PAUTAS DE ORACIÓN

El objetivo de este Blog es ofrecer a las personas que deseen aprender a orar con la Palabra: Pautas de oración.
Desde nuestro encuentro personal con la Trinidad y con María, deseamos que se contagien y deseen tambien hacer una oración contemplativo - Apostólica, que les lleve a anunciar la Buena Nueva.
Es propio de nuestro Carisma escuchar la Palabra, Asimilarla, Vivirla y Anunciarla.

lunes, 25 de enero de 2010

Dèmosle a nuestros hermanos la felicidad de enseñarle quien es pobre de corazón

Lucas 10-16

Quien les escucha a ustedes, me escucha a mí; quien les rechaza a ustedes, me rechaza a mí; y el que me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado”.

Nuestro Señor tiene necesidad de llegar a todo el mundo, y de manera especial a aquellos que sufren, por eso envía a sus discípulos: “Y los envió de dos en dos delante de Él, a todas las ciudades y lugares a donde debía ir”, Jesús quiere llegar a muchos lugares pero físicamente no le es posible por eso escoge a setenta y dos discípulos, no los manda solos, el va con cada uno de ellos…si los reciben a ustedes me reciben a mi, si los rechazan a ustedes me rechazan a mi.

Ahora nos ha elegido a nosotros para llegar a esos sitios donde debe ir, donde desea estar, y ser escuchado.

Somos un pueblo pobre necesitado de Dios. Todo el que no conoce a Dios tiene algún tipo de sufrimiento, porque su vida va vacía, y aunque viva de momento en un espejismo, tarde o temprano llega a su vida el dolor, la tristeza, la frustración, el pánico, el amor propio herido, el sentirse en soledad y sin amor.

El Papa Juan Pablo II en su encíclica Redemptoris Hominem afirma “El hombre no puede vivir sin amor. Él permanece para sí mismo un ser incomprensible, su vida está privada de sentido si no se le revela el amor, si no se encuentra con el amor, si no lo experimenta y lo hace propio, si no participa en él vivamente. Por esto precisamente, Cristo Redentor, como se ha dicho anteriormente, revela plenamente el hombre al mismo hombre”.

Podemos pasar pruebas, sufrimientos terribles, de toda clase, pero el sabernos amados por alguien todo lo hace más llevadero y si llegamos a descubrir que ese Alguien es Dios, que tiene poder para darnos fuerza y levantarnos y sacarnos del hoyo profundo donde nos mete a veces la vida, todo cambia, lo transforma todo.

Estos días vengo escuchando del Señor su deseo de que salga a dar la Palabra, y al ver a la viuda que da todo lo que tiene para vivir, uno piensa pero ¿yo que tengo?: mucha pobreza, pero en esa pobreza Dios quiere encarnarse, así es de bueno, de sencillo de Misericordioso, no se fija en nuestra miseria, nuestra fragilidad, nuestro pobre barro, nos levanta confiando en nosotros, haciéndonos misioneros.

Dios nos necesita urgentemente, no puedo decirle, todavía no, que me pase un poco esto, ahora estoy muy ocupada, tengo que prepararme mas….se nos ocurren miles de pretextos para aplazar, para acallar el envío de Jesús.

Tenemos un Tesoro muy grande, tenemos la Palabra que anima, que resucita, que da sentido al sufrimiento, que alegra como dice San Pablo:

“Nos tocan mil penas y permanecemos alegre, somos pobres y enriquecemos a muchos, no tenemos nada y lo poseemos todo” 2Cor 6,10

Es tan grande cuando uno lo medita, no tenemos nada y lo poseemos todo…Podemos dejar a las personas con su pobreza o darles la riqueza de saberse acompañados, amados, sostenidos por Dios, y lo mas grande es que no les vamos a dar nuestra palabra sino Palabra de Dios. Palabra cargada de Poder del Espíritu de Dios que llega a sanar, a restaurar, a reedificar a dar vida en abundancia.

Si nos examináramos…. ¿El que me escucha a mi escuchará a Jesús?, ¿Doy palabra de Dios? Muchas veces nuestros hermanos quizás pueden escuchar lo que hemos leído repetir lo que hemos oído, lo que nos han contado, nuestras experiencias etc., etc.

