PAUTAS DE ORACIÓN

El objetivo de este Blog es ofrecer a las personas que deseen aprender a orar con la Palabra: Pautas de oración.
Desde nuestro encuentro personal con la Trinidad y con María, deseamos que se contagien y deseen tambien hacer una oración contemplativo - Apostólica, que les lleve a anunciar la Buena Nueva.
Es propio de nuestro Carisma escuchar la Palabra, Asimilarla, Vivirla y Anunciarla.

martes, 30 de junio de 2009

Comparte conmigo el gozo de traer a casa a mis hijos


Lucas 15,28-32; Romanos 10,14

"El hijo mayor se enojó y no quiso entrar. Entonces el padre salió a rogarle" (Lc 15,28). El padre sale al encuentro del hijo mayor, como del hijo menor. El no es indiferente a ninguno de los dos, no excluye a ninguno. Pero mientras la reacción del menor es de dejarse amar, la del mayor es de una insensibilidad y dureza de corazón espantosa. ¡Cuántas veces los que estamos aparentemente más cerca del Padre, en realidad estamos más lejos! Estar cerca es tener sus mismos sentimientos y amar al estilo de Dios Padre.

"Pero él le contestó: Hace tantos años que te sirvo, sin haber desobedecido jamás ni una sola de tus órdenes, y a mí nunca me has dado un cabrito para hacer una fiesta con mis amigos" (Lc 15,29). También nosotros tenemos a menudo la misma reacción: la envidia en casa. En vez de la misericordia, aflora el resentimiento y tristeza por el bien del otro. ¿No reaccionamos igual? Es hora de aprender la ley del evangelio de Jesús: "Misericor­dia quiero y no sacrificio (Mt 12,7).

"Pero llega ese hijo tuyo, después de gastar tu dinero con prostitutas, y para él haces matar el ternero cebado" (Lc 15,30). ¡Qué despreciativo se pone el hermano mayor, al no dignarse a llamar hermano al pecador y referirse a él como "ese hijo tuyo", ese que no tiene nada que ver conmigo ni yo con él. El Señor nos propone, como medicina de nuestra intransigencia una fuerte ración de misericordia, para no despreciar a nadie, por su color, religión, estudios etc.

¿No crees que por tu falta de amor entrañable muchos están fuera del hogar?

"El Padre le respondió..." (Lc 15,31a). Si te resulta difícil ser misericordioso con los demás, déjate educar por Dios. El quiere que seas su reflejo, que expreses con tus actitudes las suyas. Es lo que trató de hacer Jesús y actuar con los demás con la misma misericordia del Padre, que hace salir el sol sobre buenos y malos (Mt 5,45). ¡Éntrale a esta Escuela de Misericordia!

"Hijo, tú estás siempre conmigo y todo lo mío es tuyo" (Lc 15,31b). Si te es difícil la práctica de la misericordia, deja que Dios te diga: "Hijo querido", "Hijito", "hijo mío", has gozado siempre del amor del Padre, no has padecido hambre fuera de la casa, no te has hecho esclavo de nadie. ¿Qué pierdes tú en que el otro sea amado? ¿Qué se te quita? ¿Sientes que es una injusticia el ser bondadoso con el otro? (Mt 20,15). No te preocupes sólo por las leyes, puesto que la plenitud de la ley es amar al prójimo como a ti mismo (Rm 13,10: Gal 5,14).

"Había que hacer fiesta y alegrarse" (Lc 15,32a). No eres cristiano si no te alegras por el regreso de cada uno de los que han estado alejados de Dios y hay que hacer fiesta porque es hora de abrir muchas puertas. Muchos se sienten fuera de casa y no entran a veces por la mala cara que les ponemos al hermano. Pon la cara de padre, y seamos misericordioso y alegra tu cara por cada l hermano que se convierte.

La mayor razón para la alegría: "Tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido encontrado" (Lc 15,32b). El pecado nos sumerge en la perdición y en la muerte. Estamos muertos cuando no amamos a Dios, cuando nos alejamos de Él, y en su ausencia caemos en el abismo de la desesperación y el sin sentido. Pero el regreso de la muerte, del abismo, de la soledad y la opción de iniciar una mayor convivencia amorosa con Dios es fuente de alegría. Es lo que debe entender el hijo mayor; y también yo.

¿Qué crees que sentirá el Papa del general Bazán, que hasta ahora permanece perdido por las zonas peligrosas de la selva, si le dicen, ¡hemos encontrado a su hijo! ¡Y VIVE!. Mayor alegría debería ser la nuestra por un hermano que traemos a la casa paterna.

Pero si uno no lo entiende, caerá en un pecado de la misma magnitud que el de su hermano menor. Porque lo que disgusta a Dios es el abandono y la ausencia de amor filial, pero también la ausencia de amor fraterno. ¿Aceptará el mayor abrir su corazón a la misericordia? ¿Aceptaré yo? ¿Aceptaré ser apóstol de la misericordia?

Rom, 10; 14 Pero, ¿cómo invocarlo sin creer en él? ¿Y cómo creer, sin haber oído hablar de él? ¿Y cómo oír hablar de él, si nadie lo predica?

Para atraer a los hermanos necesitamos creer en el Padre, creer que Él me ama, gozar y disfrutar de ese AMOR-VIDA que nos da y que el Padre se lo da a todos, pero que no lo disfrutan porque no lo conocen, si lo amas con todo tu corazón, lo darás a conocer a todos, porque como gozas de ese Amor quieres que todos lo reconozcan, que sean hijos del mismo Padre y a eso nos llama Papá Dios; si me amas atrae con la Palabra y la Vida-Amor, a todos mis hijos y todos me llamarán Papá, y seré su ¡ABBA!

María, la Madre de Jesús, es Madre de la gran misericordia, en la que ha quedado envuelta toda su vida. ¡Madre, pon en nuestros labios el cántico de la misericordia! Para atraer a todos los hombres a la casa paterna.

sábado, 27 de junio de 2009

Vive sin miedo porque Yo soy tu Protector


Mateo 28,20; Juan 8,50.

Cada vez que empezamos a orar, necesitamos pedir ayuda a María para dejarnos conducir por la confianza en el Padre pedirle inocencia y limpieza de corazón para fiarnos del Amor de Dios y vivirnos como hijos.

Somos hijos de Dios, por eso, en cualquier momento podemos reconocerle y seguirle. Se trata de aprender a escuchar su voz constantemente en la Palabra, y es la que me sostiene y me acompaña. “Tu Dios te llevaba como un hombre lleva a su hijo, a lo largo de todo el camino que habéis recorrido hasta llegar a este lugar” (Dt 1,31).Es esto lo que me libera de todos los miedos y me hace vivir tranquilo aquí y ahora y esperar en Él hasta el fin del mundo.

Mateo 28, [20] y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estoy con ustedes hasta el fin del mundo».

Dios cuando nos habla reconoce nuestros desvíos que es una búsqueda del amor, a un Padre. Pero lo hemos buscado en espejismos en lo que no nos puede dar la experiencia de ser amados y amarlo. Nos hemos equivocado en nuestra búsqueda. Hemos optado por ídolos, y hemos dicho a la piedra (profesión, título, dinero, fama, trabajo), " Tu me has dado la vida” y al madero (placeres, artistas, dormir, todo lo que se esfuma rápido) " tú eres mi padre" Jr 2" 27. El Señor intenta iluminarnos, y un volver a Él, y nos atrae con lazos humanos (la comunidad) "Qué hermoso es nuestro camino en busca del amor" Jr 2,33.

"Si quieres volver, 1 vuélvete a mí, Volved hijos... Carlos, Erika, Samuel, Raneé, y si te apartas de tus ídolos abominables, tus monstruos (=tus miedos) 1 no tendrás que huir de mi presencia (Conf. Jer3,22;4,1)

1Sólo en Él, podemos encontrar remedio para nuestros miedos, que proviene que a lo mejor nuestra vida ha sido despreciada por muchos, valorada sólo por lo externo, estamos rodeados de gente, amigos, mientras haya dinero y una buena situación social o una apariencia física. Pero ¿qué pasaría si faltara algo de todo esto?, o al revés, tal vez haya sido despreciado por los demás simplemente por un defecto físico, por tu origen, capacidades, que tienes... Pero todo esto lo hacen los hombres porque son ignorantes, porque no conocen el valor de nuestra vida.

Hoy nos tratan como objetos y como cosas, eso nos hace mucho daño a todos: máquinas que tenemos que dar respuestas rápidas y eficientes, que nunca tienen que faltar al trabajo, y hacerlo perfecto, trabajar más de 8 horas, sábados, domingos, menos tiempo con la familia y eso hace que tengamos una fuerte necesidad de amor, de afecto, de cariño y esto hace que lo busquemos a cualquier precio incluso pasando por encima y no importándolos la otra persona. Y este tipo de relaciones que se dan por la búsqueda desesperada de amor, cariño y afecto crea un clima de desconfianza muy grande. Hay una incertidumbre y muchos miedos de cara a los demás. ¿Irá en serio? ¿Me va a engañar? ¿Con qué intención viene? ¿Me botarán del trabajo? ¿Me acogerán? ¿Podré hablar? Etc.
Pero ahora tenemos una ventaja, porque sabemos que el amor del Padre nunca nos va a fallar. Es para siempre. Hagas lo que hagas, digas lo que digas, pienses lo que pienses. Él no te va a dejar nunca: "Los montes se correrán, las colinas se moverán mas mi amor de tu lado no te alcanzará" (Is 54, 10). El amor de tu Padre Dios no es hasta que la muerte nos separe, ni mucho menos hasta la primera incomprensión. Puedes confiar en Él del todo. Hoy la mayoría de personas y quizás tú también vivamos con un miedo horroroso. Y esto produce la inseguridad y verdaderos desequilibrios emocionales.
Ahí tenemos el miedo de la artista Alicia Delgado, muerta de miedo ante tanta amenazas y al fracaso de no ser correspondida; Michael Jackson ¿Quién fue su padre, su dios? Pero, ¿por qué tanto miedo al fracaso?, ¿por qué tanta desesperación ante alguien que tú querías y te deja? No temas, tienes a alguien contigo, que no te va a dejar nunca. Mientras que para muchos el futuro es una amenaza tú lo puedes mirar y vivir súper-confiado, porque tienes un Padre en quien confiarte, tienes unos brazos en donde poner tu vida.
Lo que me libera no es que intente auto convencerme de que no tengo complejos, sino que me reconozca en mi verdad más profunda, que es la mirada de Dios sobre mi vida. Reconocer que soy hijo me permite aceptarme como soy: hijo de Dios, como Dios me ha creado. Para ello, necesito “nacer de nuevo” (Jn 3,3) Mirar mi vida desde su mirada.
Reconocerme como hijo me permite reconciliarme con mi pasado, el personal y el de mi entorno. Si me reconcilio con mi pasado, se me abren las puertas para reconocer lo que soy y con madurez aceptar lo que tenga que cambiar, y perdonar primero a mí misma, porque quizás tengo responsabilidad en esa falla, a los demás y pedirle perdón a Dios por querer ocupar su sitio al juzgar y condenar a la gente que me falló.
Reconocerme como hijo me permite también abandonarme en la providencia del Padre. Dios provee. Confiar es la actitud propia del hijo. Es la actitud que vive Abraham (Gn 22,1-14). Abraham sabe que Dios provee. Miren a las misioneras, no tienen sueldos, y pregúnteles si algunas vez, Dios no le previó de alimentos. Y de eso en nuestros hogares tenemos miles de experiencia.
Hasta que no te fíes de Dios estarás en el desierto. Dios lleva las riendas de tu historia de salvación. En cada detalle busca encontrarse contigo. Dios nos crea para su amistad. En las situaciones que vivimos, El nos llama. El que se fía va caminando por sus caminos.
Juan 8, 50 Yo no busco mi gloria; 50 hay alguien que la busca, 50 y es él el que juzga. Jesús, se fía de su ¡ABBA! Porque tiene estructura de fe. No sólo se sostiene a sí mismo, sino que soporta a otros. Les sirve de apoyo por la confianza en Dios. Y no está pendiente de buscar la gloria y su fama, Él mismo se glorifica cuando busca hacer la voluntad del Padre y Él no se juzga, ni juzga a los demás porque sabe que su testimonio de Vida, es válido para tener autoridad, fama y gloría y a Él sólo le preocupa complacer al Padre.

