PAUTAS DE ORACIÓN

El objetivo de este Blog es ofrecer a las personas que deseen aprender a orar con la Palabra: Pautas de oración.
Desde nuestro encuentro personal con la Trinidad y con María, deseamos que se contagien y deseen tambien hacer una oración contemplativo - Apostólica, que les lleve a anunciar la Buena Nueva.
Es propio de nuestro Carisma escuchar la Palabra, Asimilarla, Vivirla y Anunciarla.

miércoles, 18 de febrero de 2009

¿Quién dices tú que soy Yo?

San Marcos (8, 27-33)

Las pautas son de la misa diaria, que corresponde al 19-02-2009.

Antes de empezar a orar nos ponemos en la presencia del Padre, de Jesús y del Espíritu Santo, y agradecerle por este día, por el sol, por nuestra vida y de los míos, por todo lo que nos regala cada día, país, autoridades, hermanos en la fe etc. Porque esto nos recuerda siempre de quien proviene todo, y es como reconocer también nuestra identidad que de El provenimos,

Señor Tú nos hiciste para Ti y no descansaremos hasta vivir en Ti

Y decirle también gracias a Dios por darnos a María nuestra Madre, que nos enseñe a hacer la voluntad del Padre, y fruto de esta oración es que en mí se encarne Jesús.

La lectura es reconocer ¿quién es JESÚS? y Jesús nos lleva por un camino de lo natural, de la lógica humana.

Para saber quién es Jesús hay que conocerlo, Jesús es hombre y se comporta como hombre, primero conóceme y luego me amarás, sino conocemos a la persona no podemos comprenderla, Dios comprende el corazón del hombre por que lo conoce y Jesús, nos reclama eso, conoce tu identidad es SER CRISTO, cuando Dios modeló al hombre, lo hizo a su imagen y semejanza, eso eres, Cristo imagen perfecta del Padre, Jesús quiere que hoy le conteste.
¿Quien dices tú que soy YO?

Porque si no me conoces, no sabes quién soy Yo, no puedes amarme, comprenderme y hacer las cosas que Yo hago.

¿Qué le contestaron los discípulos?,

Le contestaron con evasivas: unos dicen que eres Juan, otros Elías, otros decían es un profeta, son respuestas ambiguas, que por muy buenas que sean, no son Jesús, y por eso a veces actuamos así en forma ambigua, sin el criterio de la Palabra de Dios.

Jesús no tenía ninguna duda sobre su identidad, porque Él decía y hacía lo que veía decir y hacer al Padre, si nosotros tenemos nociones, pareceres de lo que es Cristo no vamos a poderlo amar y decir y hacer lo que Él hace, y eso nos pasa por que a veces dejamos de dialogar con Cristo, o lo hacemos a medias, o a la ligera porque tenemos mucho que hacer o nos invade la pereza.

Sin embargo Pedro, ¿Qué le contesta? Tú eres el Mesías, el Esperado, el Jesús de la promesa que iba a estar con nosotros hasta el fin de los siglos.

¿Por qué Pedro tendría la respuesta exacta?

Porque en su sencillez había aceptado a Jesús y había decidido seguirle para conocerlo y amarlo hasta hacerse uno con Él. Sólo aquel que ama es capaz de ir con el amado hasta las últimas consecuencias.

¿Qué nos impide conocer a Jesús?

Lo que le sucedió a Pedro, quería seguir a Jesús por el camino fácil, no por donde Jesús quería conducirlo, si quieres ser como Yo, ¿estás dispuesto a morir como yo? ¿A ser rechazado como yo?

Y Jesús no nos propone nada extraordinario, sino asumir nuestras propias debilidades que son las que hacen más pesada la cruz, porque, si estamos fortalecidos no sólo no nos cuesta tomar nuestra cruz sino también la de nuestros hermanos, su carácter, enfermedad, orgullo, etc.

Porque nosotros no sabemos cargar con nuestros errores, culpas, heridas, cuando no me acepto o no acepto a mis hermanos preguntémonos ¿De dónde me proviene esto? Hay hasta hoy, algo que no me perdono, ni me acepto y por eso no acepto a los demás, porque veo en los demás reflejado aquello que como Pedro, quisiera que no suceda.

Entonces Pedro se lo llevó aparte y trataba de disuadirlo. A buscar caminos fáciles, olvidando, haciéndome la que no me entero, o no sabía.

Es necesario ir a la muerte de nuestro yo, de nuestro orgullo, del facilismo, de hacer las cosas rápido y detenernos. Así como Jesús queramos ir a la muerte ¿Valdrá la pena?

Si, por que Jesús tenía bien claro, que todos los hombres se salven, y ¿tú lo tienes claro, para qué es tu vida?

Jesús se volvió, y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro con estas palabras:
“¡Apártate de mí, Satanás! Porque tú no juzgas según Dios, sino según los hombres”.

A mi encanta la posición de Jesús, que hace ver su vida según el Padre lo quiere, por eso Él puede decir con certeza, el diablo no tiene nada que ver conmigo, él me puede tentar, torturarme, pero Yo hago, sólo que el Padre me dice y con claridad puede dar fe, y decir Yo y el Padre somos UNO, eso es reconocer a Jesús, cuando nos pregunten quién es Jesús ¿qué le responderemos?

Pidamos a María ser dóciles a la Palabra, que lo que Dios me diga hoy, en la oración, me sirva para conocer, amar y SER COMO JESÜS.

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