Pero Jesús quiere que quien te escuche a ti, lo escuche a El, para darles la felicidad de enseñarles que siendo pobres somos ricos porque poseemos el Todo, Jesús quiere llegar al hermano con quien vives, a tu esposo, a tu amiga, al vecino, al compañero de trabajo, a todos con quienes compartes día a día, quiere darles también su Amor, darles paz por eso cuando instruye a sus apóstoles para la misión les dice:

“Al entrar en cualquier casa bendíganla antes diciendo: la Paz sea en esta casa….coman lo que les sirvan, sanen a los enfermos y digan a su gente: El Reino de Dios ha venido a ustedes” Lucas 10.5.9

Dios se hace uno de nosotros pequeño, pobre, para hacernos ricos, hacernos poseedores del Reino de los cielos.

Que nuestra Madre nos ayude a poder encarnar la Palabra como lo hizo ella diciéndole “Hágase tal como has dicho”.

Nila

Los esperamos en la Escuela de la Palabra Jr Caraz 120 San antonio Miraflores.

Martes 26 01 10

Alt. cuadra 65 de la Av. Republica de Panamá.

Teléfono de la Comunidad 4471780

Ofrezcanse ustedes mismos, como ofrenda que agrada a Dios

Esta mañana, le agradecía mucho al Señor por la experiencia de reconocerle vivo, cercano, amigo, compañero y recordaba las palabras que Santa Teresa expresaba en un himno: “así te necesito de carne y hueso…tangible, humano, fraterno”. Lógicamente, Santa Teresa está dialogando con Jesús y está haciendo referencia a su encarnación, que le ha hecho solidario con nosotros. Nos disponemos a la escucha de un Dios, que ha querido acercarse tanto a nosotros, que nada de lo que vivimos le es desconocido, ni indiferente; sólo desde allí Él se hace camino verdad y vida nuestra.

Esta mañana, experimentaba una especial necesidad de pedir al Espíritu, que me enseñara a orar, que me diera oídos y corazón de discípulo; “ hazme escuchar, Señor, con la ilusión y la avidez, de aquel hombre sencillo, que siente que sin tu guía no puede conducirse en la vida, regálame esta experiencia Señor, porque en la práctica de la vida, muchas veces me vivo conduciéndome por los criterios ya formados, por las experiencias ya vividas y hasta por las voces y opiniones de los que me rodean y que, de algún modo, tienen cierta incidencia en mí, enséñame a escuchar con la conciencia y la sencillez de aquel que sabe, que en la voluntad de Dios está su alegría y su paz.

Hoy, siguiendo la propuesta para la oración de esta semana, se nos invita a orar Romanos 12, 1-2

Os exhorto, pues, hermanos, por la misericordia de Dios, que ofrezcáis vuestros cuerpos como una ofrenda viva, santa, agradable a Dios: tal será vuestro culto espiritual.
Y no os acomodéis al mundo presente, antes bien transformaos mediante la renovación de vuestra mente, de forma que podáis distinguir cuál es la voluntad de Dios: lo bueno, lo agradable, lo perfecto.
Frente a esta palabra, lo primero que le pedía al Señor era poderla orar con novedad, pues es una palabra muy conocida para nosotros, le preguntaba, ¿Qué significa orar esta palabra, en el contexto de la invitación a vivir siendo pobres de Espíritu? Entendía que el Señor me decía: La invitación es a vivir la pobreza, dando todo y con alegría, lo que tienes para vivir, como la viuda pobre. Se trata de brindar a tu Dios y, a él en los hermanos, tu mejor ofrenda. De allí que te esté invitando a ofrecerte a ti misma como ofrenda viva, me ayudaba mucho entender que Dios, no viene a exigir nada, no nos fuerza a la entrega, la ofrenda está viva, no es un objeto pasivo que se entrega sin mas, como cuando acercamos al altar una vela, un ramo de flores, etc. Es una ofrenda viva y por lo tanto, tiene voluntad, por ello, muchas veces, hay resistencia. Sin embargo es lo que le agrada a Dios, no la ofenda que se hace a la fuerza, porque haya un compromiso que cumplir, no la que se da de modo pasivo, sin conciencia de lo que supone lo que se ofrece, se trata de un culto espiritual y es una entrega que supone inteligencia, libertad y voluntad. De ahí que en algunas biblias, al final del versículo uno, de Romanos 12, dice: “ese será su culto razonable o racional”, o también “como es propio de hombres que tienen inteligencia”. Yo entendía, que el Señor me invitaba a esta mañana a disponer la vida a su voluntad, a su querer y esto es fruto de ser pobre de corazón, pues el pobre de corazón se deja conducir, guiar por su Dios, con la confianza de que la voluntad de Dios es buena, porque Dios es bueno.