Vemos a Jesús con una confianza en el Padre y que se abandona a Él, aunque esté en un suelo desconocido. El Padre nos quiere hombres perfectos, acabados. Ninguna tempestad, exterior ni interior, nos derriba.

El que tiene confianza en Papá Dios, es feliz porque vive en la casa, no como extranjero o inquilino, sino como hijo. Trabaja con creatividad, feliz, con aguante, creciendo, amando y a la vez desapegándose de todas las creaturas. A mayor confianza en Dios, mayor desapego. Vive como hijo en la libertad de los hijos. Confiado, tranquilo.
Vamos a pedirle a Jesús y a nuestra mamita María, ser sencillos y humildes de corazón para confiar plenamente, en quien ha hecho todo, para que seamos felices, tranquilos, sin que ningún miedo nos derribe de sus manos.

viernes, 26 de junio de 2009

A mi lado no pasarás necesidades


Lucas 15,13-20; Romanos 8,31.

Gracias Señor por habernos hecho hijos “libres” para decidir qué hacer y no hacer con nuestra vida, por la voluntad, que nos has regalado, tu misericordia; esa tu máxima expresión de AMOR-VIDA, pero conociéndonos como nos conoces no nos abandonas porque bien sabes que no sabemos usar esta “libertad ” y por eso nos dices: “todo lo mío es tuyo, todo lo tuyo es mío”.

EL Padre nos da su corazón de Padre .Rom 8; 31] Teniendo esto en cuenta, ¿qué podemos decir? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién estará en contra, Y esto nos hace responder con la madurez del ser hijo de Dios.
Un hijo es maduro cuando el papá le puede confiar su corazón y los problemas del hogar. Es la culminación de ser hijo realmente. ¿Es mucho más hijo, el hijo mayor que comparte con los papás los gozos y problemas del hogar, o el hijo pequeño que lo recibe todo y encima lo malgasta? La respuesta es Jesús en la que, recibiéndolo todo, lo da todo, hasta la vida.

Luc 15; [13] A los pocos días, el hijo menor reunió todo y emigró a un país lejano, donde derrochó su fortuna viviendo como un libertino. Así es Dios con cada uno de nosotros. A todos nos pertenece algo, si bien nada tenemos que no hayamos recibido (1Co 4,7). Nosotros disponemos de ello, porque somos libres, libres de multiplicar los talentos recibidos o de echarlos a perder (Mt 25,15-30).

Luc, 15; [14] Cuando gastó todo, sobrevino una carestía grave en aquel país, y empezó a pasar necesidad.[15]Fue y se puso al servicio de un hacendado del país, el cual lo envió a sus campos a cuidar cerdos.
[Y echó a perder los dones que Dios le había dado en plenitud y gratuitamente y eso le provocó, el desorden en el amor, lo propio del pecado, conduce inevitablemente a la pérdida del amor y a una dolorosa experiencia de escasez, de carencia, de pobreza, hambre y profunda insatisfacción.
El pecado nos convierte en pordioseros, sin más horizonte que el de "ir tirando", en un ambiente hostil, privado de todo, como forasteros, viviendo bajo el signo de la maldición (Sir 12,6).
Así somos cuando lo más grande que Papa nos dio, LA LIBERTAD” la echemos a perder, con el desamor porque eso nos causa esclavitud, de hijos “libres” nos convertimos en “hijos esclavos” lo peor es que a veces no somos conscientes, hacemos daños y encima nos creemos perfectos, criticando a los demás, según nuestros criterios y nos volvemos egoístas, orgullosos, vanidosos y como nadie nos quiere, porque esas insatisfacciones que sentimos, las demostramos con cólera, envidia, mezquindad y es porque necesitamos de Alguien que nos ame y que al dejarnos amar nos convierte en fuente inagotable a AMOR-VIDA, pero al echarlo a perder, nos convertimos en esos mendigos, que van pidiendo a otros mendigos. Luc 15, [16] Deseaba llenarse el estómago de las bellotas que comían los cerdos, pero nadie se las daba.

Realmente nuestra vida así es bien triste, y de estas personas están llenos nuestros ambientes, por eso son hostiles, amargados, insatisfechos, pesimistas, llenos de envidia y falsas expectativas.
Luc 15; .[17] Entonces recapacitando pensó: ---A cuántos jornaleros de mi padre les sobra el pan mientras yo me muero de hambre.[18]Me pondré en camino a casa de mi padre y le diré: He pecado contra Dios y te he ofendido;[19]ya no merezco llamarme hijo tuyo. Trátame como a uno de tus jornaleros.

Es entonces cuando nos preguntamos ¡Qué necesidad tenemos de vivir así? ¿Por qué pudiendo vivir feliz no lo soy? Es hora de entrar dentro de nosotros mismos y plantearnos , la vida que llevamos nos causa tanta tristeza no sólo en nosotros ; sino repercute en todos, y hasta provocamos tristeza a Dios, figúrense, a un señor, es el caso del guachimán de la casa, donde alquilo, pudiendo dormir en su cuarto, en su cama, regresa a las diez de la mañana, con signos de haber dormido en el suelo, lleno de barro y provocando lástima a quien le ve y un aliento horrible de beber alcohol, no sólo se ha hecho daño a él, descuida la seguridad de quienes confiaron en él, porque dice que encima le han robado las llaves, y ¿esto no le causa dolor a Dios? Desde lo más íntimo de su corazón, Papá Dios se preguntará ¿para esto lo he creado, para este tipo de felicidad?
¡Qué fuerte es el contraste de vida entre estar cerca de Dios o lejos de Él! ¡Recuerda, también tú tienes experiencia de haber estado mal fuera de Dios! Y es muy triste.
Cuando más te has alejado de Él, más fuerte ha sido tu insatisfacción hasta el punto de caer en la desesperación total de una vida sin sentido. Pero has sido alcanzado por su misericordia y has deseado volver a Él ¡Es pura gracia de Dios, añorar al Padre, sentir nostalgia del hogar, decidir regresar y decir: Volveré a mi Padre y le diré...! (Lc 15,18).

La conversión tiene como punto de partida ese dolor que sentimos al estar lejos de Dios, y causar tanto dolor a quien tanto nos ama, yo cuando me di cuenta de esto, lloré muchísimo por el dolor que le había causado a quien me había entregado la vida de su ÚNICO HIJO, y que yo malgastara esa Vida, por eso le entregue la mía, para fiarme de Él totalmente, y aún así soy siervo inútil que sólo hace lo que tiene que hacer ya veces mal.

Luc 15, [20] Y se puso en camino a casa de su padre. Estaba aún distante cuando su padre lo divisó y se enterneció. Corriendo, se le echó al cuello y le besó La decisión se convierte en acción, cuando realmente partes y efectivamente te pones en camino. La conversión exige un cambio, un levantarte, un dejar esta situación que te estaba robando la Vida, el Amor y la posibilidad de ser hijo y de vivir en el ambiente de hogar para el que fuiste creado.

¿Crees en el entrañable amor de Dios por ti, aunque te hayas PERDIDO por el pecado?
Papá Dios multiplica mi constancia, mi perdón y mi paciencia y así seré para todos, causa para que vivan de tu Amor-Vida

jueves, 25 de junio de 2009

Yo nunca retiraré mi Amor de tu lado

Isaías 54,10; Romanos 8,38-39


Qué bueno eres mi Dios y Nuestro que te manifiestas de diferentes maneras, que haces de todo para que nosotros, (envuelto como estamos en tanto trabajo, líos, preocupaciones), nos fijemos en ti, eres ese enamorado que no le dan bola; pero que hace mil piruetas, para que lo atiendan, tira piedritas cuando pasas, hace caer algo, silbas, cantas, hasta se hace el que se cae a tus pies, con tal de que Tú le respondas.

Y nunca te cansas de esperar, siempre mantienes la puerta abierta, para que cuando nosotros decidamos entrar y que alegría para Ti; pero también la alegría es nuestra cuando descubrimos todo lo que Tú has hecho, para llamar nuestra atención y descubrirte que eras Tú, quien me mandabas tantos recados de amor, en la naturaleza, en los amigos, en las canciones, en los textos…tantas huellas de tu Amor-Vida en mi vida.

Una de las Palabras que más han calado en mi vida es esta de Isaías 54, [10] Los cerros podrán correrse y bambolearse las lomas; mas yo no retiraré mi amor, y mi alianza de paz contigo no se bamboleará, - dice Yavé, que se compadece de ti.

