LA MISIÓN DEL BAUTIZADO ES DON
Isaías 50, 4-5
El Señor Yavé me ha concedido el
poder de hablar como su discípulo y ha puesto en mi boca las palabras para
fortalecer al que está aburrido. A la mañana despierta mi mente y lo escucho
como lo hacen los discípulos. El Señor Yavé me ha abierto los oídos y yo no me
resistí ni me eché atrás.
La vida es el don que Dios nos
ha dado, sea cual fueran las circunstancias, en que nacimos, Él nos la regaló y
con ella recibimos tantos dones y,
capacidades, y un don es que en mi vida está inscrita la palabra de Dios, de
tal manera que tú no tienes que ir a buscarla lejos o hacer sacrificios enormes
para traerla, ya está como dice en Romanos 10,8 Cerca de ti está la Palabra en tu
boca y en tu corazón y en Deuteronomio 30,14 Pues la Palabra está muy cerca de
ti, en tu boca y en tu corazón para que la guardes, entonces todo está en que la creamos y
pongamos en práctica lo que nos dice Isaías, guardar la Palabra, no significa
ponerla en un cuadro y guardarla como un tesoro, si no reconocer que ahí en
esa Palabra si la vivimos hay un tesoro escondido que es el reino que Dios
quiere que vivamos y hacerla que los demás la vivan.
Por la presencia de la Palabra
de Dios en nuestro corazón, es que podemos hablar como discípulos, la Palabra
es la que nos purifica y nos da, la
fortaleza para animar al que está aburrido, a mi me llama mucho la atención, es
la palabra fortalecer al aburrido y ¿quién es el aburrido? El que está sin
hacer nada, molesto, fastidiado, que no
tiene interés por nada, por eso Dios en su Palabra nos dice: den fortaleza a aquellos aburridos, porque el aburrimiento es el primer paso a la
desesperación, porque nadie nació para
vivir en esa situación, Dios dice ayuden a esa personas, si realmente tú eres
amigo, no permitas que ellos se aburran, en mi colegio nos decía no sean
burras, porque el aburrimiento no
conduce a nada bueno y me parece, un Dios tan delicado que se fija en esas
dolencias que nos parecen pequeñas, pero repercuten muy mal en nuestro
interior, como aquellos jóvenes que nos
cuenta Jesús, que sentados en la
plaza, se quejan unos de otros y les
dicen: les tocamos las flautas y no han bailado, les cantamos canciones
tristes y no han llorado, es decir están tan aburridos que no tienen capacidad
ni de sonreír, ni de llorar y Jesús les decía en alusión a Juan Bautista y a él
mismo, les he dado la Palabra, la Vida, he hecho
milagros para que te animes a llevar la alegría otros y sin embargo nos
critica, nos dicen que somos pecadores, borrachos, pero Dios que es la
Sabiduría no se equivoca en sus obras Mateo 11,17 y ss, y les hablo
para que tengan vida y vida en abundancia Juan 10,10
Todo lo que puede hacer el
aburrimiento: desconocer lo que Dios va
haciendo en nuestro corazón, y
desconocemos cuando no vivimos
dialogando con Él, porque sin Él, nada podemos hacer.
El despierta mi mente, cuando
yo me ofrezco como Isaías, ¿A Quién enviaré? Heme aquí, pero primero despierta
mi mente, despéjala de todo mi yo, mi egoísmo, mi soberbia para escucharte con
prontitud y como buen discípulo echarme a caminar, en busca de la oveja
perdida, de las ovejas aburridas, errantes que no tienen un pastor que les guíe
y que pueden ser: mi esposo, mis hijos, mi familia, vecinos, compañeros de
trabajo, ahí donde me encuentre.
Pero libre puedes hacer que tus hermanos también
se salven. A nuestra mamá querida le decimos causa de nuestra alegría, pidamos
que Ella nos dé la alegría de ser un bien discípulo de Jesús, y nos haga
conscientes de que la misión es un don, de la presencia de Dios en nuestras
vidas y la vida de los demás. A Ella que
la felicitarán todas las generaciones por ser una discípula feliz, hará de
todos nosotros hagamos de todos los seres humanos, discípulos de Jesús y será
muy grande su alegría. Isaías 54,13
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