No obstante, aunque seguramente lo antes dicho está en el deseo de todos nosotros no es tarea fácil, se trata de ir convirtiéndonos a la voluntad de Dios y ello es un camino necesario, que aún el mismo Jesús tuvo que hacer y lo consiguió, como orábamos la semana pasada, justo el lunes, en Jesús también se produjo el conflicto: “Ahora mi alma está turbada, diré acaso; Padre, líbrame de esta hora”; pero después de estas palabras, toma la resolución de subir a Jerusalén. Jesús se fue haciendo uno con la voluntad del Padre, a lo largo de toda su vida, por eso es el pobre de espíritu. Ahora bien, si a Jesús le tocó aprender, ¿qué podemos pensar que nos corresponde hacer a nosotros? La misma palabra nos da la clave: “no os acomodéis al mundo presente, antes bien transformaos mediante la renovación de vuestra mente”. Una primera cosa a tener presente es que el mundo no es, muchas veces, aquello externo con lo que tenemos que luchar, sino que el mundo está en nosotros, dentro, constituyendo criterios y formas de ver la vida, las cosas, a los otros y hasta Dios, es necesario por tanto ir permitiendo que nuestra mente se vaya transformando, dejando que Jesús, el Espíritu, el Padre, la vayan evangelizando, en cada encuentro con ellos, a través de la palabra, en la oración. Que Dios vaya haciendo nuestra mente y corazón, más conforme al evangelio. Esto supone un proceso, que no será el mismo para todos; pero que dependiendo de nuestra disponibilidad, Dios podrá ir haciendo; porque para Él, nada hay imposible. Si bien, es Dios quien por su gracia, nos va haciendo más espirituales, existen medios que nosotros podemos ir poniendo en lo cotidiano, para que el trabajo de Dios se pueda hacer con menos resistencias, para poder entender su voluntad, el reconciliarnos con Dios y los hermanos, buscar lecturas espirituales, no consentirnos según que música, por los contenidos de las letras, ciertas películas o programas, etc. Ciertamente hay muchos medios, que nosotros tenemos que ir discerniendo, Dios nos ha dado una inteligencia, una libertad y una voluntad, para poder llegar a ser Cristo.

Finalmente entendía que Dios me decía, que la inteligencia, libertad y voluntad son sólo medios, para vivir nuestro proyecto de ser hijos como Jesús; pero que si el amor no está presente, no iremos muy lejos, sólo el amor a Dios puede llevarnos a vivir confiados en Él, sólo desde el amor podemos llegar a vivir la verdadera pobreza que es la donación de todo cuanto somos, tenemos y podemos ser desde Dios.

sábado, 23 de enero de 2010

Cristo nos dará la verdadera libertad de hijos de Dios

Jn 8,36

SI EL HIJO LOS HACE LIBRES, USTEDES SERÁN REALMENTE LIBRES.

Este Amor quien es Dios mismo encarnado en su Hijo quiere regalarnos la verdadera libertad, la única libertad, POR AMOR A SIÓN, por amor a ti Manuel, por amor a ti

Saidy, a ti Vanesa, a ti Roxana, pongamos cada uno nuestro nombre, hoy Dios te dice PORQUE TE AMO QUIERO QUE SEAS REALMENTE LIBRE.

Somos hijos del Amor somos hijos de la Verdad y el Amor y la Verdad nos hará libres, Dios Padre a través del corazón de su Hijo Jesús quiere mostrarnos la verdadera libertad.

¿ De qué libertad Señor nos hablas?. De la libertad de ser hijo de Dios.

¿ Para qué Señor nos quieres mostrar esta libertad?

Para que seas un hombre, una mujer libre de prejuicios y ataduras, para que dejes de mirar primero a los demás para hacer algo.

Tenemos miedo a quedar mal, tenemos miedo a hacer el ridículo y cuidamos nuestra imagen, tenemos miedo al qué dirán, a que no nos respeten más, en el fondo tenemos miedo a la imperfección, queremos hacerlo todo bien y es que hoy en día la misma sociedad nos brinda esto la competitividad, quien es el mejor ingeniero, el mejor abogado, el mejor médico, el mejor o la mejor alumna. ¿Y qué genera todo esto? vemos que hay odio, guerra, dolor, revanchismo, nos hacen creer que quien da más es el mejor, quien sabe más, quien tiene mayor conocimiento es el mejor.

¿Y el amor qué hay del amor?, hoy Dios por medio de Jesús nos ofrece algo mejor, la verdadera libertad la que te da Dios.