Fue después de un retiro que hice en Arequipa, y todo el tiempo que duró el retiro estas palabras resonaban con una inmensa felicidad en mi mente, corazón y vida, salí realmente enamorada del Padre.

Esas Palabras eran como una declaración de Amor más grande que había recibido era tan grande, que todo el camino de regreso, me llenaba de gozo de pensar que esos cerros que estaban a mi alrededor podían caerse, bambolearse, los veía caer pero Alguien me estaba amando sosteniendo.

¡Qué bueno es sentirse así, porque cuando me accidenté, toda mi vida de deshizo, se corrió, se bamboleó, en cuestión de segundos, ya no tenía ni trabajo, ni casa, ni comunidad, sentía que yo siendo un roble, Papá Dios me había sacado de cuajo de mis raíces, pero su Amor-Vida nunca se apartó de mi; lo sentí y sigo sintiendo esa mano cariñosa, ese Amor derramado sobre mí, que Él mismo lleva mi tratamiento, operaciones, curaciones, por pura compasión.

Por eso tengo la certeza Rom 8, [38] Yo sé que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni las fuerzas del universo, ni el presente ni el futuro, ni las fuerzas espirituales, [39] ya sean del cielo o de los abismos, ni ninguna otra criatura podrán apartarnos del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor.

De que soy hijo del Autor de toda la creación, que hizo todas las cosas buenas, perfectas para que gozaras de sus primicias (Gén 1.26), y que en un derroche de Amor, nos hace participes de su propia Vida y Amor. Este Padre nuestro se encarga de nosotros, nada de lo que vivimos le es desconocido, porque conoce lo profundo de nuestro ser, porque está siempre presente en tu vida porque su Amor de tu lado no se apartará jamás 54,10).

Quien ha tenido la experiencia de acoger a Dios como Padre, sabe que en el hogar lo primero que existe es la familiaridad, vivir con el Padre es vivir en una afectuosa intimidad, establecer con El lazos inquebrantables, un parentesco entrañable. Saberse y vivirse amado, aceptado, protegido, promocionado por El, es la fuente de una afectividad saciada, integrada, de un corazón libre para amar a Dios y a los hermanos. (Sal 16) como lo hacía Jesús y escuchar al Padre que nos habla de nuestros hermanos.
La experiencia de escuchar y de hablar con este Dios que nos amó, nos ama y nos amará, enciende en nosotros gratitud y urgencia por salir a buscar a todos aquellos que viven huérfanos, fugitivos, mendigando desperdicios de un pan, de un amor que no sacia.

Dar con la mirada del Padre es dar con sus hijos desgarrados, desfigurados por el odio e individualismo, marcados por amargas experiencias de desamor; es dar nuestra vida voluntariamente y lanzarla como una cuerda de ternura, como lazo de Amor para atraer a todos, para introducirlos en el cariño del Padre que desea ardientemente estrecharlos contra su mejilla, abrazarlos en su regazo. (Os 11,4; Sal. 131,2)

Por eso cuando te sientas incomprendido o cansado. Cuando todo te haga dudar. En esos momentos en que una capa de rutina, de apatía, de silencio vacío parece teñirlo todo. Y cuando creas que nadie puede entenderte, que la soledad es tu condena. Cuando los problemas parezcan desbordarnos, tus gentes parezcan menos tuyas y tu vida se haga más pesada:
Recuerda entonces que hay un Dios, un creador que es a la vez padre y madre, amigo y amante, que te abraza y te lleva en sus brazos como a un niño para protegerte a través de cuerdas humanas y lazos de Amor de Dios, de alguien que te extenderá la mano, te recibirá a corazón abierto, para llevarte en brazos y estrecharte contra su mejilla y abrazarte en su regazo.

Mamita querida, con tu mano suave y firme llévanos a experimentar el inmenso Amor del Padre y que a la vez seamos lazos de amor para con nuestros hermanos.

miércoles, 24 de junio de 2009

Háblales a mis hermanos de mi Amor


Salmo 51; Salmo 2,8


Salmo 2,8; Pídemelo y te daré las naciones en herencia, en propiedad los confines del mundo, ¡qué alegría Señor, que Tú te fijes, en mi para que le hable a mis hermanos de tu gran amor, hay que vivir , experimentar, disfrutar saboreando tu Palabra llena de AMOR-VIDA, para convertirme en un anunciador de tu Palabra, porque no se puede quedar callado, quien experimenta tu amor, es lo que le sucede a Jesús enamorado del Padre, no desprecia ninguna oportunidad para predicar, lo que ve y le dice el Padre.

Ustedes ¿no han visto a los enamorados, predican su amor a los cuatro viento, y dejan impreso en las calles, en los árboles, como aquel papá que va a volver a ver a su hijo, después de años y coloca cuadras antes de llegar a su casa, lazos amarillos, por si acaso el hijo se olvidó la ubicación de la casa paterna.

Papá Dios no te ofrece poco, el te confía naciones enteras, te confía a todos tus hermanos de todas las razas, países, hasta el confín de la tierra, para que cantes como nuestra Madre, las maravillas que va obrando en tu pequeñez.

Eso brota espontáneamente, es que te sientes tan feliz disfrutando del amor de este Papá Dios, que quisieras, que todos también sean como tú, feliz, yo cuando fui a la primera convivencia, sentía tanta paz, felicidad que dije esto no me lo guardo, y llegué en la noche a mi barrio y fui de casa en casa, y les dije que nos íbamos a reunirnos para formar una fraternidad, para gozar y disfrutar de la Palabra de Dios, que nos hace vivir la felicidad eterna aquí y ahora, ¡No se imaginan, cuánto cambiaron nuestras relaciones, de pleitistas, chismosos, y rajadores, de nuestros hermanos, nos convertimos en una familia que vivía y aún vive el Reino; lo mismo hice con mis compañeros de trabajo y en mi familia, gracias a Dios, que en mi debilidad, Él actuó, porque había decidido amarlo con toda mi mente, alma y corazón y ese mismo amor darle a mis hermanos.

Salmo 51,; No esperemos ser perfectos hermanos, humanos como somos está nuestra debilidad y Papá Dios cuenta con ella,. No nos exige una perfección irreal. No mitifica nuestras capacidades ni ignora las contradicciones de nuestras vidas. Es aceptar que el amor a veces duele. Que el compromiso a veces cuesta. Que habrá días en que la generosidad no asoma por ninguna parte, y tiempos en que las lágrimas campean a sus anchas. Pero a medida que predicas, te vuelves más puro en tus intenciones, se va purificando a costa de confrontar tu vida con la Palabra que predicas, pues porque predicas lo que vives y, sabiendo que en esa debilidad, y en Dios, somos fuertes.

¿Cuál es mi debilidad, tan humana, en la manera de vivir ese AMOR-VIDA de Dios? ¿Soy capaz de acoger con tranquilidad esas dos caras de la vida (mi debilidad y el Amor de Dios)?

Todos los misioneros y hasta los apóstoles, tienen las mismas dificultades para anunciar este AMOR; y no sólo las personales sino las externas, (críticas, persecuciones) pero eso no les acobardaban, muy al contrario se sentían dichosos por sufrir a causa de este AMOR. Ciertamente el Amor, que sentimos al Padre da sentido a nuestra vida, que nos dio a su propio Hijo que, "Me amó y se entregó por mí" diría Pablo (Gal.2, 19). Por tanto, ¡cómo me voy a callar! Tengo en mis manos la medicina que curará al mundo. Y ¿Acaso tendré reparos y miedos para entregar ese Amor a los hermanos?

Anunciar este Amor, no es algo privado. Al contrario, el don del Amor de Dios, hay que compartirlo con los demás. EL AMOR DE DIOS PADRE SE FORTALECE DÁNDOLO.
Mira a la Virgen, a la mamá buena que ve todo el hogar. En su corazón están todos los hermanos, sus hijos, que no tienen esperanzas, hundidos en la miseria, metidos en un callejón sin salida. Escucha de labios de María: No tienen vino (Jn.2,3). No tienen alegría, NO TIENEN AMOR. Vagan errantes como ovejas descarriadas que no tienen pastor (Mc.6, 34). Les falta vino, LES FALTA EL AMOR DEL PADRE. Y la Virgen nos dice: Haced lo que Jesús hace (Jn.2, 3). Y Jesús nos manda a predicar por el mundo entero la Buena Noticia de la fuente inagotable del AMOR DEL PADRE.

Para ello debo de vivir como Jesús vivió, amando al Padre, Yo amo al Padre porque Él me ama.
El dinamismo del AMOR-VIDA de Dios apunta siempre al Reino, a la unidad de todos los hombres. Por eso, genera necesariamente fraternidad, comunidad e Iglesia. Por eso, el deseo de Dios es lograr que todos se ilusionen por vivir en una comunidad cristiana que intenta vivir como la primera comunidad cristiana, en su sencillez y autenticidad de vida evangélica. Eso nos pide como Familia Misionera Verbum Dei.

Vamos a pedirle a Dios, que Él cubra nuestra debilidad, nuestras dificultades, pretextos, que ponemos para decirle a nuestros hermanos ¡Tenemos un Papá, que nos ama y nos quiere felices! como Jesús, ofreciéndoles a todos, Todo el AMOR-VIDA, que nos da el Padre.

lunes, 22 de junio de 2009

Atrévete a comprobar que eres hijo mío

Is. 43, 1-3; Job 42, 5

Sal 33, {13] Yahveh mira desde lo alto de los cielos y ve a todos sus hijos. Bendito sea Padre por tener tus ojos puestos en los nuestros ¿Quién hace eso? Sólo un Padre Bueno, que está al pendiente y tiene miedo perder a uno de sus hijos-

En la película “El Rey León”. Se ve cuando el leoncillo pequeño hijo del rey león, desobedece a su padre y se va al territorio de la hienas, poniendo en peligro su vida y la de su compañerita. En medio del miedo de la lucha desigual entre las hienas y los cachorritos aparece el rey león y arriesgando la vida los salva. Luego se ven padre e hijo caminando uno detrás del otro, el pequeño sigue las huellas de su padre y pone sus pequeñas patas en la huella del pie de su padre que deja a su paso y se da cuenta que es muy grande y la de él es pequeña. Van caminando esperando la reprimenda el hijo del padre, en eso se da vuelta el rey y le dice a su cría: - “sabes, hoy he tenido miedo”. Le responde el leoncillo: “un rey no tiene miedo”, pero su padre le dice con ternura: He tenido miedo de perderte”. Y los dos se ponen a jugar.

