nueva.
Es propio de nuestro Carisma escuchar la Palabra, Asimilarla, Vivirla y Anunciarla.

lunes, 4 de septiembre de 2017

“El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga”.



A partir de ese día, Jesucristo comenzó a manifestar a sus discípulos que él debía ir a Jerusalén y que las autoridades judías, los sumos sacerdotes y los maestros de la Ley lo iban a hacer sufrir mucho, que incluso debía ser ejecutado y que resucitaría al tercer día.
Pedro lo llevó aparte y se puso a reprenderlo: «¡Dios no lo permita, Señor! Nunca te sucederán tales cosas.» Pero Jesús se volvió y le dijo: «¡Retírate y ponte detrás de mí, Satanás! Quieres hacerme tropezar. Tus ambiciones no son las de Dios, sino las de los hombres.»
Entonces dijo Jesús a sus discípulos: «El que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo, cargue con su cruz y me siga. Pues el que quiera asegurar su vida la perderá, pero el que sacrifique su vida por causa mía, la hallará.  ¿De qué le serviría a uno ganar el mundo entero si se destruye a sí mismo? ¿Qué dará para rescatarse a sí mismo?
Sepan que el Hijo del Hombre vendrá con la gloria de su Padre, rodeado de sus ángeles, y entonces recompensará a cada uno según su conducta.
En verdad les digo: algunos que están aquí presentes no morirán sin antes haber visto al Hijo del Hombre viniendo como Rey.» Mt 16, 21-27

Buenos días hermanos, hoy día vamos a meditar el Cap. 16  21 al 27 del Evangelio de San Mateo, contemplamos a  Jesús que comienza a manifestar a sus discípulos que él debía ir a Jerusalén y que  lo iban a hacer sufrir mucho, que incluso debía ser ejecutado, pero al tercer día resucitaría.
Que difícil debe haber sido para los apóstoles escuchar esto, que su Maestro, a quien Pedro le había dicho delante de todos que era el Hijo de Dios, tenía que sufrir y que lo iban a matar, por eso Pedro tentado por el enemigo lo reprende, “¡Dios no lo permita! Nunca te sucederán tales cosas!”.

Pedro todavía no comprende el sentido de la vida y la pasión de Jesús, el porqué de su muerte, menos aun de su resurrección, como nos puede pasar a muchos de nosotros que todavía no hemos profundizado en lo que significa que Jesús haya decidido ir a Jerusalén para que lo hagan sufrir mucho y lo maten, pensamos tal vez que ninguno de nosotros lo haría, por eso Jesús le dice a Pedro: tus ambiciones no son las de Dios sino las de los hombres.  

Jesús había venido a cumplir el Plan de Salvación del Padre, Jesús  al entregarse al sufrimiento libre y voluntariamente en la cruz, nos va a enseñar un camino de libertad espiritual, verdadera, donde se entrega la vida por Amor, Jesús cuando nos llama a seguirle es porque conoce el camino, Él lo recorrió primero, cargó su Cruz, ¿cuál fue su razón? Fuimos nosotros, tú y yo, Jesús murió por nosotros, para darnos la Vida eterna.

Cuando Jesús nos llama a seguirle es porque quiere seguir salvando a muchos,  a través de ti, quiere salvar a tu familia, esposo, esposa, hijos, todos los que te rodean.

El camino no va  a ser fácil porque como sus discípulos, tendremos que aprender a vivir la cruz como Él lo hizo, ¿Cómo? unidos al Padre y a su Proyecto de salvación, escuchando su Palabra cada día para aprender de su manera de amar, de servir, de entregar la vida…por eso nos dice el que quiera seguirme que renuncie a sí mismo, tome su cruz y me siga, estos tres pasos se dan a diario en nuestra vida.
La cruz siempre va a estar presente, porque es lo que nos duele, lo que nos cuesta aceptar, lo que nos hace sufrir, la cruz  a veces son nuestros propios defectos, o el natural instinto de auto-conservación, que cuando somos tentados por el enemigo nos hace ser egoístas, codiciosos cobardes, y no damos mas muchas veces porque tenemos miedo de que nos pase algo malo, que se aprovechen de nosotros,
Podemos preguntarnos cuando oremos ¿Cómo reacciono yo ante la cruz, cuando me dicen algo que no me gusta, o que tengo una enfermedad incurable, yo o alguien que amo,  cuando alguien necesita de mi ayuda, cuando se trata de dar de lo mío, de entregarse más allá del cansancio? ¿Cómo lo vivo?
¿Cuándo necesito decidir sobre algo, o tengo sentimientos o pensamientos que me confunden,  busco el tiempo, el lugar  para orar, para estar con Jesús para pedirle su ayuda, para preguntarle,  para discernir si son cosas mías o cosas del enemigo, o es lo que Dios me está pidiendo?   

Jesús ahora busca seguidores, así como cuando dice, si alguno me ama (Jn 14,23)….si alguno me abre la puerta (Ap 3,20)…ahora dice “El que  quiera seguirme…Jesús  quiere que le sigamos, El nunca obliga, siempre invita … pero quizás no va a ser fácil poner tu nombre,  coger tu cruz y seguirle.

Jesús nos dice no tengas miedo de la cruz, porque el sufrir es un camino que lleva al encuentro con mi Padre, Él te va a recompensar…cargar la cruz, dar la propia vida es hallarla, es encontrarte a ti mismo, con quien eres tú realmente, hijo del Amor, de Quien lo dio todos hasta a su propio Hijo para que tu tengas Vida eterna.

San Pablo lo entendió tan bien que decía: Ahora me alegro cuando tengo que sufrir por ustedes, pues así completo en mi carne lo que falta a los sufrimientos de Cristo para bien de su cuerpo, que es la Iglesia. Col 1,24

Madre Santísima enséñanos  a no tener miedo de tomar nuestra propia cruz y seguir a Jesús para dar la vida por nuestros hermanos.

¡¡Dios nos bendiga!!

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