Dios para este mundo necesita hombres de corazón y mente abierta, dispuestos a avanzar en un camino de fe mayor, una fe madura. ¿Cómo es un hombre de fe madura?, es un hombre justo que no se doblega ante sentimentalismos, no se doblega ante el cansancio porque tiene seguridad plena de que el Padre le dará descanso, un hombre de fe madura no se aflige y se decae. ¿Qué puede pasarte si Dios Padre está contigo?, Dios quiere liberarte de ese pesimismo en el que has caído, esa desilusión , esa tristeza, de ese desánimo, de esas enfermedades que te creas en tu mente y que no tienes.

¿Cómo Señor ser esos hombres de fe madura que el mundo necesita, que necesitas Tú, Padre?.

Jn14,6 JESÚS CONTESTÓ: “YO SOY EL CAMINO LA VERDAD Y LAVIDA, NADIE VIENE AL PADRE SINO POR MÍ”.

Es Jesús quien nos muestra el verdadero camino a seguir, es él quien nos lleva al Padre, Jesús dialogaba con el Padre, el único camino es el diálogo con Dios el diálogo con la Trinidad y junto de la mano de María, el camino es la oración.

El escuchar a Dios te hace libre, el confiar en Él y poner en práctica lo que Él te pide, lo que Él te dice, te da la verdadera libertad, la verdadera felicidad.

Susana

jueves, 21 de enero de 2010

Entre nosotros seamos servidores


Filipenses 2,3-4; Lucas 22,27

Cada mañana quisiéramos acercarnos con regalos para Dios, decirle que nos ha ido bien en la semana, o que hemos ayudado a tal persona, pero normalmente vemos que la rutina nos invade, que más que regalos llevamos la queja a flor de piel, y que sentimos mucha sed de amor.

Pues bien este es el mejor punto de partida, experimentar la pobreza y nuestras limitaciones nos cuestionan el por qué de ellas, pero más que ser una ayuda se ven como una carga, sin embargo la pobreza espiritual, es decir no tener fuerzas para enfrentar los embates de la vida, es un regalo que Dios dejó grabado en nuestro corazón.

Lo importante es conocer a Dios cada día un poquito más, pues bien en la pobreza se ve a Dios, ahí es posible disfrutar de su mirada de aprobación, no cuando tengo la autoestima por las nubes porque mi jefe me felicitó, sino cuando no nos quedan fuerzas para seguir, y Dios, viendo que soy delicado en el interior de mi corazón, me dice: “Tú eres mi Hijo muy amado, en ti me complazco(Mc 1,11), “Es en tu pobreza y desde ella que me manifestaré al mundo”. ¿Qué hago entonces si siento que no tengo regalos para ti Señor, si sólo veo pobreza?

Levanta tu mirada hacia mí que estás a punto de experimentar mi presencia”. No existe situación en la que no podamos hablar con Dios, “venid a mí los sedientos. Beban y coman gratis hasta saciarse, para qué gastar la vida en lo que no es pan. Ven que te daré algo sustancioso que te llenará de alegría

Jesús, quiere regalarnos hoy el ser servidores de nuestros hermanos, desde la fe y el reconocer en el trato personal con Cristo la riqueza de los que nos rodean. Fe que desde el sitio o lugar donde uno se encuentra y el servir a los demás se vuelve un aporte importante para nuestras vidas. En el evangelio de Mc 2,1-12, por ejemplo, en la curación del paralitico, podemos contemplar la fe de los amigos que le llevan ante Jesús.

Casi siempre nos detenemos en la actitud del paralitico o de los fariseos, pero muy poco de esos amigos que lo han arriesgado todo. En nuestra familia misionera contamos con la riqueza de cada uno de sus miembros, del que ya lleva años, como el de que acaba de entrar. La familia la construimos entre todos, y el aporte de la fe de cada uno. A eso le llamamos servir como Cristo sirvió a los demás.

En un mundo donde el egoísmo y la falta de generosidad son evidentes y producen diversas formas de pobreza, la Palabra de Dios tiene la fuerza de transformar de autosuficientes a servidores.

Es fácil darse cuenta de que una relación que se base en el interés o egoísmo, es imperfecta ya que tiende a reducir al otro a mero objeto. Para mí, el otro es un instrumento y en realidad, sólo pienso en mi mismo...

Amar de verdad es amar al otro por lo que es, no le amo por lo que puede aportarme sino por lo que es y somos capaces de compartir todo y ayudarnos unos a otros.