Necesitamos pedir el regalo de avivar la fe para poder vivirnos como hijos; para dejar a Dios ser Dios, como El quiere, como Padre que nos ha dado la vida de forma totalmente gratuita. Es tiempo de conversión, de descubrir a Dios como es. Para ello necesitamos quitar nuestra mirada de las criaturas y poner la mirada en el Creador. Así se te puede manifestar como Dios Amor. Déjate ser hijo.

Is. 43, 1-3] Ser hijo significa dejarse enseñar a caminar. ¿Dónde vas? Ve por los caminos que Él quiere. Escúchale, déjale ser Dios. No seas sólo una persona que ora, sino una persona orante.

Reconocer a Dios como Padre transforma el corazón y hace que pierda malicia, mentira, doble intención y hace que vaya siendo inocente. Dios sólo sabe amar. No sabe qué es eso de utilizar a los demás, ni se le ocurre pensar mal de nadie. Nos quiere felices. Quiere transformarnos por completo.

Estamos llamados al escándalo de llamar a Dios Padre. A vivir como hijos. A Jesús le matan por llamar a Dios familiarmente “Abba”. ¡Ojalá pudiéramos vivir este escándalo! Saber, con todo mi ser, que Dios es mi Padre. Vivirnos como hijos. Pensar como Dios piensa. Mirar con su mirada.

Ahí se rompe la letra de la ley, del cumplimiento, y empiezas a moverte en la dinámica del Espíritu de Dios, que te hace “HIJO” Entras en la obediencia al Amor. ¿Cómo no voy a obedecerle?

Dios se me dona y yo me abandono en Él. Necesita hijos disponibles, capaces de obedecerle a Él como la mayor liberación. ¡Ojalá nuestra experiencia llegara a esos límites!

Gracias papá, porque tú estás detrás de mí (Lc.15,4-7), me sufres(Os.11,8; Ex.3,7-10), porque tienes miedo de perderme y sales a buscarme (Lc.15,20), porque sabes que fuera de tu casa está la muerte y dentro de ella está la vida, la fiesta (Lc.15,24; Mt.6,25-34).

Por eso siempre me pregunto y me respondo a la vez, Mi Dios, Señor y sobre todo PAPITO: Te conozco sólo de oídas, ahora te han visto mis ojos. Job 42,5

Qué conozco de Dios? ¿En qué dudo? ¿Qué siento? ¿Qué intuyo? ¿Qué me inquieta? ¿Soy capaz de buscar respuestas o lo de la fe lo vivo con inercia?

“¿Por qué, Señor, te quedas lejos, y te me escondes en los momentos de peligro?” (Sal 10,1)

¿Qué es lo que más me cuesta aceptar de Dios? ¿Qué es lo que más me descoloca de vivir la fe?

REALIDAD


El silencio inunda ahora nuestro espacio
y hay momentos que me canso de esperar
tu palabra, tu presencia, un…”te quiero”
el Misterio se hace duro de pelar

La gaviota que surcaba al vuelo el cielo
con la esperanza de llegar al más allá
al horizonte que marcaban los deseos
ha chocado frente a frente
con la cruda realidad.

TU NO ERES QUIEN PENSABA
¿Y QUIEN SOY YO
PARA ENCERRARTE EN UNA IDEA?
HAS ROTO TODOS MIS ESQUEMAS,
OH SEÑOR
Y ME HE QUEDADO EN LA TINIEBLA.

TIRA TU
MIS MUROS, ROMPE MIS CADENAS
PON TUS DEDOS EN MIS OJOS
Y CURA MI CEGUERA
COGEME LAS MANOS
Y ALZA MI CABEZA
DEJA QUE TOQUE TU MANTO
Y SANA MI MISERIA

La sonrisa de los niños de la calle
la esperanza del anciano al despertar un día más
La grandeza de los mares, y un detalle.
Donde antes te encontraba ya no estás

Sé que no eres el culpable ni es bastante
cobijarme hasta que amaine el temporal
que la duda no la cura un instante
pero sabes que sin ti no sé volar.

Ain Karem, “Descálzate”


viernes, 19 de junio de 2009

Al verte sufiendo se estremecen mis entrañas

Jeremías 31, 20; Oseas 11,8

Jer, 31,[20] ¡Si es mi hijo querido Efraín, mi niño, mi encanto! Cada vez que lo reprendo me acuerdo de él, se me conmueven las entrañas y cedo a la compasión!.

No sé si a ustedes les pasa, pero estas palabras, me conmueven tanto, yo nunca pensé en tener un Papá Dios, tan lleno de ternura, bondad, caricias y misericordia con nosotros, ahora veo que todo lo que mi padre biológico me dio, y que me amó tanto, es sólo un reflejo de lo que mi Dios Papá, ha hecho por mí.

Vivir con un Padre así, es vivir la gloria, el reino aquí y ahora, ¿Porque, qué te puede infundir miedo? Qué te puede dar inseguridad? Qué de malo puedes esperar? Aunque todos los males me pasaran, podré quejarme, llorar, pero siempre terminaré en los brazos del Padre, de este Papá Dios que sólo nos ha hecho para hacernos felices; por eso le canto siempre, que todo mi ser sea una alabanza a Dios y cada respirar, sea un ¡Gracias Papá, por ser tan bueno! Y por eso; En paz me acuesto y al punto me duermo, porque sólo tú, Señor, me haces vivir tranquilo. Sal 4 [9]
Os.11 [8] ¿Cómo podré dejarte, Efraín; entregarte a ti, Israel? ¿Cómo dejarte como a Admá; tratarte como a Seboín? Me da un vuelco el corazón, se me conmueven las entrañas.

Nos contaban en una charla que un chico, de veinticinco años que, solamente vivía sentado, con unas piernas pequeñitas, y dobladas hacia delante, el tórax medía así con la cabeza más o menos . Lo subían a la comunidad cargado lo ponían en una silla y así estaba en las reuniones, y este chico causaba grandes impresiones porque estaba así, porque su madre lo intentó abortar, y no pudo hacerlo. Pero, cuando escuchó la palabra de Dios: "Si tu padre y tu madre te abandonan yo te acogeré, aunque tu padre y tu madre te abandonen". Yo nunca lo haré, porque por ti mis entrañas se conmueven.

Y ese Amor es el principio de nuestra existencia, nosotros vivimos, por un amor muchísimo más fuerte que el de nuestro padre y el de nuestra madre, que puede ser un reflejo para nosotros, que puede ser que lo hayamos tenido, o no. Pero nosotros estamos aquí por el amor de Dios, tú estás aquí porque Dios te ha querido, estás aquí porque Dios te ha soñado, tú estás aquí porque tu Dios te ha hecho existir.

Nosotros no estamos acostumbrados a un amor así, sino a un amor por momentos, a un amor por ráfagas, a un amor que hoy es, y mañana ya no está.
Pero, tú y yo merecemos encontrar esta experiencia de fidelidad, porque hemos sido creados por este amor fiel, por el Amor de Dios es el Amor que tú llevas por dentro, y al llevarlo por dentro, te conoce y acepta tal cual eres.

Pero, Papá Dios, es una persona que te acepte de verdad, aunque a veces ni nosotros mismos nos aceptamos ¿por qué?, porque no hemos encontrado a nadie que nos quisiera tal y cual somos. No hemos con el verdadero AMOR_VIDA, que está en Dios y en todos los seres humanos.

Yo encontré a Dios, ya muy madura, y como les he contado, era una persona que no conocía ni a Dios, ni a mis hermanos y mucho menos a mí misma, yo me quedaba sorprendida a veces, de lo inconsciente que había sido y soy, pero frente al sagrario, Jesús con mucho amor, paciencia, lo veía sufrir y llorar ante mi situación de pecado, traumas, sufrimientos que tenía en mi interior, de mi vida pasada, pero como les digo poco a poco, Jesús me ha ido rebelando, con su Palabra lo que yo no sabía ni era consciente. Por ejemplo yo era muy renegona, no aguantaba a nadie, ni siquiera los chistes, porque según, soy yo, era recta, dueña de la verdad, de la razón, por lo tanto todos eran pobres diablos, que no sabía, y como mis padres, profesores, luego ms jefes les gustaba que fuera así, porque según ellos, las cosas andaban mejor, mantenía el orden y la disciplina.

Y cuando fui a la comunidad, empecé a orar con la Palabra, Jesús me decía que yo podía cambiar; y yo le decía ¡no! Porque tengo el genio de mi padre, y me había dicho , que genio y figura hasta la sepultura, y que bonito escuchar en unas pautas, lo del joven rico, lleno de riquezas ante los hombres, pero yo ante mis hermanos era una pobre diabla y tomé conciencia que con todo lo que tenía, no podía seguir a Jesús, y Él me concedió la gracia de ir cambiando poco a poco, porque al contrario del joven rico, le dije, yo estoy dispuesta a vender mi imagen, el cariño mal entendido de mis padres, jefes, y profesores, a vender mi orgullo, mi engreimiento, con tal de seguir a Jesús y a recuperar el AMOR_VIDA, que Papá Dios me lo había dejado en mi corazón y comencé a sentir una paz, un gozo que nadie me lo puede quitar y sobre todo cada gesto de amor que me sale, me digo ¡Esto es lo mío! Lo más natural que hay en mí.

Lo otro es producto de mi orgullo, vanidad, prejuicios, que creía que era lo mejor pero qué bueno qué Dios al verme sufriendo, se compadeció de mi y al verme envuelta en mi pecado, me dijo ¡Hijo VIVE! Y desde aquel entonces Él me lleva sobre sus alas y me ama como la niña de sus ojos.
Mamita querida, buena Madre, que experimentaste este AMOR entrañable del Padre, enséñanos a gozar de este Amor y conservarlo como Tú, en nuestras entrañas.

jueves, 18 de junio de 2009

Hijo mío eres tú


Salmo 2, Salmo 34, 9


Hoy Padre bueno, quiero dirigirme a ti con las palabras que usó san Pablo: “doblar mis rodillas ante ti, de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra, de quien procede esta familia, para que, conforme a tu bondad, nos concedas que tu Espíritu nos fortalezca interiormente, que nos lleve a disfrutar de, que fortalezca en nosotros tu AMOR-VIDA, nuestro ser apóstol, y eso sólo se da cuando nosotros nos sentimos “Hijos” desde nuestros corazones, por la fe, tu ser Amor Sólo desde esta fortaleza Señor podemos estar al servicio de tu Palabra, sólo desde aquí se puede abrir un abanico de facetas y procesos dinámicos que posibilitan el dar y recibir tu misma vida, que se encuentra en tu Palabra.

