PAUTAS DE ORACIÓN

El objetivo de este Blog es ofrecer a las personas que deseen aprender a orar con la Palabra: Pautas de oración.
Desde nuestro encuentro personal con la Trinidad y con María, deseamos que se contagien y deseen tambien hacer una oración contemplativo - Apostólica, que les lleve a anunciar la Buena Nueva.
Es propio de nuestro Carisma escuchar la Palabra, Asimilarla, Vivirla y Anunciarla.

lunes, 3 de agosto de 2009

Quien tiene al Hijo vive en el Amor

1Co. 13, 1-4

Cantar 2,4 El me hizo entrar en la bodega y enarboló sobre mí la insignia del Amor.

Como punto de partida, hacemos como composición de lugar, el seno del Padre, yo entiendo, que a eso se refiere cuando dice: me hizo entrar a su bodega, son las entrañas del Padre, de donde nacemos al Amor, desde allí nuestra insignia o nuestro lema, será el AMOR-VIDA, del cual nacemos, pero el amor del Señor permanece para siempre, es eterno y a eso nos quiere llevar esta mañana, a saborear a disfrutar en esta y todas las mañanas que nos quedan y eso es VIDA y VIDA en abundancia plena, que uno la puede saborear aquí y ahora.

A mí cuando me dijeron que -yo-era AMOR, yo no lo creía, decía imposible porque con mi manera de ser, según la había heredado de mis antepasados, así fue tu abuelo, así es tu padre y nadie los cambia porque genio y figura hasta la sepultura, y envidiaba a la gente que es buena paciente, decía nunca seré como ellos.

Hasta que mi Buen Jesús, me dijo: Yo mismo te voy a enseñar a través de mi Palabra a ser AMOR, para mí no hay nada imposible, los momentos u ocasiones que he podido ser buena, digo: eso es lo mío y disfruto; es como que el pez encontró el agua y quisiera no soltarlo jamás, pero lo bueno estoy en camino y soy feliz porque puedo amar a lo de Dios.

1 Cor 13, 1 Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo que retiñe. 2 Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, si no tengo amor, no soy nada.3 Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, no me sirve para nada.

Es que el AMOR-VIDA, sólo se consigue en el trato íntimo, personal con Él (Os 2,16-22), que es Amor constante, que plenifica y no defrauda a NADIE ni NUNCA.

Por eso nos insiste: permaneced en mí (Jn 15,9), en el amor que os tengo. Sólo en ese contacto y convivencia personal con Él, De nada me servirá estar con unas manos limpias, con una religión de cumplimiento para ganarme la salvación, porque puedo presentar unas manos limpias pero también vacías, sin haberme jugado la vida por nadie, sin haber amado, sin haber sufrido... sin fallos, pero sin aciertos...

Qué triste sería nuestra vida haber conocido su Palabra, habernos dado Dios tantos medios para que alcance mi más grande objetivo que es SER AMOR, y no aprender amar.

L o esencial es que se trata de una vida que es nueva... y que no tenemos otra misión que dar esta vida nueva., como Él.

Esta vida se desarrolla amando, y si no amo me corrompo: “nada soy... nada me aprovecha” (1Co 13,1-3). Y un amor que tiene su origen en el mismo Dios (1Jn 4,7). Y en el que Él mismo se encarga de irnos introduciéndonos: Ez 36,26: “Os daré un corazón nuevo, infundiré en vosotros un espíritu nuevo... un corazón de carne”

1 Cor 13, 4 El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece,

La invitación a engendrar su vida en los demás nos supone esa convivencia constante con Aquel que ha querido habitar en nosotros, supone un “ejercicio” de oración consciente, para que Cristo sea nuestro alimento, nuestra vida y dejar a un lado nuestros intereses, y ponernos a servicio de la Misión, con total disposición y paciencia hasta dar el fruto que Él desea, llegar a todos sus hijos “que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad (1Tim 2,4). Y eso nos lleva también a revestirnos de sus entrañas de misericordia para acompañar la vida de cada uno de los demás, con la misma paciencia y delicadeza que Dios ha tenido conmigo, respondiendo a todos con bondad.

María, Madre del Amor, porque engendraste a Jesús, ruega por nosotros para que engendremos en nuestro corazón a Jesús, y tener la vida y el Amor que sólo Él sabe dar.

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