De como sea tu amor, así será tu vida. Si vives de forma egoísta, tendrás una vida triste, apagada, amargada. Pero si vives amando, si vives entregándote por los demás, si vives buscando lo mejor para los demás, si buscas lo mejor para los demás; entonces experimentarás la felicidad, que en verdad vives, que se es más feliz dando que recibiendo

Para Pablo, servir, es anunciar el Evangelio, es consagrarle su vida, es también darse con el mismo corazón a los hombres a quienes se les da el Evangelio. Pablo dice: “Aunque pudimos imponer nuestra autoridad por ser apóstoles de Cristo, nos mostramos amables con ustedes, como una madre que cuida con cariño a sus hijos. De esta manera amándolos, queríamos darles no sólo el Evangelio de Dios, sino incluso nuestro propio ser, porque habían llegado a sernos muy queridos” (1Tes 2,7-8).

Todo el apostolado de Pablo está en esta fórmula: su contenido, el Evangelio; su estilo, la entrega total; sus destinatarios, hermanos amadísimos, hijos tiernamente amados. La comunicación del Evangelio a los que se les ha confiado es en él maternal y paternal. Crea lazos indestructibles, suscita una comunión que suprime las distancias y las barreras.

Por eso vamos a pedirle a María que como Ella, seamos como Jesús, buscando siempre dar la Palabra a nuestros hermanos, que es la mejor expresión de que realmente los amamos

miércoles, 20 de enero de 2010

Pedir al Padre ser felices

Lecturas: mateo 5,3; Juan 1,14

Buenas tardes, para este día iniciaba mi oración agradeciendo este momento, pues lo había buscado mucho, pero esta ciudad y trabajo hoy estaban absorbiéndome en demasía, o mejor quizás me dejaba absorber desde mi fragilidad.

Y le agradecía mucho, pues sentía que EL me había buscado aquí, en medio de mi trabajo, con tanta gente caminando y equipos funcionando, EL venia por mí, para saber de mí, de cómo me iba, de que no tenía porque renegar por no encontrarnos, EL viene y sabe el momento exacto para que nuestro corazón se disponga mejor.

Y es que DIOS nos conoce bien, sabe por dónde caminamos, donde nos detenemos y descansamos, para ahí recordarnos que confía en nosotros, que nos AMA y CREE mucho en nosotros… que nos NECESITA.

Y al disponer mi corazón para escucharlo, recibía de EL su voz de aliento a través de La Palabra: << Felices los que tiene espíritu de pobre…>> (Mt 5,3), es así que reconocía en este momento que a partir de mirar, de recordar a Jesús, como dentro de esa pobreza material que le rodeaba, de esa pobreza de valor en el corazón de los que lo rodeaban, su temple nunca se quebraba, a partir de disponer un corazón sencillo, un corazón humilde.

Mi mente se vuelve a distraer por las ocupaciones del trabajo, pero EL nuevamente con una serenidad de que sabe que cuando EL me habla yo lo escucho, me señala..

<< Mira desde mis ojos, desde mi sencillez… y comparte, comprende y alienta >>, es así como sentía que EL me hablaba, mi ánimo se refresca, pues reconozco que ser pobre a veces me es difícil, para el complejo mundo de los que me rodean, ser pobre, ser sencillo, no se comprende mucho, y uno a veces recibe postergación, sin valorar de que ahí radica mucho el no tener tantas preocupaciones, y más que preocupaciones no cargar con vanidades injustas, a saber del mundo y del sufrimiento de este mundo, miro y recuerdo lo de Haití, y mi corazón se reclama.

EL ser sencillo es no buscar gustar a todos con lo que uno tiene, sino desde lo que es, desde lo que ama, desde lo que cree, aunque a los ojos de los demás sea poco e insignificante.

Tener un espíritu de pobre, es tener un corazón sencillo y siempre dispuesto a escuchar y siempre estar presto para aprender, para perdonar y a pedir ayuda si es necesario.

Regreso a mis labores, reuniré a mi equipo, identificaremos por que nos retrasamos, nos apoyaremos en los nuevos, confiaremos en ellos, seremos sencillos de corazón, de actitud, espero lo entendamos bien, me retiro pidiéndole a María, a nuestra MADRE, que su fortalezca me comparta, para llegar, para alcanzar ese corazón sencillo que EL me pide para ser feliz, para que seamos felices, como EL lo desea siempre para nosotros.

Michel

martes, 19 de enero de 2010

"Yo te envío, ¿Quien soy yo? ¡Yo estoy contigo!"