Salmo 2, [7] Voy a recitar el decreto del Señor: él me ha dicho: Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy. [8]Pídemelo y te daré las naciones en herencia, en propiedad los confines del mundo. ¡Dichosos los que se refugian en él!

Ninguna palabra puede plenificar tanto nuestro corazón como el que nos dirige Dios mismo cuando nos asegura: "tú eres mi hijo" (Sal 2,7), no existe en la vida otro decreto que nos invada de tanta seguridad, y confianza. Tu vida es fruto del Amor del Padre, de Aquel que te reclama como suyo: "tú eres mío" (Is 43,1), porque eres la obra de sus manos: (Is 64,7).

Tu vida procede no de la casualidad o el descuido, sino de un Amor que con infinito cariño formó tus entrañas y con amoroso cuidado te tejió en el vientre de tu madre (Sal 139,13). Eres hijo del Autor de toda la creación, que hizo todas las cosas buenas, perfectas para ti, para que gozaras de sus primicias (Gén 1.26), y que en un derroche de Amor, te participa de su propia Vida y Amor, porque eres su hijo. Este Padre se encarga de ti, nada de lo que vives le es desconocido, porque conoce lo profundo de tu ser, porque está siempre presente en tu vida porque su Amor de tu lado no se apartará jamás.
La experiencia de este Amor nos adentra en nuestro valor más auténtico, nos revela los rasgos de la Vida y el Amor que están grabados en nuestro interior y nos hace recobrar nuestra verdadera identidad.

Por esto, Dios que es nuestro Padre, no soporta la lejanía, su delicia es estar con los hijos de los hombres (Prov. 8,31) por esto no tiene otro lenguaje que el del Amor, lenguaje que supera y trasciende infinitamente toda expresión de cariño y de afecto humano, porque es el cariño mismo, la ternura misma derramada en nuestros corazones, el Amor que nos atrae con lazos de amor, que se inclina para darnos de comer, para enseñarnos a caminar, que nos lleva sobre sus hombros, que nos estrecha contra su mejilla (Os 11)

Una vez le dijeron al fundador de nuestra comunidad que se iba a quedar sin voz, sin remedio. Entonces tuvo un momento de crisis o de ruptura con todas sus perspectivas de futuro..., en ese instante se puso a orar con los salmos, hasta llegar al segundo donde leyó: “Tú eres mi hijo. Yo te he engendrado hoy. Pídeme, te daré en herencia las naciones. Así lo creyó y se puso a llorar de gozo. Igualmente tú lo puedes descubrir. Eres hijo y eso basta.
El Padre es todo Amor y solo Amor, y nunca dejará de ser Amor o Padre, nunca dejará de quererte, ni su Amor se apartará de tu lado, nada ni nadie te puede separar de este Amor. Y es un amor que no acaba nunca, te ama con amor eterno.

Sal, 34, 9, Gustad y apreciad qué bueno es el Señor: dichoso el varón que se acoge a él
Tu vida está llamada a ser signo de un corazón colmado por este Amor. Desde siempre el hombre ha tenido la necesidad de expresar a Dios lo que piensa de Él, de manifestarle sus sentimientos este salmo nos introducen en una oración que puede ser la nuestra: la oración en la que derramamos ante Dios nuestro corazón y se llena de admiración, de súplica o de agradecimiento. Pero ante todo expresamos la grandeza que experimentamos al reconocernos criatura del Señor: “Tu eres mi Padre” (Sal 89,28).

La oración que dirigimos a nuestro Dios como a nuestro buen Padre, es un grito del corazón en toda situación, hasta en los momentos en los que parece que se has escondido y nos has olvidado.
Pero hoy quiero cantar mi confianza en Ti, en que nada ni nadie podrá en peligro mi seguridad:
“El Señor es mi luz y mi salvación ¿a quién temeré? (Sal 27,2ss) Dios es mi luz, mi roca, mi refugio en tiempos de desdicha, porque es mi Padre para siempre. Por eso estoy tranquilo, aunque estallara una guerra contra mi, Mi papá Dios siempre estará conmigo.
Por eso hoy, hagamos una entrega de nuestra vida, a quien nos la dio incondicionalmente y revisemos,

¿Te expreso, Padre, mis sentimientos hacia Ti?
¿Experimento tu Amor que me envuelve?
¿Qué hago cuando no te siento ?
¿En la vida práctica eres mi refugio, mi fuerza?
¿Qué digo a los demás de Ti?


Mamá ayúdame a ser humilde de corazón y confiarme con toda mi alma en las manos de Dios porque estoy segura de su Amor.

martes, 16 de junio de 2009

Atraeré a todos tus hijos, Papá

Salmo 116,12-13: 2da Cor. 4,13


Gracias Dios mío y nuestro porque has puesto en nuestro corazón la ilusión por ver un mundo nuevo. Ambientes y familias nuevas que vivan el amor evangélico. Este es el sueño y el deseo que nuestro Dios, quiere compartir y hacer vida hoy en nuestra comunidad.
Por eso mi pregunta es Salmo 116, [12] ¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?[13]Alzaré la copa de la salvación invocando el Nombre del Señor.

El mundo de hoy se está dando atentados y amenazas graves contra la vida humana. Y es tan grave que se van perdiendo, en la conciencia colectiva, el carácter de delito de tal manera que se considera normal, justo, aceptable, en favor de la libertad individual de cada uno.

Lo que es cierto es que hoy hay miles de millones de seres humanos que están siendo aplastados en su derecho a la vida. La vida de millones de seres humanos está siendo golpeada, cuando se encuentra en el estado de mayor indefensa y precariedad.

Y lo peor es que estos crímenes y delitos contra la vida humana han pasado al campo de la misma vida. Ésta, llamada a ser "Santuario de vida", se está convirtiendo muchos casos en lugar no seguro y peligroso para nacer a la vida.

Ante estas situaciones de anti-Reino, lo que a mí me da mucha luz es lo que dice S. Juan que "Dios es amor", todo hombre por tanto, es invitado a convertirse y creer en el amor misericordioso de Dios por él; El mundo crecerá en la medida en que cada hombre aprenda a dirigirse a Dios como un padre en la intimidad de la oración y se esfuerce en cumplir su voluntad.
II Corintios 4, 13]Pero como poseemos el mismo espíritu de fe conforme está escrito: creí y por eso hablé, también nosotros creemos y por eso hablamos.
Y la voluntad del Padre es, que su Palabra llegue a todos. El dinamismo del anuncio de la Palabra de Dios apunta siempre al Reino, a la unidad de todos los hombres. Por eso, genera necesariamente fraternidad, comunidad e Iglesia. Por eso, el deseo de Dios es lograr que todos se ilusionen por vivir en una comunidad cristiana que intenta vivir como la primera comunidad cristiana, en su sencillez y autenticidad de vida evangélica. Eso nos pide como familia verbum Dei, una familia que ora unida, y predica la Palabra orada, es imposible dejar de anunciar, si conversamos a diario con Papa Dios.

Él siempre te hablará de sus hijos, de tus hermanos que no les llega la Palabra, y para eso, es preciso que las personas capten que sólo unidos en comunidad, con un solo corazón y una sola alma, con un mismo espíritu somos signo creíble para los demás y que la comunidad es el medio que Jesús mismo nos regaló para poder alimentar, crecer, vivir y anunciar nuestra identidad de hijos de Dios y apóstoles de Cristo. Esto motiva nuestra opción por formar parte activa y responsable de la comunidad donde Dios nos ha hecho nacer a la Vida Eterna.

Unidos como familia, descubrimos que es Dios Padre, quien siembra incansablemente nuestra vida en el mundo, y para el mundo. Y que nuestra vida da fruto “sin que sepamos cómo, la semilla germina y crece…” (Mc 4,26-34), para bien de la humanidad.

Y ¿Cómo llamarme discípulos si a veces me descubro tan alejado de Dios, tan egoísta con la gente, tan frío en la fe? ¿Cómo hablar de amor cuando a veces mi corazón alberga desprecio o indiferencia? ¿Cómo amar a un Dios que a veces se me oculta?
Pareciera que para vivir el evangelio hay que ser gente virtuosa, paciente, buena, sólida, firme, coherente. Parece que hay que tenerlo todo claro, o al menos tener muy claro lo esencial. Pero en realidad esa es una de las paradojas del evangelio. Descubrir en nosotros una debilidad fecunda, una flaqueza invencible, una contradicción sedienta de algo firme. Y ahí, en esa tormenta, avanzar sin rendirse, sabiendo quién nos sostiene…

Porque la misión no es nuestra, es Cristo quien nos ha elegido y Él sabe a quién lo ha hecho, a personas que estén con Él y que hablándoles de su planes y proyectos del Padre, el mismo Jesús, vaya haciendo su obra a través nuestro, valiéndose de nuestras debilidades y flaquezas, haciendo de todos los hombre hijos que puedan llamarle a Dios Padre.
Papito, Mamita María, ayúdanos a ser fieles hijos, que reconozcamos que todo lo que es del Padre, también es nuestro.

lunes, 15 de junio de 2009

He deseado con ansias quedarme con ustedes.


Marcos 14, 12-16. 22-26

Hoy se celebra la fiesta del Cuerpo y la sangre de Cristo, ¡cuánta razón! Para quererlo más, para adorarlo y reconocer su gran AMOR-VIDA, que nos ha venido regalar en nombre de Papa Dios, Él ha sido el embajador, que ha bajado del cielo para decirnos ¡mi delicia es estar con ustedes los hijos de los hombres ¡ y no están solos, Yo estaré con ustedes hasta el fin de los tiempos! Yo les enseñé a caminar, tomándoles por los brazos, era para ustedes como los que alzan a un niño contra su mejilla, y me inclinaba hacia ustedes y les daba de comer. Los atraía y les sigo dando gestos de Amor y ternura.