Ëxodo 3, 1-12

3:1 Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios.
3:2 Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; Hechos 7. 30-34 y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía.
3:3 Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema.
3:4 Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí.
3:5 Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es.
3:6 Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios.
3:7 Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias,
3:8 y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo.
3:9 El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen.
3:10 Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel.
3:11 Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?
3:12 Y él respondió: Ve, porque yo estoy contigo; y esta será la señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, ustedes vendrán a este cerro y me darán culto aquí.”

Meditación

Es la primera vez que Moisés escucha a Yahvé, y lo hace en el contexto de un desierto, donde Moisés trabajaba como pastor, cuidaba las ovejas de un hombre, el sacerdote de Madián, su suegro; anteriormente Moisés había vivido como hijo adoptivo del Faraón de Egipto, un status, un estilo de vida tan diferente del que ahora le rodeaba, allí tenia de todo, poder, riquezas, seguridad…pero por circunstancias ya conocidas Moisés tiene que salir de ahí, le cambia la vida, pasa a ser una persona solitaria, apagada, seguramente, con un porvenir tan incierto….como nos sucede cuando hay cambios radicales en nuestra vida.

Y Dios sale al encuentro de Moisés, sale a su encuentro en forma de una zarza que no se apaga, como enseñándole quien es El, una Zarza, un Amor que no tiene fin, un Señor, Dios y Padre que no abandona a sus hijos en momentos de necesidad.

Porque Moisés tenía necesidad de encontrar algo mas, sentiría un vacío, sed de algo mas, no le llenaba la labor que hacia, su forma de vivir.

Primero Dios escucha el sufrimiento de Moisés, los gritos de su alma pidiendo ayuda a un Dios que aun no experimentaba como Amigo.

Primero se da el encuentro, Dios se identifica, “YO soy el Dios de tus padres”….Moisés se identifica también en cuanto a que es un hombre humilde, indigno por eso se tapa la cara ante Dios…

Y Dios le expone su Plan, un Plan que le va a cambiar la vida, lo va a arrancar de donde está, no solo físicamente, sino lo va a sacar de una vida mediocre, de su inseguridad, de vivir pensando en si mismo, para llevarlo a otro destino, a vivir en adelante con El, para El…… hay controversia, un dialogo en que Dios lo trata de convencer. Es un cambio radical el que Dios propone cuando llama, es dejar todo lo que uno esta sintiendo, o viviendo, es ir donde El nos manda.

Como Moisés uno siempre dice ¿Quién soy yo?,… ¿Por qué no mandas a otro? Porque sentimos miedo ante un plan tan grande.

Dios no nos pide cosas pequeñas, ritos, rezos de vez en cuando, o persignarnos rápidamente ante una Iglesia , al comer o ante una imagen….Dios nos llama a cambiar nuestra propia vida de una manera radical, Dios viene a cambiar mundo pequeño y manera de vivir para mirar alrededor y ver que hay gente que sufre, que quiere ver una vida diferente, y nosotros tenemos que llevar a esos hermanos a esa vida diferente que Dios quiere también para ellos.

Dios nos hace mirar la vida de nuestros hermanos que sufren para sacarlos de la esclavitud de la mediocridad, de la amargura, de la tristeza, de la soledad Dios nos llama para liberarlos, llevarlos al monte sagrado al Horeb, o sea adorarlo en espíritu y Verdad a enseñarles a un Dios amigo, compañero al que encontramos cada vez que oramos.

Y cuando nos dice “Yo estoy contigo” es un presente continuo. Dios no le dice a Moisés que las cosas van a ser fáciles, al contrario le advierte las dificultades que va a soportar, pero ese YO estoy contigo tiene que ser la consigna que Moisés lleve en su corazón para superar los obstáculos, los desánimos que seguramente va a sentir.

Nuestro discipulado, nuestra misión, pasa por este mismo itinerario que el de Moisés.

Reconocer que tenemos sed de Algo mas, reconocerlo y buscarlo, llevar las ovejas muy lejos salir de los límites normales que nos ponemos, buscar respuesta a ese algo mas…Moisés llego al cerro de Dios el Horeb…nosotros tenemos la oración, sabemos donde encontrarnos con Dios… luego escucharlo…sentir su misericordia para nuestra vida, El Señor no llama a Moisés para reprocharle la muerte del egipcio, Dios solo lo llama a una misión y Moisés ya se siente perdonado, y con un llamado a vivir el Plan de Dios:

“Conozco el sufrimiento de mi pueblo y por ésta razón estoy bajando”….pero quiero bajar a mi pueblo a través de ti, para hablarle consolarle, acompañarle, en tu humanidad por eso “Ve pues yo te envio”….

Quien se encuentra con la misericordia de Dios para con su vida, lo único que le sale es agradecimiento, obediencia y deseos de mostrar esa misericordia a los hermanos…Moisés queda convencido y obedece no le ha sido fácil… pero cuando a veces mas nos resistimos, al final somos los mas convencidos, de que el Plan de Dios es mas grande que el nuestro… de pastor de ovejas pasa Moisés a pastor del Pueblo de Israel, el pueblo de Dios, y va con esa seguridad de tener en el corazón, la mente y todo su ser la compañía de un Dios que no falla, pases lo que pases, esta contigo siempre.

Hoy nos invita el Señor a escucharlo y cambiar nuestro modo de vivir, de pensar, de vivir solo para nosotros a vivir abiertos al cambio radical de nuestra vida, a seguirlo a dejarnos guiar por El y confiar que El va a llevar a su feliz término lo que ha iniciado en nosotros.

Dios nos bendiga y Nuestra Madre del cielo nos acompañe a decir que “Si señor hágase como tu has dicho”.

nila

miércoles, 13 de enero de 2010

Hijo, todo lo mío es tuyo


Lucas 15, 25-32

Entrar en el corazón del Padre y de ahí experimentar lo que siente por cada hijo: Un hijo que sabe lo que tiene, pero quiere disponer de todo lo que da el Padre, como a Él le viene en gana sin consultar para nada al Padre y el hijo mayor que tiene todo, el Padre todo lo comparte con él, pero no sabe disfrutar junto con el Padre lo que tiene, y ni dialoga con él para saber de los proyectos del Padre para con su vida, sólo siente envidia por su hermano y mira lo malo que éste ha hecho, no le importa su vida ni lo que está pasando por su infantilismo de gastar todo a su regalado gusto, sólo ve que su Padre con el menor está gastando más de la cuenta sin que lo merezca.

¿Qué sientes Padre por tus hijos? Entendía que mucha pena por los dos, porque ninguno ha madurado, ni lo tiene en cuenta a Él para dialogar y realizar los planes , proyectos de vida en conjunto, dialogando, sabiendo que el Padre sabe lo que nos dice, porque nos conoce y siempre quiere nuestro bien.

Ninguno de los dos goza de la experiencia de sentirse amados.

¿Qué es ser hijo, Papá Dios? Es vivir en libertad de hijo de Dios, con el Espíritu de Dios y poder llamar ¡Padre!

Haciéndonos responsables de nosotros mismos, hacernos cargo de nuestro desarrollo y alcanzar nuestra liberación.

Esto es lo que quiero, por eso les di a mi Hijo para que les enseñe a ser Hijos de Dios, él les llevará de la mano. El ser hijos no es algo que no puedes realizar. Es posible en todas las circunstancias de la vida que nos toca vivir.

El proyecto de ser Hijo de Dios es nuestra identidad, es la capacidad de hacernos como Jesús, su hijo muy amado.

Querido Dios, gracias por decirme cuál es mi identidad, es Jesús, a quién admiro, a quién imito, a quién quisiera reproducir, como quién me gustaría ser, en qué cifro la realización de mi vida, qué vocación tengo, qué misión, y qué modelo pongo ante mis ojos.

Hablar contigo de eso, Jesús amigo, me va poniendo en crisis muy a menudo. ¿Por qué? Por la sencilla razón de caer en la cuenta de que me equivoco, me pierdo y me deslumbro en ideales que no son más que espejismos, estrellas fugaces, fuegos artificiales y castillos en el aire, como los hijos de la parábola del Hijo pródigo.

Tú te hiciste hombre para que nosotros llegásemos a reproducirte con la mayor fidelidad. Quisiera vivir como Tú, Jesús, porque sólo quien encuentra el sentido de su vida, tiene algo que decir al mundo. El mundo necesita hombres y mujeres de tu talla.

Cómo podemos imitarte si no oramos? Ya que Tú pasabas noches enteras en oración y viviste en una profunda y armoniosa relación con el Padre, impúlsanos a reproducir tu vida orante. Necesitamos orar como Tú: centrando nuestra vida en la Palabra, escuchándola, asimilándola, viviéndola, anunciándola, y convirtiéndonos así en Palabra.

¿Cómo podemos imitarte sin ejercitarnos en tu virtud característica de la humildad? Quiero tener tus mismos pensamientos y ser sembrador de libertad, tener tus mismos sentimientos y tener tus mismas actitudes y sembrar servicialidad, tener tus mismas intenciones y sembrar la humildad, tener tu palabra en el corazón e ir sembrando verdad por doquier, gozar de tu misma fecundidad de vida y ser sembrador de Vida y Amor.