Jesús, mi Vida y mi Amor haz que me aprehenda a ti, y no me separe jamás, que reconozca y sienta tu amor, de verdad me siento tan anonada por tanto amor que me estremece cada Palabra de Dios y me siento tan amada y mimada, por este Papa Dios, que sólo quiero caer de rodillas, ante tan sublime misterio de la Eucaristía y decirle con toda mi mente, corazón y vida ¡SEÑOR MÍO Y DIOS MÍO! Que contiene todo el amor de que soy capaz de dar, toda mi vida sin algo le puede servir, ante tanto Amor y Misericordia sólo queda decir ¿Con qué te pagaré Señor, todo lo qué has hecho y me has dado? Sólo proclamando tus maravillas y haciendo que todos los hombres sean tus discípulos, para que se haga tu voluntad, aquí en la tierra como en el cielo.
Himno antiguo para el Sábado Santo.
Este cuerpo quema las espinas de los pecados, ilumina el alma de los hombres. Este cuerpo ha sido tocado por la mujer que padecía flujos de sangre y ha sido curada de su enfermedad. Este cuerpo, con sólo verlo, curó a la hija de la Cananea. Este cuerpo, la pecadora, con todo el ardor de su alma se acercó a él y fue liberada del barro de sus pecados. Este cuerpo, lo tocó Tomás y lo reconoció exclamando: «Mi Señor y mi Dios» Este cuerpo, grande y muy alto, es el fundamento de nuestra salvación.
Antaño, el que es el Verbo y la Vida nos declaró:«Esta sangre ha sido derramada por vosotros y entregada para la remisión de los pecados. Hemos bebido, amados míos, la sangre santa e inmortal. Hemos bebido, amados míos, la sangre que fluyó del costado del Señor, que cura toda enfermedad, que libera a todas las almas. Hemos bebido la sangre con la que hemos sido rescatados. Hemos sido comprados e instruidos, hemos sido iluminados. ¡Mirad, hermanos, qué cuerpo hemos comido! ¡Mirad, hijos, qué sangre nos ha embriagado! Mirad la alianza pactada con nuestro Dios, por miedo a enrojecer en el día terrible, en el día del juicio (cf 1C 11,29). ¿Quién está en condiciones de glorificar el misterio de la gracia? Hemos sido juzgados dignos de participar del don. Vigilémonos hasta el fin a fin de poder escuchar su voz bendita, dulce y santa: «Venid, benditos de mi Padre, recibid en herencia el reino preparado para vosotros» (Mt 25,34)...
Amados míos, celebramos las maravillas del bautismo de Jesús (cf Mc 10,38), su santa y vivificante resurrección,por la que el mundo ha recibido la salvación. Aguardamos todos, la dichosa realización por la gracia y la benevolencia de nuestro Señor Jesucristo: A El sean dadas la gloria, el honor y la adoración.

Qué insondable misterio! Todos los días le tengo ante mis ojos… y no le he visto aún. Todos los días le tengo entre mis dedos… y aún no le he tocado. Está cerca, cerquísima, cuando le devoro… y le siento lejos, a veces lejísimos. Y, sin embargo, se ha rendido ante mí, pecador.
Le llamo, y siempre viene; y allí queda Él, solo, esperando, ardiendo humildemente en Amor por cada alma.
Es el Omnipotente, el Papá Dios de cielos y tierra, el Rey del universo… Y se presenta como el “Cordero”. ¡Cualquiera, al verlo, diría que todo un Dios se ha postrado ante los hombres!

Se deja hacer, se deja mover, se deja llevar, se deja comer, se deja ignorar… ¡Se deja profanar! Y siempre, siempre, siempre… se queda con nosotros. Muchos pasan de largo ante el sagrario, sin dirigirle un sólo pensamiento, ni una genuflexión reverente; muchos comulgan sin pensar siquiera en el milagro en que se sumergen; muchos dejaron de comulgar hace tiempo… Y ni una queja, ni un lamento, ni un reproche. Se queda, manso, entre nosotros. Dos mil años, ya, y allí sigue, silencioso y hecho grito de Amor, en el sagrario.

Me desborda el Misterio de un Dios hecho pan, arrodillado ante mí. Me siento pequeño, muy pequeño, y, a la vez, inmensamente afortunado. Y siento que sólo de rodillas, en adoración, puedo responder a este Amor; y siento, cada vez que me dispongo a recibirlo, necesito el corazón y las manos de la Virgen para dar calor a un Niño que se arroja en mis brazos rendido e indefenso. Te adoro mi Señor y mi Dios.

« Esta es mi sangre, sangre de la alianza, derramada por todos » Es la Trinidad en la mano, en el corazón, en contacto vivo con mi carne y sangre, a llaga abierta... lanzado como a "tumba abierta", como dicen los ciclistas al lanzarse cuesta abajo a todo riesgo; a tumba abierta baja y cae en picado en el abismo de mi miseria.
Y es ahí, en este caerse en mis débiles y enfermas manos, cuando puedo sentir el peso de la misericordia de las Personas Divinas y de María.
Cristo nos ama porque recibe la vida del Padre. Nosotros amaremos recibiendo del Padre la vida, especialmente a través del alimento eucarístico.

sábado, 13 de junio de 2009

Con lazos de Amor te he cuidado


Oseas 11, 1-4

Qué bueno, que el Señor, a través de su Palabra quiere que veamos su rostro de Padre, ese rostro que siempre andamos buscando y a mí me encanta porque toda Palabra que nos diga hoy, son las más tiernas sacadas de ese océano infinito que es el corazón del Padre.
Yo le pedía para cada uno de nosotros, mucha fe y sencillez, para captar ese amor profundo que viene de Él.

A veces uno duda de Dios porque no le ve a Él, por eso ahora vamos a plantear ¿Dónde no ha estado Dios? Y nos damos cuenta que de hecho durante toda nuestra vida El ha estado brindándonos su amor, su protección, de mil formas.

Pero allí está la clave: no le reconocemos. Y nos preguntamos ¿Donde está Dios si no le veo? ¿Está en las nubes o ¿qué?? Bueno, nadie te va a dar su dirección para que le escribes una carta! Pero ¡qué distinto era cuando mi di cuenta que la pregunta es más bien ¿Donde NO está Dios? Porque está por todas partes! ¿Qué hay en tu vida que no es El amándote? Empecemos a recordar todo lo bueno que hemos recibido: mis amigos, mi educación, aquellas vacaciones en verano, mi salud, (Cada uno tiene su lista) ¡mi propia Vida!.. (Como la niña que encontró el mejor regalazo en sus zapatos el día de Reyes: sus dos pies! ¿Te das cuenta que todo viene de Él? El hecho de que al nacer había unos brazos para abrazarnos y cuidarnos. Alguien me enseño a caminar, pero detrás estaba El.
Hay una cita tan bonita de la Palabra donde Dios dice: "Cuando eras niño, yo te amé. Yo te enseñé a caminar, tomándote por los brazos, pero no reconocías que era yo que cuidaba de ti. Era para ti como los que alzan a un niño contra su mejilla, me inclinaba hacia ti y te daba de comer. Estaba atrayéndote hacia mi atreves de lazos humanos...pero no me reconociste .. y cuanto mas te llamaba, mas te alejabas de mi."(Os.11,2-4).

No sé si alguna vez se han sorprendido de que alguien nos quiera tanto y se haya fijado en nosotros pues así era para mí descubrir a Dios, Él se había fijado en mi y no me daba cuenta. Desde que nací, me tenía en la palma de sus manos: amándonos, cuidándonos y sondeándonos. El pobre Jesús realmente tenía que quemarse la cabeza para ayudarnos a caer en la cuenta:"¡No cae ni un pelo de tu cabeza sin que tu Padre lo sepa!". No es que Él me dio la vida una vez, es que me la da cada día, ¿Cómo es que me he despertado hoy?


Uno se siente un poco como aquel hombre que mirando atrás a lo que había sido su vida, vio una playa con las huellas de dos personas uno al lado del otro: eran las huellas de Dios caminando a su lado aunque no se había dado cuenta. En algunas lugares, solo se veía las huellas de una persona, porque el mar se había subido a borrar las del otro ; y decía el hombre a Dios "¿Porque me dejaste solo en aquellos momentos más difíciles?" y Dios respondió "Estas huellas que ves son las mías, porque en aquellos momentos cuando tu no eras capaz de seguir adelante, yo te cargaba”.
Yo pensaba en cuantas mil veces me pudiera haber perdido mi vida: la caída del caballo, cuando se le acabó la gasolina al avión en pleno vuelo en la selva, las caídas del árbol, el accidente de tráfico, los momentos cuando yo solo no podía más y alguien vino a ayudarme. Cuando miras a tu vida con estas gafas de la fe, te das cuenta que nuestro Padre está constantemente tendiendo la mano, llamándonos.

El estar en la comunidad, haber aprendido a orar, conocer a los misioneros y misioneras tampoco es por casualidad, no es que se nos ocurrió, es que Él nos lo dio; El mismo tendiendo la mano hacia nosotros a través de "lazos humanos".

Vamos a pedirle al Espíritu de Jesús, que nos ayude a escribir la historia de nuestra vida, y reconocer tantos lazos de Amor, Dios nos ha cuidado, y agradecerle por tanta bondad, cariño, ternura, nos ha regalado durante toda nuestra vida y a comprometernos a hacer lazos de Amor, para nuestra familia, compañeros de trabajo, de la universidad, de la comunidad.

Y a María, nuestra madre querida, que es un lazo de Amor entre Dios y nosotros.

viernes, 12 de junio de 2009

Ábrete al calor de su Amor Eterno

Salmo 139

Gracias te doy mi Señor y Dios, Creador del cielo y de la tierra, te bendecimos, te adoramos y ojalá que hasta nuestro respirar sea una alabanza a Ti

Y lo que a mí más me encanta, es que te amo porque me conoces, ¿cómo no me vas a conocer si salí de tus manos? Tú me hiciste y me fuiste tejiendo uno a uno, todo mi ser, me has llevado en tus entrañas como una madre que lleva a su hijo, y me alimentaste con tu cuerpo y sangre, me protegiste y me conduces de la mano misericordiosamente, hacia una vida nueva en plenitud como es tu AMOR-VIDA, en la que me engendraste.

Y nos amas, [1] Señor, tú me examinas y conoces, [2] sabes si me siento o me levanto, tú conoces de lejos lo que pienso. [3] Ya esté caminando o en la cama me escudriñas, eres testigo de todos mis pasos. [4] Aún no está en mi lengua la palabra cuando ya tú, Señor, la conoces entera. [5] Me aprietas por detrás y por delante y colocas tu mano sobre mí.

Y porque nos amas, sabes todo lo mío, lo externo y lo que va pasando por mi mente, mi corazón ¿no es eso lo que hacen, los enamorados? Quisieran saber todo del ser amado, pero no lo pueden hacer porque no aman lo suficiente por más que digan que aman siempre hay condicionamientos, intereses expuestos u ocultos, pero un Amor-Vida, incondicional, que se entrega por entero a ti, no sólo sabe, dónde vas o de dónde vienes sino que te conoce también, que sabe todos tus movimientos externos e internos, y no es por celos o para fiscalizarte, ni siquiera para juzgarte sino que te ama y te comprende, hay un salmo que dice, Dios entiende nuestro corazón porque lo conoce, y quiere saber todos tus movimientos para cuidarte, prevenirte, para que no sufras las consecuencias de tus errores, para eso está su Espíritu en nosotros.

[6] Me supera ese prodigio de saber, son alturas que no puedo alcanzar. [7] ¿Adónde iré lejos de tu espíritu, adónde huiré lejos de tu rostro? [8] Si escalo los cielos, tú allí estás, si me acuesto entre los muertos, allí también estás. [9] Si le pido las alas a la Aurora para irme a la otra orilla del mar, [10] también allá tu mano me conduce y me tiene tomado tu derecha. [11] Si digo entonces: "¡Que me oculten, al menos, las tinieblas y la luz se haga noche sobre mí!" [12] Mas para ti ni son oscuras las tinieblas y la noche es luminosa como el día.

Cuando medito este salmo, me da tanta alegría y me siento tan o más pequeñita de lo que soy, por sentirme tan amada por un Dios tan grande, que todo lo puede, lo tiene y lo sabe y fijarse en mi, que no tengo, ni sé cómo corresponderle, yo le digo ¿Por qué tanto amor? Y Él me dice, porque eres mi criatura, y mi delicia es estar contigo, no es para quedarse embobada, es como el príncipe, que se fija en la sirvienta.

Todos nuestros complejos y miedos frente a la vida se explican simplemente porque vivimos como huérfanos e ignoramos y lo peor no somos conscientes de ese amor.

Y no es porque nuestro Padre no esta...es porque no le reconocemos. Algo que siempre me atraía en Jesús era su confianza total .. frente a todo y todos... no tenía miedo de nadie...no se vendía a nadie: "La gloria de los hombres no me importa nada." Y todos nosotros andamos por la vida paralizados por el "qué dirán" ... siempre pendientes de lo que pensaran los demás. Pero el secreto de Jesús era sencillo: " mi gloria viene del Padre" (Jn 5).

El vivía en plenitud aquella experiencia de estar siempre apoyado: “vendrá el momento cuando mis discípulos me dejaran solo, pero nunca estoy solo... porque el Padre está siempre conmigo". Lo digo porque es el mismísimo secreto que El quiere dar a nosotros. Cuando yo empecé a reconocerlo y a vivir todo de cara a Padre, se me quitó los miedos. Empecé a vivir realmente libre por la primera vez... ancho... seguro...como Jesús:

¿Qué hacer ante los miedos y complejos? ...Pues hablar con la persona que sabe más, nuestro Papá Dios y verás que te dice ¡No temas! ¿No te das cuenta que estoy contigo?" A mi me dice cosas que están escritos en los profetas: "¿No te das cuenta que te cuido como a las niñas de mis ojos"(Dt.32,10).."Si pasas por las aguas, no te ahogarás. Si andas por el fuego, no te quemaras"(Is.43,2).

Al darme cuenta de QUIEN me estaba diciendo estas cosas, de repente mis miedos parecían tan ridículos..."¿Que mas da lo que piensan de mi? ¿Para qué voy a tener miedo del futuro... si mi futuro me lo das Tu, Padre?".

[13] Pues eres tú quien formó mis riñones, quien me tejió en el seno de mi madre. [14] Te doy gracias por tantas maravillas, admirables son tus obras y mi alma bien lo sabe. [15] Mis huesos no te estaban ocultos cuando yo era formado en el secreto, o bordado en lo profundo de la tierra. [16] Tus ojos veían todos mis días, todos ya estaban escritos en tu libro y contados antes que existiera uno de ellos.

Cuando me accidenté, me pusieron unos clavos que me atravesaban la pierna, para sostenerlos, pero un día el doctor, dijo que me los iba a sacar y sin anestesia, sentía tanto dolor y nervios que comencé a gritar cuando me los iban a sacar, y el doctor también se puso nervioso y me dijo ¡si no te calmas, te llevo al quirófano y te pongo anestesia total!, al oír eso sentí miedo, y Jesús vino en mi ayuda y me decía, Yo conozco tus huesos uno a uno los hice, ni tu madre sabe cómo los hice pero yo sí y no tengas miedo, y me puse hablar con Él, y en un segundo que no sé ni cómo pasó, ya estaban afuera los clavos, el doctor dijo que me hacían doler porque estaban torcidos.

Qué gran alivio es abrirse al corazón de Dios, una misionera me enseñó a entregar mi dolor a Dios, porque me contó que tenía cáncer y muy doloroso y cuando le dolían tanto, empezaba a dialogar con Jesús, de sus dolores en la cruz, y en los dolores de tantos hermanos que sufren dolores inaguantables y no tiene ni siquiera quien les dé una pastilla por falta de dinero, ¡cuánto ayuda esto, yo entiendo que aunque nada le falta a la Pasión de Jesús, el hecho de abrirse a su Amor, le ayuda al Plan de Dios, aunque parezcamos a ese niño pequeñito, que le dice a su madre para ayudarle a llevar la canasta y pone todo su cuerpo encima de la canasta y uno diría mejor ponte a un lado, pero por no matar su generosidad, aguanta el peso de su cuerpo y el de la canasta.

Jesús y mamita María, ayúdame a abrirme con la confianza de ustedes a este AMOR.VIDA, que el Padre me ofrece.

jueves, 11 de junio de 2009

Mira la historia de tu vida y verás que Dios ha estado presente

DT 1,31 – Is 49, 15-16

Qué bueno experimentar en este tiempo, el Amor del Padre y reconocerlo, como el Padre que nos ama, y en verdad sentirnos tan amados, que nos haga confiar sinceramente en Él, Que nos haga capaz de dejarnos amar por Él y nosotros amarlo con todas nuestras fuerzas, alma, corazón y mente, dice Madre Teresa que el mayor problema de los hombres es que no se experimentan amados y no entienden que el milagro de su vida es fruto de un amor loco, de un Dios que desde siempre le ha estado amando, que en el presente la ama sin límites y que siempre la amará.

Dt 1, [31] y en el desierto. Han visto cómo los llevó durante todo el camino, como un padre lleva a su hijo, hasta que llegamos a este lugar.

Si reconoces cómo a lo largo de tu vida hasta el día de hoy Él te ha estado llevando en brazos y guiando tu historia este Dios-Amor-Padre bueno,e incluso en los momento más difíciles, entonces se curarán todas tus heridas y por fin te aceptarás. Si no lo reconoces, entonces siempre tendrás que buscar culpables para tu malestar y tu descontento. La culpa de tu crisis la atribuyes a la pareja que te dejó, la culpa de tu soledad se la atribuyes a tus padres que cuando eras pequeño no te han amado suficientemente, la culpa de tus no éxitos en tus estudios, trabajo, se la atribuyes a los profesores...pero nada de esto es verdad.

La culpa de todo ello se encuentra en tu corazón, más que buscar culpables, el problema está dentro de ti mismo. Deja entrar el amor de Dios en tu interior y te aconsejará, te curará, te remediará...Deja de ser mendigo, es decir, de creer que todo el mundo te debe algo y de que todos están en deuda contigo de reivindicar el amor de los otros y date cuenta que el Amor-Vida de Dios te basta y te sobra todo.

Esto yo lo reconocí, después de una charla, en la que nos decía que Dios es nuestra compañía y no nos abandona, yo a pesar de tener una familia bonita que me dieron una vida llena de amor, me sentía tan sola y lo peor es que sentía odio por todo era una amargada y esa noche tomé conciencia de eso y le pedía a Dios que me hable, si realmente era mi Padre, ya de regreso en mi casa, en el micro, escuche una voz que me decía ¡hijita! Tú eres mi hija, sentí, tanto Amor, que me cogí el pecho y le decía, es verdad, entonces, que existes, sentía una emoción que nunca había sentido, y cuando llegué a mi casa, me arrodillé en forma espontánea, y entre sollozos, le decía, ¡Papá! ¡Papito! Y sentí por primera vez, que su brazo me rodeaba y protegía, creo que desde esa vez, no volví a sentirme sola y mis amarguras se van disipando poco a poco.

[15] Pero, ¿puede una mujer olvidarse del niño que cría, o dejar de querer al hijo de sus entrañas? Pues bien, aunque alguna lo olvidase, yo nunca me olvidaría de ti. [16] Mira cómo te tengo grabada en la palma de mis manos. y nunca dejé de pensar en tus

murallas

Descubre, reconoce que hoy hay alguien que está pasando por tu vida y al igual que aquel hombre reconoció una perla preciosa en medio de los escombros, también hoy te dicen que tu vida ha estado siempre en las manos de Dios, escribe la historia de tu Vida y encontrarás, que Él nunca te ha abandonado, porque sino no estuvieras aquí, Alguien te ha conducido hasta el lugar donde estás con tu realidad.

A lo mejor te pasa lo que le ocurrió a un niño, que un misionero lo invitó para que conociera a su casa, Cuando se acercaban a la casa escuchaban a los misioneros cantando ¿qué es esto? preguntó un niño. El misionero les dijo que eran los misioneros. Dice el niño: "¿A Dios se le puede cantar?" Luego entran en la capilla y escucha que un misionero hace una oración en voz alta. El niño pregunta: "¿A Dios se le puede hablar?" Por fin hay misionero que haciendo una oración dice: "Papá te doy gracias..." Y el niño dice: "A Dios se le puede llamar Papá?".

Tal vez hoy te pase lo mismo. Puede que seas como este niño que en su vida tenía una experiencia de orfandad y de abandono, de que nadie se interesaba por él. Pero también hoy puedes descubrir como él, que a Dios, que ha estado siempre contigo, le puedes llamar Papá !Abba¡.