Jesús nos enseña a ser hijos fieles, porque a veces desistimos por que el ser Hijos de Dios nos parece un proyecto muy grande, y corremos el riesgo de perdernos en el camino como lo hacen los hijos de la parábola, Jesús enséñanos a disfrutar del Amor del Padre y sentirnos tan amados que quisiéramos que todos los hombres sean nuestros hermanos, compartiendo lo que Dios nos da.

Y como Jesús ser enviados por el Espí­ritu, a anunciar la Buena Nueva a los pobres, a dar la libertad a los cau­tivos, a devolver la vista a los ciegos, a curar a los que tienen destrozado el corazón y a publicar un tiempo de gracia (Is 61,1-2; Lc 4,18-19), con el único fin de que cada hombre llegue a ser HIJO AMADO DEL PADRE.

Madre querida, ayúdanos a ser como tu hijo un HIJO MUY AMADO, en quien el Padre se complazca.

sábado, 9 de enero de 2010

Deja que Dios limpie tu corazón, déjate mirar por Dios

Así habla el Señor. El cielo es mi trono y la tierra, el estrado de mis pies. ¿Qué casa podrían edificarme ustedes y donde estará el lugar de mi reposo?

Todo esto lo hizo mi mano y todo me pertenece - oráculo del Señor- Aquel hacia quien vuelvo la mirada es el pobre, de espíritu acongojado que se estremece ante mis palabras.” Isaías 66, 1-2

“Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios”. Mateo 5,8

Que Dios nos regale la gracia de poder hacer un tiempo de oración largo, para dejarle obrar en nosotros, dejarnos estremecer por su Palabra, El nos esta diciendo a través de la Palabra:

“Hoy día tu me necesitas, por eso vengo a hablarte, a decirte que es lo que prefiero, que lugar escojo para reposar, para vivir. Déjate afectar por mi Palabra, déjate conmover, estremecer, deja que mi Palabra provoque en ti sentimientos nuevos, cambie tu vida, la renueve le de toda la riqueza que estas necesitando urgentemente, no endurezcas tu corazón”

Contemplaba al Señor buscando un lugar de reposo, y yo me encontraba buscando reposo: dos corazones buscándose urgentemente, El del Señor para enriquecer al pobre corazón desesperado y pobre que necesita paz.

Señor ¿Pero Tú quieres reposar realmente en mi corazón? Porque tenemos algunos el corazón muy inquieto, sin paz, angustiado, herido, triste, desolado, agobiado, acongojado.

“Ese es el corazón que yo busco, el que prefiero el corazón pobre que siente que no tiene nada, aunque este rodeado de cosas materiales, pero se siente muy pobre, allí quiero establecerme”.

Señor a veces no te puedo ver… “tu corazón que es el que me debe ver yo lo he creado con capacidad de mirarme, de amarme, de confiar en mi, ese corazón no me ve porque esta muy cargado, de preocupaciones, de si mismo… vacía tu corazón entrégame todas tus limitaciones, tus impotencias por no poder cambiar las circunstancias, entrégame, tu dureza de corazón, tus sentimientos de culpa, los remordimientos, tus pecados y me podrás ver”, solo los limpios de corazón pueden ver a Dios, el corazón vaciado de todo encuentra la felicidad y el descanso en El.

“Tómame señor y haz resplandecer en mi tu salvación”.

“Cuando me dejes reposar en ti, volverá la calma, como cuando entré en la barca de Pedro y la tormenta se calmó, ahora es como un sábado santo, hay ausencias, hay vacío, pero ten fe en la resurrección, vas a encontrar lienzos tumbados”, lo que buscas no esta aquí, lo que buscas o él que buscas está en encontrarte con Dios que contiene Todo lo creado…. creer en la resurrección es lo que hace de un día, lo diferente lo nuevo, lo que da paz, alegría, lo que renueva todo, “Para poder ser testigo necesitas entregarte, dejarme entrar en tu corazón pobre y acongojado para hacer de el un corazón nuevo a mi gusto, pondré mi espíritu sobre ti y vivirás”.

Que hoy día entreguemos al Señor todo aquello que no nos deja verlo para poder ser realmente felices y cuando le preguntemos como hacerlo, ¿Como va a hacer eso?, dejar que nuestra Madre nos guíe, nos enseñe a dejar al Espíritu cubrirnos de fe, esperanza y Amor para hacer de nosotros criaturas nuevas.

nila