Me atrevería a decir que este es el momento más importante para tu vida, porque tienes la oportunidad, tal vez única e irrepetible de conocer el gran valor, la gran dignidad y la altura de tu vida. Puede hoy descubrir la verdadera razón y el motivo de tu vida: Dios te amó y te ama.

La vida, que muchas veces desprecias, es de Alguien muy importante. Hoy alguien está pasando por tu vida y reconoce en ti la firma de Dios. Jesús es ese hombre que te vio en medio de los trastos y de la

Esto es la imagen de Dios en nuestra vida, el amor de Dios que nos creo tiene sentimientos, yo no me entero de este amor, y este amor me mira con una ternura impresionante, dice la Palabra:" Cuál la ternura de un padre con sus hijos así de tierno es Dios para con nosotros". "Como una madre, -es que no sabe qué imágenes colocar-, como una madre consuela a sus hijos sobre sus rodillas, así os consolaré yo". "Como un padre que toma a su hijo y lo coloca sobre su mejilla, así soy yo con ustedes". Y nosotros, y yo totalmente inconsciente, esta es la historia de tu vida,

¿Ustedes creen que porque el amor de Dios está en silencio, no está?, ¿Ustedes creen que porque el amor de Dios nos deja libres, no existe?, ¿Ustedes creen que porque el amor de Dios está esperando a que nosotros despertemos, no está? ¿Saben lo que es soportar la indiferencia durante tantos años de vida?.

Dios es Padre y Madre, por eso nos ha creado con amor, nos sostiene por puro y nos seguirá amando a despecho de nuestra fe, de nuestro amor, de nuestra historia. Él, sabe valorarla porque sabe lo que hace y de su mano no nos soltará.

Mamita, tú que te sentiste tan amada del Padre, regálanos esa confianza, para no dudar de su amor, aún en los trances más difíciles y mantener nuestro ¡SI! A tu voluntad, que es santa y agradable.

martes, 9 de junio de 2009

No he venido a abolir la Ley sino a ponerle Amor


Mateo 5, 17-19

Sal 98, 5. 6. 7. 8. 9 Santo eres, Señor, Dios nuestro, por eso te queremos y amamos por sobre todas las cosas ¿Quién o qué pueblo tiene un Dios como el nuestro? Ensalcémoslo y postrémonos ante el Señor, Dios nuestro, y dale gracias porque Él nos habla y nosotros escuchemos sus mandatos y la ley que nos dio. Eres Señor, Dios nuestro, porque nos respondes, y eres para nosotros, un Dios de perdón y misericordia.

Escuchemos del Señor, que nos dices: «No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas; (...), sino a dar cumplimiento» (Mt 5,17). Jesús nos revela que Dios primeramente se dio a conocer a los hombres mediante los profetas. El Pueblo escogido se reunía los sábados en la sinagoga para escuchar la Palabra de Dios. Así como un buen israelita conocía las Escrituras y las ponía en práctica, a nosotros nos toca hablar con Dios en su Palabra, escucharle, asimilar lo que nos dice, vivir lo que quiere que vivamos y anunciar eso que nos ha hablado al corazón.
En Jesús tenemos la plenitud de la Revelación. Él es el Verbo, la Palabra de Dios, que se ha hecho hombre (cf. Jn 1,14), que viene a nosotros para darnos a conocer quién es Dios y cómo nos ama. Dios espera del hombre una respuesta de amor, manifestada en el cumplimiento de sus enseñanzas: «Si me amáis, guardaréis mis mandamientos» (Jn 14,15).
Del texto del Evangelio de hoy encontramos una buena explicación en la Primera Carta de san Juan: «En esto consiste el amor a Dios: en que guardemos sus mandamientos. Y sus mandamientos no son pesados» (1Jn 5,3). Guardar los mandamientos de Dios garantiza que le amamos con obras y de verdad. El amor no es sólo un sentimiento, sino que pide obras, obras de amor, vivir el doble precepto de la caridad: Amar a Dios y a nuestros hermanos como Él nos ama.
Jesús nos enseña la malicia del escándalo: «El que traspase uno de estos mandamientos más pequeños y así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los Cielos» (Mt 5,19). Porque —como dice san Juan— «quien dice: ‘Yo le conozco’ y no guarda sus mandamientos es un mentiroso y la verdad no está en él» (1Jn 2,4).

A la vez enseña la importancia del buen ejemplo: «El que los observe y los enseñe, ése será grande en el Reino de los Cielos» (Mt 5,19). El testimonio de vida, es la plenitud de la Ley, que se resume en el Amor con que te vives, y rebasa las fronteras de nuestros límites, que son muy estrechos, según nuestro corazón, pero el corazón de Dios es más grandes que nuestras estrecheces, cuando Él nos mira, nos mira como mira a Jesús, manso y humilde de corazón, que todo lo aguanta y todo lo soporta, todo lo tolera porque nada hay más importante, que amar hasta dar la vida.
En estos días que he estado haciendo gestiones para que me operen, con un gran dolor de pierna y que así me mandaban de un sitio para otro, quería explotar y a mi mente vino preguntarle a Dios, ¿Por qué le dijiste a Moisés que era el más humilde sobre la faz de la tierra? ¿Qué hacía Moisés para merecer tal halago? Y veía a Moisés haciendo lo que Dios le pedía, aún a costa de su propia vida, de sus propios intereses, y no por voluntad propia, sino porque Dios se lo pedía, por liberar a sus hermanos israelitas y que lo hacía dialogando con Dios y le pedía a Dios, paciencia, para aguantar a mis hermanos administrativos, por estar tan pegados a la ley y no dan plenitud de la Palabra, con el Amor, por humanidad y misericordia.

Pero hoy martes, exploté, y grite por impotencia; pero Dios es más grande que mi impaciencia y me manda angelitos que me hacen volver a su camino, de diálogo con Él; vi a un niño, que estaba peor que yo, y sin embargo sonreía a pesar de que estaba sufriendo la burocracia estatal.
Pedirle a Jesús que nos haga humildes y mansos de corazón, y a la mamita querida, darle nuestro corazón, mente y fuerzas, para que continuamente nos preste su “SI” y que el AMOR-VIDA, que nos dio Dios, sea el que prevalezca ante todo.

No he venido a abolir la Ley sino a ponerle Amor

Mateo 5, 17-19

Sal 98, 5. 6. 7. 8. 9 Santo eres, Señor, Dios nuestro, por eso te queremos y amamos por sobre todas las cosas ¿Quién o qué pueblo tiene un Dios como el nuestro?
Ensalcémoslo y postrémonos ante el Señor, Dios nuestro, y dale gracias porque Él nos habla y nosotros escuchemos sus mandatos y la ley que nos dio. Eres Señor, Dios nuestro, porque nos respondes, y eres para nosotros, un Dios de perdón y misericordia.

Escuchemos del Señor, que nos dices: «No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas; (...), sino a dar cumplimiento» (Mt 5,17). Jesús nos revela que Dios primeramente se dio a conocer a los hombres mediante los profetas. El Pueblo escogido se reunía los sábados en la sinagoga para escuchar la Palabra de Dios. Así como un buen israelita conocía las Escrituras y las ponía en práctica, a nosotros nos toca hablar con Dios en su Palabra, escucharle, asimilar lo que nos dice, vivir lo que quiere que vivamos y anunciar eso que nos ha hablado al corazón.

En Jesús tenemos la plenitud de la Revelación. Él es el Verbo, la Palabra de Dios, que se ha hecho hombre (cf. Jn 1,14), que viene a nosotros para darnos a conocer quién es Dios y cómo nos ama. Dios espera del hombre una respuesta de amor, manifestada en el cumplimiento de sus enseñanzas: «Si me amáis, guardaréis mis mandamientos» (Jn 14,15).

Del texto del Evangelio de hoy encontramos una buena explicación en la Primera Carta de san Juan: «En esto consiste el amor a Dios: en que guardemos sus mandamientos. Y sus mandamientos no son pesados» (1Jn 5,3). Guardar los mandamientos de Dios garantiza que le amamos con obras y de verdad. El amor no es sólo un sentimiento, sino que pide obras, obras de amor, vivir el doble precepto de la caridad: Amar a Dios y a nuestros hermanos como Él nos ama.

Jesús nos enseña la malicia del escándalo: «El que traspase uno de estos mandamientos más pequeños y así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los Cielos» (Mt 5,19). Porque —como dice san Juan— «quien dice: ‘Yo le conozco’ y no guarda sus mandamientos es un mentiroso y la verdad no está en él» (1Jn 2,4).

A la vez enseña la importancia del buen ejemplo: «El que los observe y los enseñe, ése será grande en el Reino de los Cielos» (Mt 5,19). El testimonio de vida, es la plenitud de la Ley, que se resume en el Amor con que te vives, y rebasa las fronteras de nuestros límites, que son muy estrechos, según nuestro corazón, pero el corazón de Dios es más grandes que nuestras estrecheces, cuando Él nos mira, nos mira como mira a Jesús, manso y humilde de corazón, que todo lo aguanta y todo lo soporta, todo lo tolera porque nada hay más importante, que amar hasta dar la vida.

En estos días que he estado haciendo gestiones para que me operen, con un gran dolor de pierna y que así me mandaban de un sitio para otro, quería explotar y a mi mente vino preguntarle a Dios, ¿Por qué le dijiste a Moisés que era el más humilde sobre la faz de la tierra? ¿Qué hacía Moisés para merecer tal halago? Y veía a Moisés haciendo lo que Dios le pedía, aún a costa de su propia vida, de sus propios intereses, y no por voluntad propia, sino porque Dios se lo pedía, por liberar a sus hermanos israelitas y que lo hacía dialogando con Dios y le pedía a Dios, paciencia, para aguantar a mis hermanos administrativos, por estar tan pegados a la ley y no dan plenitud de la Palabra, con el Amor, por humanidad y misericordia.

Pero hoy martes, exploté, y grite por impotencia; pero Dios es más grande que mi impaciencia y me manda angelitos que me hacen volver a su camino, de diálogo con Él; vi a un niño, que estaba peor que yo, y sin embargo sonreía a pesar de que estaba sufriendo la burocracia estatal.

Pedirle a Jesús que nos haga humildes y mansos de corazón, y a la mamita querida, darle nuestro
corazón, mente y fuerzas, para que continuamente nos preste su “SI” y que el AMOR-VIDA, que nos dio Dios, sea el que prevalezca ante todo.